Forbes Ecuador
22 Julio de 2025 11.21

Daniela García Noblecilla

Los transformadores ambateños que llegan a 14 países del continente

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Una empresa ambateña con 45 años de historia exporta el 65 % de su producción de transformadores a 14 países del continente. En 2024, facturó US$ 27 millones. Su fórmula: un joven gerente que desarrolla calidad, personalización y tiene mucha entrega.

La energía mueve al mundo, literalmente. Para encender una bombilla o  alimentar una planta industrial, la electricidad es el motor silencioso de la vida moderna. La demanda energética no deja de crecer y la transición hacia fuentes más sostenibles se acelera. Por eso, el negocio de los transformadores eléctricos cobra un mayor protagonismo. Apostar por su fabricación es una puerta de entrada a plazas que requieren soluciones cada vez más innovadoras y más exigentes. ¿Es retador? Sí. ¿Es apasionante? Sí. Es lo que le da vida a una compañía ambateña que exporta el 65 % de su producción.

En otra de las aventuras de Forbes Ecuador, Ambato nos recibió con esa mezcla peculiar de clima andino. Un sol que encandila a media mañana y un viento frío que golpea las mejillas. A más de 2.800 metros de altura, en las afueras de la ciudad, se levantó una de las joyas de la provincia de Tungurahua. Nos referimos a Ecuatran. Fue la primera en instalarse en esta zona y marcó el inicio del desarrollo de un parque industrial que hoy abarca cerca de 50 hectáreas. 

Su predio se extiende sobre 56.000 metros cuadrados, donde operan dos plantas que suman alrededor de 6.000 metros cuadrados de infraestructura construida. En una se ensamblan transformadores de distribución, con áreas eléctricas y mecánicas. En la otra, se fabrican transformadores de potencia. Proyectan tener una fábrica de metalmecánica que permitirá ampliar su capacidad. 

En la cabeza de esta operación está José Montalvo. Ambateño, tiene 35 años y lleva nueve en la firma. Su camino no fue lineal, pero sí estratégico. Estudió Economía en la Universidad Católica del Ecuador y empezó su carrera profesional en la Superintendencia de Control de Poder de Mercado, donde se dedicó al análisis de diferentes sectores desde el área de estudios de mercado. Fue esa etapa la que despertó su curiosidad por entender los engranajes de diferentes sectores. 

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Luego, decidió formarse más y viajó a España, donde realizó una maestría en Economía y Negocios en la Universidad Autónoma de Barcelona. A su regreso al país, trabajó brevemente en el sector automotriz hasta que, en 2017, dio el salto a Ecuatran y apostó por su crecimiento profesional. "Siempre digo en la vida, no todo es dinero (...) tomé un riesgo importante pensando en mi desarrollo profesional, no solo en el tema económico, sino por mi potencial". 

Empezó como subgerente financiero, pero con el tiempo asumió nuevos retos. Primero lideró las áreas de compras y cadena de suministro, luego también lo comercial y financiero. Durante la pandemia, atravesaron una crisis que reconfiguró la estructura organizacional. Montalvo asumió la gerencia general de toda la operación. Su desempeño fue evaluado por el grupo empresarial mediante un proceso técnico y acompañado por expertos externos. Fue una transición ordenada.  

Ecuatran Ambato - Ecuador
José Montalvo, de 35 años, en una las plantas de Ecuatran en Ambato. Fotos: Armando Prado.

La compañía forma parte del grupo Plasticaucho, fabricantes de la línea de calzado Venus. En 2023, la misma registró ingresos por más de US$ 100 millones, según la Superintendencia de Compañías. La historia de Ecuatran comenzó en 1979, cuando un grupo de ejecutivos ambateños —visionarios y decididos— luchó por levantar esta industria en su propia ciudad. Una alianza con una firma belga permitió sentar las bases de lo que más tarde sería una empresa 100% ecuatoriana. Décadas después, Plasticaucho adquirió la mayoría accionaria. 

La energía eléctrica es una necesidad constante y creciente. En esta cadena que va desde la generación hasta la distribución, los transformadores cumplen una función clave: adaptan los niveles de voltaje para que la energía sea utilizable y segura. Hoy, la corporación opera principalmente en la etapa de transmisión para distribución, con planes de expandirse hacia tramos intermedios del proceso. 

A diferencia de otros sectores más predecibles, dice este ejecutivo, cada transformador es un traje a la medida y está diseñado desde cero para responder a una necesidad puntual. "Aquí tenemos retos todos los días. Cada hora estamos solucionando problemas, adaptándonos a las necesidades". Así, asegura Montalvo, se diferencian y se mantienen en una constante curva de aprendizaje. La dinámica de este sector exige un equipo de genios en ingeniería, diseño, innovación y relaciones internacionales que se entrelazan con proveedores del mundo. 

Antes, dependían del Estado. "Nos dejó un gran aprendizaje: no podemos depender siempre del mismo cliente", dice Montalvo. A partir de ese momento, diversificaron sus canales de venta y establecieron cinco líneas: exportaciones, sector público, clientes industriales, proyectistas y distribuidores en Ecuador. Hoy, cerca del 65 % de su producción sale del país y aunque el sector público es relevante, la independencia comercial se convirtió en una prioridad.

Ecuatran buscó abrir nuevos mercados y fortalecer su presencia internacional. El resultado: transformadores ecuatorianos llegan ahora a 14 países del continente americano. Canadá, Estados Unidos, Panamá, Costa Rica, Guatemala, República Dominicana y Colombia son algunos de los principales destinos. "Nuestra primera exportación fue en 1999, pero la fuerza real del plan internacional arrancó en 2019", explica. Hoy, despachan al extranjero alrededor de 400 transformadores al mes. Diseñan alrededor de 1.000 al mes, aunque su capacidad instalada les permite fabricar hasta 2.500 unidades. 

El camino se afianzó aún más después de la pandemia. Un periodo que los obligó a adaptarse con rapidez, identificar oportunidades y a acelerar su expansión. Entre 2021 y 2024, la estrategia dio frutos. Tuvieron una facturación de más de US$ 27 millones en 2024, de los cuales US$ 17 millones provinieron de ventas en el exterior.

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La tecnología suele asociarse con potencias como Europa o Estados Unidos, pero esta empresa ecuatoriana rompe el molde. "Lo que nos diferencia es la calidad, la personalización y la atención cercana". Su propuesta de valor está en los diseños específicos, como una receta única para cada cliente. "Aquí no hay imposibles (...) Puedo decir que hay varias mentes maestras y no me llevo yo el crédito, sino más bien agradezco y comparto el conocimiento de nuestra área de ingeniería, creo que es muy fuerte. Tenemos muchísimo que aprender todavía, pero creo que es un área robusta". 

Con un equipo de 272 colaboradores, esta organización se sostiene sobre el trabajo coordinado de mentes enfocadas en innovar constantemente. "Siempre estamos buscando cómo ser más productivos, más eficientes, cómo mejorar", dice su CEO. Cerca del 70 % del talento humano se concentra en operaciones, un área que exige alta especialización en procesos como soldadura o electrónica. 

Hace poco, se invirtió cerca de US$ 5 millones en un nuevo galpón desde donde ya se elaboran transformadores de primera línea de transmisión. "Son unidades de gran magnitud; cada uno puede tardar entre 250 y 270 días en fabricarse". Lograron elaborar hasta 24 de este tipo al año.

Detrás del liderazgo de José Montalvo, hay una historia personal marcada por el esfuerzo, el apoyo familiar y la determinación. "Cuando decidí seguirme preparando después de la universidad, mis padres confiaron en mí sin cuestionarlo", recuerda. Luego, el amor también hizo parte. Fue junto a su esposa con quien tomó la decisión de regresar a Ecuatran, una elección que definió el rumbo de su carrera. Hoy, sus dos hijas pequeñas —de tres y casi dos años— son su mayor inspiración. A ellas quiere transmitirles el valor del trabajo, la perseverancia y el respeto y enseñarles con el ejemplo que los sueños se alcanzan con resiliencia y valentía. (I)

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