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Liderazgo

La enóloga que revoluciona el espumoso argentino con mirada global y liderazgo joven

Martina P. Veneziani

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Con solo 32 años, se convirtió en la primera mujer en asumir el rol de Chef de Cave en Chandon Argentina, liderando la elaboración de los espumosos más prestigiosos del país. Desde Mendoza al mundo, su visión moderna, su enfoque en la innovación y su liderazgo fresco están transformando una industria históricamente masculina.

3 Mayo de 2025 14.45

A los 32 años, Ana Paula Bartolucci hizo historia en la industria vitivinícola argentina. Fue nombrada Chef de Cave de Chandon Argentina, la primera mujer en ocupar ese cargo clave en una de las casas de espumosos más reconocidas del mundo. Pero más allá del título, lo que realmente marca un antes y un después es su forma de entender el vino, el liderazgo y la innovación. "Es uno de los grandes pasos de mi vida, seguro. Pienso que es consecuencia del trabajo y la dedicación", dice con sencillez en diálogo con Forbes Argentina.

Nacida en San Martín, Mendoza, en pleno corazón vitivinícola, Bartolucci creció con una conexión orgánica con la tierra, las vides y el vino. Estudió enología en la Universidad Don Bosco, y desde sus primeros pasos se propuso algo claro: profesionalizarse al máximo, sumar experiencia, y romper techos. Su trayectoria la llevó a trabajar en bodegas de Argentina, Sudáfrica y España, donde no sólo perfeccionó técnicas, sino que, como ella misma cuenta, aprendió una lección vital: "El vino une. Une culturas, amigos, familias. Cuando uno hace las cosas con pasión, se siente en el producto final".

Hoy, Bartolucci lidera la elaboración de todos los espumosos de Chandon Argentina, incluyendo joyas como el Blanc de Noirs, su favorito personal, y éxitos internacionales como el Garden Spritz, el producto que la catapultó como referente en innovación.

La industria del vino ha sido históricamente un territorio de hombres. Pero Ana Paula no se quedó esperando que las reglas cambien: eligió avanzar con convicción. "Nunca he sentido que ser mujer haya sido una barrera", afirma. "Pienso que depende más de la personalidad de cada uno que del género. Siempre he trabajado con mucha energía, con ganas de aprender y con la certeza de querer crecer".

Esa determinación la convirtió en la quinta Chef de Cave en la historia de la bodega, y en la cara visible de una nueva generación de enólogos y enólogas que entienden el vino no sólo como tradición, sino como lenguaje contemporáneo. Su estilo de liderazgo se apoya en valores como la escucha, la comunicación abierta y el trabajo en equipo: "Venir a trabajar con buena energía y una sonrisa hace que todos podamos dar lo mejor."
 

Garden Spritz: el hito que cruzó fronteras

En 2021, el lanzamiento de Chandon Garden Spritz en Europa sorprendió al mundo del vino. Inspirado en el clásico spritz italiano pero con una elaboración artesanal y un blend secreto de especias y cáscaras de naranja, este espumoso disruptivo se convirtió en un boom de ventas en países como Alemania, Suiza y Bélgica.

"La idea surge de la observación del consumidor. Si por algo nos caracterizamos en Chandon es por leer las tendencias y desarrollar productos que, con la calidad que nos distingue, abran nuevas fronteras", explica Ana Paula. Pero el mayor desafío no fue técnico, sino cultural: "En Argentina, Chandon es sinónimo de espumoso tradicional. Afuera, muchas personas solo conocen Garden Spritz. Entonces tenemos que contar nuestra historia completa, mostrar que también tenemos vinos como el Extra Brut o el Blanc de Blancs, que son productos increíbles".

En un mundo donde las bodegas buscan reinventarse sin perder su identidad, Bartolucci entiende que la clave está en saber cuándo innovar y cuándo pulir lo ya clásico. "Un maestro que trabaja conmigo dice algo que me encanta: 'Podemos permitirnos abrir el abanico dentro de la innovación porque ganamos credenciales con nuestros productos más tradicionales'".

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Ana Paula Bartolucci.

Esa filosofía la llevó a explorar nuevas técnicas, variedades y terroirs. "La innovación no siempre significa romper todo. A veces es afinar, elevar lo que ya hacemos bien. Otras veces, como con Garden Spritz, se trata de proponer algo totalmente nuevo, pero con la calidad de siempre."

Y es que para ella, la calidad no se negocia: "Estar en los detalles siempre va a marcar la diferencia. Desde la cosecha hasta el etiquetado, todo influye en el resultado final".

Su forma de hacer vino parte de una premisa clara: dejar que el terroir se exprese. "Mi filosofía es intentar que se exprese lo mejor de cada materia prima. Que las prácticas enológicas acompañen y potencien las características de cada lugar de Mendoza, y de cada vendimia con sus colores especiales".

Ese respeto por el origen no impide que apueste por estilos nuevos. De hecho, Bartolucci es una de las impulsoras de una línea de espumosos pensados para nuevos públicos: "Hemos logrado tener nuestros vinos tradicionales y a la vez nuestros 'free spirits'. Son vinos espumosos pensados para un consumo más relajado, con hielo, incluso con coctelería".

Este enfoque más fresco y descontracturado le ha permitido a Chandon conectar con una audiencia joven, diversa y global. Pero detrás del éxito, hay una mirada estratégica que entiende al vino como una experiencia que se adapta al estilo de vida del consumidor.

Cuando se le pregunta qué consejo le daría a jóvenes enólogos y especialmente a mujeres que quieren abrirse camino en la industria, Ana Paula no duda: "Hacer vinos es expresar un lugar, una materia prima que nos da la tierra. Esa transformación es lo más lindo, y la dedicación y la pasión juegan un rol fundamental".

Su propio recorrido es prueba de eso. En menos de una década pasó de ser una joven enóloga mendocina a liderar una de las casas de espumosos más influyentes de América Latina. Y lo hizo sin copiar modelos, sino creando el suyo propio.
 

Proyección internacional: las burbujas argentinas en el mundo

Más allá del éxito de Garden Spritz, Bartolucci tiene una visión clara sobre el futuro del espumoso argentino: conquistar más mercados internacionales, pero con una oferta más amplia. "Cuando salimos y probamos nuestros vinos espumosos afuera, estamos totalmente a la altura para competir. Nuestra escena ideal sería mostrar que somos excelentes productores de burbujas".

Chandon ya trabaja en llevar productos como el Extra Brut y el Blanc de Blancs a nuevos países, y Ana Paula es parte activa de esa estrategia, no solo como enóloga sino como embajadora de la marca.

Aunque ha elaborado decenas de espumosos, Bartolucci tiene un favorito claro: el Chandon Blanc de Noirs. "Es 100% Pinot Noir, método tradicional, 24 meses sobre lías. Lo elijo por la complejidad y la riqueza que aporta. Los Pinot de entre 1400 y 1650 metros nos dan una mezcla increíble de frutos rojos y especias, y una boca que nos permite jugar con la estructura de la variedad".

Ana Paula Bartolucci está marcando el pulso de una nueva era en la enología argentina. Con una combinación de conocimiento técnico, sensibilidad para leer al consumidor y valentía para innovar sin perder la identidad, lidera un cambio profundo en cómo se produce y se piensa el vino espumoso en el país. No busca repetir fórmulas: apuesta por crear, por escuchar, por abrir caminos. Y aunque sus vinos ya brillan en las copas de Europa, su misión es más grande: que el mundo reconozca a Argentina como una potencia de burbujas, y que más mujeres puedan llegar -como ella- a lugares donde antes no estaban invitadas.


 

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