Ni violencia, ni silencio: educar para poner límites
No golpes, pero sí distancia. No palabras toscas, pero sí firmes. Le enseñé que incluso extender su brazo frente a un agresor puede marcar un límite claro y respetuoso.
No golpes, pero sí distancia. No palabras toscas, pero sí firmes. Le enseñé que incluso extender su brazo frente a un agresor puede marcar un límite claro y respetuoso.
Seguimos decidiendo en función de quién propone las leyes, no de su contenido. El apoyo se reparte según banderas políticas, no según la pertinencia o la urgencia de las propuestas. Y mientras este juego de poder continúa, la niñez y la adolescencia pagan el precio: siguen desprotegidos, postergados, sin un proyecto de vida garantizado.
Es urgente repensar las metodologías, la formación docente y las rutas pedagógicas para asegurar que todos los estudiantes, sin importar el nivel en el que se encuentren, tengan oportunidades reales de desarrollar su potencial.
Siento que tenemos una deuda inmensa con nuestra infancia y adolescencia. Muchos jóvenes no alcanzan a ver más allá del presente, y ese presente puede convertirse en una trampa si no cuentan con oportunidades ni redes de apoyo.
Desde la experiencia de la crianza, muchos padres podemos estar pasando por alto comportamientos que, aunque silenciosos, son verdaderos pedidos de ayuda. Conductas que claman atención, aunque no lo hagan con palabras.
La educación debe fomentar el pensamiento crítico, el discernimiento y la capacidad de enfrentarse al mundo real. Solo así garantizamos que los niños sean capaces de resolver problemas y no solo memorizar teorías.
En el ámbito educativo, muchas mujeres han sido pioneras en abrir camino y transformar la enseñanza.
Como docentes, debemos ver a la IA como una aliada y no como una enemiga, pero también tenemos el reto de diseñar procesos de evaluación en los que funcione como un recurso de apoyo y mediación, y no solo como una vía para el facilismo académico.
Ecuador debería ser un país de oportunidades, donde el talento permanezca y se potencie, donde no se rompan vínculos familiares y afectivos. No solo es importante mitigar el dolor y las consecuencias que esto trae, es necesario abordar las causas estructurales que obligan a los ecuatorianos a migrar.
Ojalá que alguno de los candidatos proponga un plan más integral y menos populista, que mejore las condiciones educativas, recreativas y las oportunidades de vida para los tantos jóvenes que, lejos de nuestras realidades, escuchan balaceras, ven a sus vecinos ser acribillados o, peor aún, enfrentan amenazas directamente.
La vida de estos cuatro niños, además, estaba en proceso de desarrollo, en un entorno vulnerable y desventajado. Su desaparición y muerte no solo es injusta, sino que también subraya nuestra falta de empatía y humanidad.
Podemos tener luz, pero por dentro estamos apagados. Hasta que estos niños no regresen, no habrá verdadero brillo de esperanza.
Que esta Navidad no sea solo una más, marcada por la entrega de regalos. Démosle un sentido más profundo colaborando con los demás, compartiendo lo que tenemos y lo que somos. Porque al dar, recibimos bienes que no se ven, pero que enriquecen el alma: amor, gratitud y paz interior
Todos deberíamos estar "donde el sol brille" porque seguro será donde mejor aporte brindemos a la sociedad y donde podamos ser más humanos y sobre todo encontraremos la felicidad que trasciende lo material.
Necesitamos empezar a actuar. Ya contamos con una parte esencial, los datos; ahora debemos enfocarnos en la segunda parte, saber qué hacer con ellos y cómo transformar estas cifras en acciones concretas.
Los ecuatorianos somos resilientes. Estudiantes y docentes se esfuerzan por adaptarse constantemente; sin embargo, no debería costar tanto. La educación es un pilar fundamental y requiere garantías básicas en infraestructura, incluyendo hoy en día la energía eléctrica.
Si eres maestro y miras que tus estudiantes se frustran frente al fracaso, permite que reconozcan esta emoción, la validen y luego la gestionen desde una visión de qué con esfuerzo y quizá con otras estrategias de estudio podrán alcanzar la meta de aprendizaje planteada.
La vida de los padres de niños y niñas con enfermedades raras o poco frecuentes se llena de desafíos uno de los más fuertes por el componente emocional es el del camino a la aceptación de un futuro no deseado para su hijo, de la idea de la finitud de la vida.
"El mundo necesita todo tipo de mentes". - Temple Grandin