Comenzó llenando a mano un contenedor de 16.000 unidades. Tres años después, la empresa que fundó exporta 120 contenedores al año, procesa 1.500 toneladas de plátano fresco, llega a Estados Unidos, Italia, Reino Unido, España, Emiratos Árabes y forma parte de Pacificfields, un holding con una facturación anual de US$ 2,2 millones. Esta es la trayectoria de Paola Tama, la guayaquileña de 40 años fundadora de Tortis Natural Plant & Chips.
Su camino se construyó sobre años de experiencia profesional, lejos de las líneas de producción. Mientras estudiaba la Licenciatura en Administración Hotelera y Turística en la Universidad de Guayaquil, trabajó en distintas áreas de la industria hotelera. Tras graduarse, ingresó al Ministerio de Turismo del Ecuador, donde permaneció durante cuatro años. Luego cursó su primera maestría en Marketing y Comunicación en la Universidad Espíritu Santo (UEES) y, en 2013, asumió la Dirección Nacional de Comunicación del CONSEP (Consejo Nacional de Control de Sustancias Estupefacientes y Psicotrópicas).
En 2016, decidió emprender bajo un nuevo esquema organizacional, fundando su propia agencia de comunicación, COIN, y colaborando con su esposo, José Gangotena, en su constructora. Años más tarde, en 2021, obtuvo su MBA en IDE Business School.
Durante ese tiempo, Paola y José comenzaron a formar su familia. En 2019, tras una experiencia personal difícil, recuerda: "Vivimos una pérdida muy grande. La idea de Tortis me dio la fuerza para seguir adelante y enfocarme en un proyecto que marcara una diferencia, que tuviera un propósito trascendente y que llevara al mundo lo mejor de Ecuador, este tesoro que tenemos".
Impulsada por esa visión, profundizó en la investigación comercial para alcanzar su objetivo de llevar snacks ecuatorianos a los supermercados del mundo."Quiero que más ecuatorianos se desborden de orgullo al ver productos 'Made in Ecuador' en el exterior".
Ahí fue cuando todo empezó a tomar forma. José transformó la sala de televisión de la casa en un pequeño laboratorio, donde probaron empaques y sabores, con su hijo mayor como el catador final. Constituyeron Tortis oficialmente en 2022, el mismo día que nació su hijo menor.
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Conforme la operación crecía, adquirieron una bodega para la producción y avanzaron con su plan de exportar al Reino Unido. La ecuatoriana apostó por abrirse paso en un mercado exigente, convencida de que obtener los permisos necesarios allí facilitaría la entrada a otros países. La inversión inicial fue de cerca de US$ 55.000, incluyendo la constitución legal, la adecuación de la planta y las certificaciones necesarias para la exportación.
La familia apostó todo, incluso vendieron su cuatrimoto para completar el capital necesario. En conversación con Forbes Ecuador, Tama y su esposo revelaron que, en los inicios, ella trabajaba jornadas de 12 horas y, al terminar, José tomaba el turno nocturno para seguir impulsando la compañía. Además, sus dos hijos mayores participaban activamente, ayudando en el empaque y conociendo de cerca el negocio.
La proyección de la fundadora era exportar cuatro contenedores el primer año, pero cerraron 2023 con 25 contenedores, superando las expectativas. Este crecimiento acelerado los llevó a reinvertir en maquinaria, ya que el trabajo manual resultaba insuficiente para la demanda.
En 2024, Tortis Natural Plant & Chips se integró al holding Pacificfields, junto a Ibernia Capital y Grupo Campana, lo que les permitió ampliar líneas de producción y certificar productos orgánicos. Ese año, ingresaron a cuatro nuevos mercados entre Estados Unidos, Italia, Emiratos Árabes Unidos y España. Además, su capacidad productiva alcanzó las 140 toneladas mensuales, y comenzaron a desarrollar productos a base de yuca y camote.
Pero el camino no fue sencillo. En 2024, enfrentaron los apagones eléctricos que afectaron al país, con cortes de hasta 14 horas diarias, lo que los obligó a invertir en generadores. También tuvieron que trasladar a algunos directivos fuera del país por problemas de seguridad. A esto se sumó la competencia de Colombia, cuyos costos de exportación eran US$ 900 más baratos por carga. Mientras tanto, el sector agrícola enfrentaba problemas como la Sigatoka negra, una enfermedad causada por hongos que afecta la capacidad productiva de los cultivos, y un invierno inesperado en Santo Domingo y El Carmen, que destruyó miles de hectáreas de cultivo. Sin embargo, la postura de la CEO es firme: "Por mi parte, no dedicamos mucho tiempo al problema. Está ahí, le damos 30 segundos... y enseguida: ¿Cómo lo solucionamos? ¿Cómo seguimos adelante?".
También destaca los desafíos inesperados al expandir su marca a nuevos mercados, especialmente en Emiratos Árabes Unidos, donde, además de un marco regulatorio exigente, enfrentaron el reto de adaptar su empaque al idioma árabe. Su equipo invirtió meses en investigaciones y pruebas hasta lograr un producto adecuado para ese mercado.
Gracias a esta mentalidad, la marca proyecta cerrar 2025 con 120 contenedores exportados, lo que representa entre 800.000 y un millón de kg de producto. Además, busca ingresar al mercado asiático, adaptando sabores al gusto local. Hoy, su principal reto es equilibrar el alza en los precios del plátano con la creciente demanda en los destinos donde ya se posicionaron.
De emprendedora a empresaria, Paola Tama recibió el reconocimiento de la Cámara de Comercio de Guayaquil por la internacionalización de su marca. Tortis cuenta además con marca registrada, y ya está disponible en Amazon Estados Unidos.
"Lo importante es estudiar el mercado, pensar en grande y confiar en nuestra materia prima. No hay imposibles". Para Paola, el éxito no está solo en vender, sino en lograr que el cliente vuelva a comprar. Su consejo es claro, conocer a fondo el entorno comercial, tener una estrategia sólida y nunca subestimar el potencial de los productos ecuatorianos porque, como ella afirma, no hay imposibles. (I)