El impulso arrollador de la inteligencia artificial hacia el dominio de la infraestructura tecnológica global desató una demanda masiva por componentes de memoria y almacenamiento, con consecuencias directas para los consumidores: las actualizaciones de PC o equipos para juegos cuestan mucho más que hace apenas unos meses.
La inversión superior a US$ 1,1 billones en infraestructura para centros de datos de IA orientó la producción hacia contratos empresariales más rentables, vació el stock disponible para el público general y disparó los precios de la RAM y los SSD, según informó PCWorld. Lo que antes representaba una mejora accesible hoy obliga a reconsiderar presupuestos.
Según Ars Technica, entre agosto y noviembre el precio promedio de la RAM trepó 208,2%, mientras que los SSD aumentaron 48,8%. En algunos casos, las cifras resultan insólitas: el kit de RAM Team T Force Vulcan, muy utilizado en PC gamer, pasó de US$ 82 a US$ 310, un salto del 278,1%.
Esa escasez también afectó al segmento de alta capacidad. Tom's Hardware informó que algunos kits de DDR5 de 64 GB se venden cerca de los US$ 600, unos US$ 200 más que una PlayStation 5 Slim.
El efecto dominó del auge de la inteligencia artificial impacta de lleno en la estructura de los centros de datos, pero también golpea al bolsillo de quienes buscan actualizar sus equipos personales. Las empresas fabricantes orientan su producción a contratos empresariales más rentables, mientras los consumidores tradicionales enfrentan precios que ya dejaron de ser razonables.
¿Por qué la inteligencia artificial encarece las actualizaciones de PC y consolas de videojuegos?
El aumento en los costos está relacionado con la forma en que funciona la industria de fabricación de chips de memoria, que cuenta con una capacidad limitada. Una parte significativa de esa capacidad se destina a pedidos grandes y de alto margen asociados a la inteligencia artificial generativa, según PCWorld. Al mismo tiempo, la poca oferta que queda se asigna, en su mayoría, a fabricantes de PC como Lenovo, en lugar de destinarse al canal minorista, informó esa misma publicación.
¿Quién se beneficia de la escasez y quién no?
Lenovo, con sede en Pekín, figura entre los que salen ganando. La empresa acumuló suficiente memoria para cubrir sus necesidades durante lo que queda de este año y todo 2026. Así lo explicó su director financiero, Winston Cheng, a Bloomberg, y justificó la decisión en un contexto en el que los precios se ubican cerca de 50% por encima de los niveles habituales. Apple también recibió una mirada favorable.
El analista de Morgan Stanley, Erik Woodring, la describió como uno de los fabricantes de hardware "más aislados" frente a la escasez de memoria y la señaló como su único "fabricante de equipos originales estadounidense con calificación de sobreponderar", lo que implica que espera que su acción rinda por encima del promedio, según publicó Seeking Alpha. Otros, en cambio, enfrentan más dificultades. Morgan Stanley rebajó la calificación de Dell, junto con otras seis compañías de hardware, de sobreponderar a infraponderar. Según CNBC, los analistas consideraron que esas firmas están demasiado expuestas al aumento en los costos de la memoria.
Nota publicada por Forbes US