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Los niños con TDAH pueden tener dificultad para concentrarse, controlar conductas impulsivas y mostrar mucha actividad, podría decirse que parecería que tienen un motor por dentro, que jamás se apaga.

24 Febrero de 2023 15.11

La clave de la grandeza es buscar el potencial de las personas y dedicar tiempo a desarrollarlo (Peter F. Drucker).

El trastorno por déficit de atención e hiperactividad conocido como TDAH, es uno de los trastornos del neurodesarrollo más frecuentes en la niñez. Según el DSM-5 (2014), la prevalencia del trastorno se sitúa en torno al 5% de niños en edad escolar y al 2,5% en la edad adulta. Sin embargo, en recientes estudios epidemiológicos, se ha observado que la prevalencia en la población adulta se situaría más en torno al 3-4%.

Los niños con TDAH pueden tener dificultad para concentrarse, controlar conductas impulsivas y mostrar mucha actividad, podría decirse que parecería que tienen un motor por dentro, que jamás se apaga.

 Un niño con TDAH puede presentar las siguientes conductas:

  • Olvidar o perder las cosas con mucha frecuencia.
  • Retorcerse o moverse nerviosamente.
  • Hablar mucho.
  • Cometer errores por descuido o correr riesgos innecesarios.
  • Tener problemas para resistir la tentación.
  • Tener problemas para respetar turnos.
  • Tener dificultades para llevarse bien con otros.

Estas conductas deben prevalecer en el tiempo y estar presentes en varios entornos en casa y en la escuela o en casa y en el trabajo cuando se trata de adultos y además, ser un factor que impide a la persona desenvolverse de manera adecuada.

En el ámbito escolar el TDAH, tiene relación estrecha con dificultades de aprendizaje, puesto que, son niños o adolescentes que demuestran escasa planificación, constantes olvidos de sus textos y poca organización de sus materiales, llegando esto a ser un obstáculo para su correcto desempeño académico. También pueden presentar baja autoeficacia (creer que se puede aprender) y dificultades en el trato con sus pares.

En la actualidad se realiza un tratamiento educativo, porque las guías de práctica clínica lo recomiendan e incluso existen normas o protocolos que lo respaldan.

La intervención educativa más fundamentada señala que, las medidas conductuales, la hoja de registro diario (establecimiento de conductas esperadas y seguimiento continuo de su cumplimiento con refuerzos constantes), las adaptaciones o acomodaciones y la autorregulación beneficiarían a los niños y adolescentes con TDAH.

Entre las medidas conductuales se destaca que, dentro del aula debe siempre existir normas que según Ripoll (2020) deben ser PCPR (pocas, claras, positivas y recordadas con frecuencia). Además, deben ser personales y cara a cara, de una e una, directas evitando sugerir o preguntar invitar a… Finalmente, es importante cerciorarse de que han sido entendidas.

El abandono de la tarea, es una constante en un niño o adolescente con TDAH, por tanto las fichas de autorregulación pueden ser un recurso que les permita realizar una tarea más eficazmente. Las fichas por lo general plantean objetivos, establecen metas y permiten al estudiante monitorear su avance además, de ser un medio de comunicación con la familia que, estará informada del progreso y desempeño de su hijo o hija. Son fichas que, permiten realizar un seguimiento y que, además, fomentan la motivación por el logro de una tarea a través de metas a corto plazo, específicas y con un nivel considerable de reto. 

Para finalizar y no menos importante están las estrategias de organización, al inicio se citó que, muchos niños pierden sus libros, olvidan su agenda y les cuesta planificar o llevar un control de los materiales y recursos que les  permita llevar a cabo sus tareas y actividades académicas. Por tanto, es necesario gestionar el material, por ejemplo, llevar un control de mochila, donde con una ficha recordatoria el niño sepa que allí debe poner la agenda, los libros y cuadernos para realizar sus tareas, también de vez en cuando brindar un espacio para organizar el puesto y retirar material que le distraiga y dejar lo estrictamente necesario (lápiz y borrador). 

Estos son solo algunos ejemplos de lo que podemos hacer dentro del aula de clase, lo importante es que, reconozcamos que son medidas necesarias para apoyar al alumnado con TDAH, y así, brindarle la oportunidad de tener logro y éxito en sus actividades académicas.  (O)

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