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¡S.O.S.! O se cambia la estrategia o el cáncer ganará la guerra

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Durante dos horas, especialistas en el tema analizaron la realidad y el futuro de una enfermedad que amenaza con atacar a millones de personas en el planeta y en el país. Así lo vieron ellos en el desarrollo del Summit 'Hablemos de cáncer, su realidad y futuro', el 16 de marzo de 2022.

16 Marzo de 2022 21.52

Aún pesar de las batallas que se ganan, el mundo, y particularmente Ecuador, siguen, al menos en las proyecciones, condenados a perder contra una enfermedad con un gran poder de adaptación y ataque. En el país, la lucha es desigual y las entidades públicas y privadas, por momentos, se sienten impotentes. En el medio, pacientes sin recursos que ven apagarse su vida. ¿Hay esperanza? Los panelistas del Summit organizado por Forbes Ecuador y patrocinado por Merck creen que sí, pero se requiere redoblar esfuerzos y un cambio de chip en el sistema de salud. 

La conclusión de Jorge Moncayo, presidente de la Sociedad Ecuatoriana de Oncología, englobó todo el concepto de hacia dónde deben dirigirse los esfuerzos. “Si no se fomenta el autocuidado, la prevención, el tamizaje y diagnóstico precoz no vamos a cambiar nada en torno al cáncer. Y seguiremos en 30 años en el mismo punto".

O peor. Aunque Wali Mushtaq, presidente de la Sociedad Ecuatoriana de Oncología Núcleo Pichincha, expresa que el cáncer no es sinónimo de muerte, sino de tenacidad y de lucha, gracias a la investigación científica que avanza cada año, mencionó cifras que inquietan: a escala mundial existen más de 19 millones de personas enfermas con algún tipo de cáncer y esa cifra se duplicará en los próximos 20 años y 16 millones de pacientes con esta enfermedad podrían fallecer. 

En el caso puntual de Ecuador, la Organización Mundial de la Salud (OMS) dice que se registran 156 casos por cada 100.000 habitantes y según Mushtaq se calcula un incremento de casos en un 48% hasta el año 2040. “La evolución de la enfermedad a escala global dependerá de la economía de cada país, de los recursos que tengan para investigación y de sus respectivos sistemas de salud”.

No obstante, según Henry Caballero, director Médico de la Sociedad de Lucha Contra el Cáncer (Solca) Quito, hay que ir más allá de las cifras y analizar la gran capacidad de adaptación y ataque que tiene esta enfermedad. “Los cambios de hábitos y de costumbres pueden incidir directamente en el desarrollo de cáncer en otras partes del organismo. El incremento del cáncer, por ejemplo de mama, probablemente se debe a amamantamientos cortos”. 

Guillermo Paulson, miembro del Consejo Directivo de Solca, dio a conocer que a escala global los tipos de cáncer que más afectan a la población son el de mama, en las mujeres, y el de próstata, en el hombre. En Ecuador se repite esa tendencia y se suma el cáncer de estómago que está creciendo. Sin dar cifras dijo estar sorprendido por la incidencia de cáncer de tiroides en especial en las mujeres. “Si bien hoy vivimos más, las mujeres y los hombres están más expuestos y sino investigamos más vamos a estar desbordados en las próximas décadas”, pronosticó.

En el foro también participó Hugo Romo, Director del Seguro General de Salud Individual y Familiar del Seguro Social. En su intervención citó datos del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC), según los cuales en 2019 se registraron 47.000 egresos de personas con cáncer en hospitales y clínicas del país. Además se contaron cerca de 17.000 fallecidos. En 2020, un año atípico, las cifras fueron de 36.000 egresos y 14.000 fallecidos.

Al analizar las posibles soluciones para enfrentar esta enfermedad Romo habló de la necesidad de contar con un fondo solidario, tal como en otros países. “Tener un fondo solidario es imprescindible para cubrir los tratamientos de cáncer. Los medicamentos son costosos y un tratamiento puede tener un costo de US$ 100.000 o más”.

Otra reflexión de Romo tuvo que ver con las frustraciones de los médicos según el paciente y el lugar donde ejerce la medicina. “La postura de un médico varía según el lugar de trabajo. Es distinto atender a un paciente con seguro privado que a uno sin seguro. La falta de recursos frustra a cualquier médico”.

Los panelistas coincidieron en la necesidad de una política pública bien enfocada en el tratamiento de cáncer, así como en respetar las investigaciones científicas. “La ciencia siempre está por encima de todo” fue una de las frases que dejó el encuentro. (I)

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