Forbes Ecuador
Carlos Emilio Larreategui  Quito - Ecuador
Innovacion
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Con cifras en mano y una red de emprendedores activa Carlos Emilio Larreategui, vicecanciller de la Universidad de las Américas, explica a Forbes lo que hace Cosmos. Esta incubadora de innovación llega para estructurar los cientos de emprendimientos que se gestan de manera aislada en las aulas y volver el talento emprendedor en un motor de la economía.

23 Julio de 2025 02.00

Todo empezó con una visión. Carlos Emilio Larreátegui, lleva en su ADN no solo la responsabilidad de liderar un proyecto familiar, sino también la convicción de transformar la educación superior en Ecuador. Con una sólida formación en finanzas en George Washington University y dos maestrías en políticas públicas en Oxford, Inglaterra y un MBA en Harvard, EE.UU., también participó en el programa GIMY en Israel e hizo una pasantía en la Nave, el centro de innovación de la comunidad de Madrid. "Reconozco que nunca he sido emprendedor, pero tengo claro que es un punto clave en la educación moderna".

A sus 31 años, está dispuesto en convertir a la UDLA en un hub de innovación. Sostiene que más de 500 emprendimientos se han gestado dentro de la universidad, pero de forma aislada, porque no existía un departamento específico. 

Toma su celular para compartir algunos datos relevantes con Forbes. "Los emprendimientos de la universidad han generado las siguientes cifras: ventas anuales de US$ 30,5 millones, han levantado más de US$ 20 millones de capital y en conjunto hablamos de una valoración total aproximada de US$ 50 millones". Esto es lo que se quiere consolidar en Cosmos, la incubadora de innovación que nació en junio de 2025.

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Larreátegui insiste que no buscan reinventar la rueda, sino construir un ecosistema integrador que en un futuro cercano genere oportunidades de empleo. Según Global Entrepreneurship Monitor, Ecuador está entre los cinco países de la región con mayor actividad emprendedora. "Más del 50% son emprendimientos de subsistencia y 8 de cada 10 fracasan en el primer año de existencia".

Cosmos busca cambiar esta realidad a través de dos programas. El primero es Challenger y está dirigido a ideas en fase temprana. Tendrá una duración de tres meses y ya cuenta con más de 40 inscritos para los 15 cupos existentes. El segundo es Voyager, que apunta a proyectos que facturen US$ 100.000 y que tengan por lo menos cinco empleados. La inversión anual es de US$ 100.000 en cada programa y ya existen alianzas con Endeavor, AEI y Buen Trip e incubadoras internacionales.

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Con entusiasmo añade que con la oficina de transferencia tecnológica vinculan a la academia con la industria. En 2024 se registraron dos patentes y otras siete están en curso. En este proceso la inversión supera el medio millón de dólares. 

Larreátegui resalta el desarrollo de una silla de ruedas que se mueve con el pensamiento y otro más innovador: la identificación de unas vacas con una mutación genética natural que produce leche A2A2, ideal para personas con intolerancia a la lactosa. Una industria local ya ha adquirido esta tecnología. "Estamos enfocados en volver sueños en realidades y ayudar al resto en el camino", afirma, mientras aclara que Cosmos no es un fondo que invierte capital directamente, sino que ofrece herramientas, asesoría jurídica, mentorías, tecnología y contactos estratégicos. El único requisito es ser parte de la comunidad UDLA, ya sea como estudiante, exalumno o profesor.

Esta incubadora de emprendimientos representa una evolución hacia la innovación para los 18.000 estudiantes de este centro de estudios. "No basta con tener ideas. Necesitamos crear estructuras para que esas opciones se conviertan en empresas reales, que generen empleo y prosperidad", concluye Larreátegui. (I)

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