La ecuatoriana que investiga el lado oscuro del universo
Rechazada del programa de ingeniería civil, descubrió por accidente su verdadera pasión: la astronomía. Silvana Delgado Andrade, de 28 años, es la segunda mujer ecuatoriana en obtener un doctorado en esta rama. Su investigación, enfocada en la dinámica estelar de galaxias masivas de rotación rápida, aporta importantes avances al estudio de la evolución galáctica y los agujeros negros.

Julissa Villanueva Periodista

Silvana Delgado Andrade quería seguir los pasos de su abuelo y de su hermano, ambos ingenieros civiles. Sin embargo, al no ser aceptada en el programa de ingeniería, la vida la empujó hacia un rumbo inesperado: la astronomía. "Creo que fue la pieza que me faltaba, la chispa que le dio sentido a todo", recuerda.

Aunque nació en Manabí, su vida transcurrió entre Guayaquil y varias temporadas en Estados Unidos. A los 15 años emigró definitivamente, cursó el colegio y entró a la universidad en ese país. Fue allí donde tomó su primera clase de astronomía y quedó atrapada para siempre por el misterio del cosmos. 

Como amante de los números, el cálculo y la física le recomendaron seguir un curso de astronomía para pasar el sabor amargo de su primer rechazo académico. Conectó con la pasión que el profesor explicaba y descubrió que podía obtener un título en astrofísica. "Ese primer día de clases me dije: 'esto es todo, es lo que quiero hacer el resto de mi vida". 

Ahora, a sus 28 años, completó su doctorado en Astronomía en la Universidad Texas A&M, en mayo de 2025. El camino no fue sencillo: enfrentó barreras que iban desde dominar el lenguaje técnico en inglés, hasta abrirse paso como mujer latina en un campo donde aún persiste la idea de que es territorio masculino. Supo adaptarse, construir comunidad y, en el proceso, encontró un entorno en el que también existe interés por despertar la participación de más latinos en la ciencia.

Ama la comida ecuatoriana y no pierde ocasión de compartirla con extranjeros: se derrite por un buen choclo asado con queso, un seco de pollo o un encebollado. Eso sí, confiesa entre risas que no le gusta la sal prieta, motivo suficiente para que sus amigos manabitas le bromean con "quitarle la cédula".

Referentes de inspiración

Silvana Delgado Andrade reconoce que su inspiración proviene de múltiples figuras científicas, sociales y culturales, así como de su familia: su mamá, quien la acompañó y apoyó en toda su formación, y su papá, quien también estuvo presente desde su infancia, a pesar de que sus caminos tomaron rumbos distintos.

Su hermano mayor, quien le enseñó el concepto de Física a sus 13 años; y sus otros dos hermanos, educadores, de quienes adquirió el deseo de enseñar sobre lo que conoce.

Entre sus referentes destaca Albert Einstein, figura clave para su interés en la ciencia, especialmente cuando recibió como regalo el libro sobre la Teoría de la Relatividad, un momento decisivo que fortaleció su vocación científica.

Entre las figuras que más admira, menciona a Jane Goodall, científica británica reconocida por descubrir la relación entre chimpancés y humanos, demostrando que no somos los únicos en usar herramientas y que estos primates viven en sociedades complejas. Goodall, activista y mensajera de paz de las Naciones Unidas, ha inspirado profundamente a Silvana no solo por sus aportes científicos, sino por su mensaje de unidad, paz y respeto por la naturaleza. Además, porque inició su investigación a los 26 años y hoy, a los 91, sigue firme e inspirando a las nuevas generaciones de mujeres científicas. 

"La semana pasada la vi en vivo y lloré como 10 minutos, porque estaba demasiado emocionada. Ella brindó cuatro charlas en Estados Unidos y una de esas fue dos horas en mi ciudad. Compré los tickets hace tiempo", menciona. 

También reconoce la influencia de Alexandria Ocasio-Cortez, congresista estadounidense, por su lucha por la justicia social y por enfrentar un entorno político dominado por hombres. Con 35 años, se convirtió en la más joven en ocupar un cargo en el Congreso. Asimismo, menciona a Oswaldo Guayasamín, el renombrado artista ecuatoriano, como una fuente de inspiración por su obra y su compromiso con la grandeza cultural de Ecuador y Latinoamérica.

Una comunidad de 'astros'

En Ecuador no existe aún una carrera de astronomía consolidada. Sin embargo, Silvana forma parte de un grupo de menos de 10 astrónomos en el país. Ella creó el grupo de WhatsApp, que tiene como nombre 'Ecuastrónomos', donde comparten proyectos y sueñan con expandir el campo. 

Ha participado en iniciativas como 'Sembrando Estrellas', en Quito, organizado por la Dra. Daniela Galárraga, la primera astrofísica ecuatoriana que realizó sus estudios de posgrado en el Instituto Max-Planck de Astrofísica (MPA), Alemania. Ella trabaja en la relación entre la estructura a gran escala y la formación de galaxias.

El plan es replicar una iniciativa similar a la de Quito, en Guayaquil, pero dependerá de cómo logran conectar con la academia, sector público y/o privado. 

"En la costa de Ecuador aún no existen oportunidades para estudiar astronomía como carrera, aunque la comunidad astronómica del país está creciendo. En Quito hay más actividad, ya que algunos astrónomos dictan clases de Física". Su meta es lograr la formación de nuevas generaciones de ecuatorianos en esta rama.  

Silvana Delgado tiene un PhD en astronomía. Fotos: Robinson Chiquito

Cuando el cosmos se vuelve laboratorio


Su investigación doctoral se centra en los agujeros negros supermasivos y la materia oscura, fenómenos invisibles pero esenciales para entender cómo evolucionan las galaxias. "Estudio objetos enigmáticos que no emiten luz, pero que son claves para comprender el universo", explica. Por eso, suele referirse a su trabajo como 'el lado oscuro del universo'.

Formó parte de uno de los proyectos internacionales más ambiciosos para estudiar galaxias gigantes: el MASSIVE Survey. Junto con Jacob Pilawa y otros seis científicos, investigaron la relación entre estas galaxias masivas y sus agujeros negros centrales supermasivos (con masas que van desde 100 mil hasta mil millones de veces la del Sol).

Existen cerca de 150 galaxias en las que se ha logrado medir directamente la masa de su agujero negro central mediante dinámica estelar, una técnica compleja que rastrea el movimiento de las estrellas a través de espectroscopía. Para las galaxias más masivas, estas mediciones son aún más escasas.

En ese contexto, la ecuatoriana radicada en Estados Unidos estudió la galaxia NGC 2693, combinando datos del telescopio Gemini, del Telescopio Espacial Hubble y del Harlan J. Smith en Texas. El análisis reveló que su agujero negro tiene una masa de 1.700 millones de soles y que, aunque aparenta ser simétrica, en realidad es triaxial, es decir, torcida en tres direcciones. Explica que NGC 2693 se convierte así en una de menos de siete galaxias en el mundo en las que se ha aplicado un modelado tan complejo, demostrando que usar métodos simples puede llevar a errores al medir el corazón mismo de estas estructuras cósmicas.

En su segunda investigación, Silvana analizó junto a otros 12 científicos, la estructura estelar de 16 galaxias del MASSIVE Survey, nunca antes modeladas dinámicamente y entre las más masivas y rápidas del universo cercano. Con espectroscopía integral del Mitchell Spectrograph y observaciones en infrarrojo del telescopio Canada-France-Hawaii, logró medir por primera vez la fracción de materia oscura en sus regiones internas, un avance clave para comprender cómo se forman y evolucionan las galaxias gigantes.

Profesora y comunicadora

Actualmente, enseña física en una universidad en Texas. Pero su propósito mayor es regresar a Ecuador para combinar la investigación con la educación y la divulgación. Más que científica, dice que se considera una comunicadora. Quiere ser un puente entre la ciencia y los jóvenes.

"Recién llevo un mes como profesora y ha sido un cambio grande", cuenta. Es maestra de Física I y II de jóvenes de primer y segundo año en un pequeño college de Estados Unidos y lo percibe como un entrenamiento en sus planes. "Estoy acostumbrada a ser estudiante toda mi vida. Un investigador es, en realidad, un estudiante que hace preguntas sin respuestas. Ahora estoy del otro lado, y es diferente".

Aunque disfruta la experiencia docente, su brújula sigue apuntando hacia la investigación en agujeros negros supermasivos y materia oscura. Quiere volver a Ecuador algún día como educadora, y mientras tanto, espera decisiones sobre nuevas oportunidades, que podrían llevarla a un observatorio en Hawái o en Brasil.

Silvana Delgado, a sus 28 años, completó su doctorado en Astronomía en la Universidad Texas A&M. Fotos Robinson Chiquito

Entre estrellas, deportes extremos y montañas

No solo mirar al cielo. En su tiempo libre, Silvana se dedica a escalar montañas. Formó parte del equipo de escalada de Texas A&M, donde incluso llegó a subir al podio en competencias. Ahora, cada vez que regresa a Ecuador, durante vacaciones, busca nuevas rutas de montaña.

De niña bailaba en una academia llamada Nova Danza, boxeaba con su hermano y jugaba en un equipo de fútbol. A los 15 años se atrevió a practicar puenting en Baños: "Me lancé de un puente dos veces". Esa mezcla de disciplina y adrenalina le enseñó una lección que hoy guía su vida: a veces es necesario lanzarse, pero con la confianza que dan la preparación y la convicción.

Silvana sabe que abrirse camino como mujer científica no es fácil, pero quiere que su historia motive a otras niñas y jóvenes. Su mensaje:

"Que nunca se limiten por pensar que no hay oportunidades. El universo es infinito y así deben ser nuestros sueños. Si alguien te dice que no, busca otro camino; ese 'no' puede ser el inicio de tu verdadera vocación". (I)