La hermana República Argentina está ahogada en dificultades económicas siendo el país con la mayor deuda externa mundial en 130 billones de dólares, con 45 millones de habitantes, un desempleo formal del 7,6%, donde 1 de cada 4 ciudadanos percibe algún tipo de ayuda o beneficio estatal que lo deben pagar los otros 3. Además, la inflación mensual es del 12% y la anual llegará al 190% o más a diciembre de este año; esto se parece al Ecuador en 1999 antes del detestado feriado bancario.
En octubre no sólo se juega la suerte de nuestro país en las urnas, también de la Albiceleste con elecciones generales presidenciales donde tienen tres opciones: 1. continuidad con Sergio Massa, candidato del peronismo con el apoyo Cristina Fernández de Kirchner; 2. cambio moderado con la candidata de Mauricio Macri, Patricia Bullrich; 3. El libertario “revolucionario” Javier Milei.
La propuesta in extremis de Milei es la dolarización a los 2 años de gobierno ¿Algo loco? o ¿lo más cuerdo? Para ello hay que sentir y oler lo que está pasando en la economía y en el comercio. Los empresarios no tienen dólares para comprar materias primas y equipos, el dólar blue o mercado paralelo ya está al doble del dólar oficial, más de quince tipos de cambio gubernamentales, impuesto a las exportaciones, inflación de las más altas del planeta, los nuevos billetes de dos mil pesos apenas achican el peso en el bolsillo. Los inmuebles y vehículos se anuncian y se tranzan en moneda verde.
Ciento treinta y siete economistas argentinos presentaron una carta abierta en contra de la dolarización. ¿Nacionalismo necio o shunsho de mantener una moneda propia? Solo beneficia al político de turno y unos exportadores. La ventaja de tener moneda extranjera es que el Banco Central controlado por el poder político no tiene la máquina de imprimir billetes -que Argentina imprime dos mil millones de pesos por mes- o el dólar eléctrico... o algo parecido, porque los políticos piensan en su propio beneficio cortoplacista para mantenerse en el poder.
Los ecuatorianos nos olvidamos de la inflación como un factor diario o hablar del valor del sucre en moneda extranjera. En la calle los jóvenes de la celeste y blanca más la clase media va por este cambio por la dolarización. ¿Qué pueden perder? ¿La convertibilidad no les funcionó que duró casi 11 años (1991-2002)? ¿Ahora sí funcionará la dolarización? La realidad es que tienen más que zozobrar si no se dolarizan, desean ordenar la casa y las finanzas. La gente busca planificar su futuro, una vivienda, un viaje o un automóvil. Milei busca esto y dijo que “los salarios van a volar por las nubes”, a lo cual no vuelan, pero no bajan y el dinero no pierde su valor.
Los campeones del Mundial de Qatar en menos de un mes escogerán su futuro, más que un partido de fútbol será su década económica. (O)
