La pandemia generó niveles de deuda global que no se veían desde la Segunda Guerra Mundial
Las consecuencias económicas de la pandemia repercuten en todo el mundo. Inflación y deuda son los dos problemas principales y los niveles rompen récords históricos.

Por la pandemia del coronavirus, la situación económica global vive situaciones que solo se experimentaron en momentos de guerras o catástrofes internacionales. Los procesos inflacionarios están en todas las naciones y algunas de ellas, como es el caso de Estados Unidos, ya anuncian medidas con las que planean cambiar esto para el 2022. 

En ese contexto, un informe llevado a cabo por el Fondo Monetario Internacional muestra que durante el 2020 se vivió el mayor aumento de la deuda en un año desde la Segunda Guerra Mundial. “La deuda mundial aumentó 28 puntos porcentuales a 256% del PBI global”, comentaron Vitor Gaspar, Paulo Medas y Roberto Perrelli en un texto que el organismo publicó. 

Uno de los puntos claves que destacan los especialistas es que durante el próximo año los gobiernos deberán encontrar un punto de equilibrio entre el fuerte endeudamiento y la suba de la inflación. "Un endurecimiento importante de las condiciones financieras agudizaría la presión sobre los gobiernos, los hogares y las empresas más endeudados", explicaron en ese sentido. 

Aumento de la dueda global.

Según el informe, para encontrar un momento en la historia donde se haya tomado tanta deuda en un año hay que remontarse a la Segunda Guerra Mundial. Si bien antes de la pandemia los niveles de endeudamiento eran elevados, nunca se equipararon con los de aquel momento donde la humanidad sufrió uno de sus peores enfrentamientos bélicos. 

"Los Gobiernos se enfrentan a un mundo con niveles inusitadamente altos de deuda pública y privada, nuevas mutaciones del virus y creciente inflación", comentaron desde el Fondo Monetario Internacional. En esa línea, suman que las políticas monetarias hoy se reorientan hacia el aumento de la inflación.

“El endeudamiento púbico contribuyó un poco más de la mitad del aumento, y el coeficiente de deuda pública se disparó a un nivel sin precedentes de 99% del PBI; y la deuda privada de empresas no financieras y hogares también alcanzó nuevos máximos”, explican.

Aumento de la dueda global.

Según el FMI, las economías avanzadas y China representaron más de 90% de los US$ 28 billones en que aumentó la deuda en 2020 mientras la mayoría de las economías en desarrollo se enfrentan a un acceso limitado a los fondos y a menudo con tasas de interés más altas.

"Si los sectores público y privado se ven obligados a desapalancarse simultáneamente, las perspectivas de crecimiento se empañarán", indicaron los autores del informe. Tanto los países de mercados emergentes como los de bajo ingreso enfrentan coeficientes de deuda elevados debido a una fuerte reducción del PBI nominal en 2020.

La deuda pública en los mercados emergentes alcanzó máximos sin precedentes y en los países de bajo ingreso aumentó a niveles no observados desde 2000. El fuerte aumento de la deuda estuvo justificado por la necesidad de "proteger la vida de las personas, preservar los empleos y evitar oleadas de quiebras", explicaron, y resaltaron que "si los gobiernos no hubieran tomado medidas, las consecuencias sociales y económicas habrían sido devastadoras".

FMI

Pero la escalada de la deuda amplifica las vulnerabilidades, sobre todo a medida que las condiciones de financiamiento se tornan restrictivas. Los mayores niveles de endeudamiento limitan en muchos casos la capacidad de los gobiernos para apoyar la recuperación y la capacidad del sector privado para invertir a mediano plazo.

Por ello, consideraron que un "desafío crucial" radica en "encontrar la combinación justa de políticas fiscales y monetarias en un entorno de deuda elevada y creciente inflación".

Los especialistas alertaron que "es posible que se agudicen las preocupaciones en torno a la sostenibilidad de la deuda" e indicaron que "los riesgos se verán amplificados si las tasas de interés mundiales aumentan más rápido de lo previsto y si el crecimiento es vacilante".

Flexibilidad, agilidad para adaptarse a las circunstancias y el compromiso con planes fiscales a mediano plazo creíbles y sostenibles son factores que reducirían las vulnerabilidades de la deuda y facilitarían la tarea de contener la inflación.