Cinco razones por las que Trump debería pensarlo dos veces antes de despedir a Powell, presidente de la Reserva Federal
Aunque el presidente de la Fed es blanco habitual de las críticas de Trump, su eventual salida podría tener efectos contraproducentes para la Casa Blanca. Desde un sacudón en Wall Street hasta trabas judiciales, los costos políticos y económicos serían difíciles de amortiguar.

Donald Trump no oculta su malestar con el manejo de la política monetaria que impulsa Jerome Powell desde la Reserva Federal. Aunque lo eligió para encabezar la entidad en 2017, el presidente de Estados Unidos no pierde oportunidad para criticarlo. Lo llama "Mr. Too Late" cada vez que el Comité Federal de Mercado Abierto de la Fed decide mantener las tasas sin cambios.

Sin embargo, si piensa que remover a Powell anticipadamente puede asegurarle un recorte, podría equivocarse. Aunque Trump reclama con insistencia una baja en las tasas de interés, quitar al titular de la Fed a solo ocho meses del final de su gestión no garantiza ningún cambio inmediato. Incluso, su salida podría generar un cimbronazo en los mercados.

A continuación, cinco motivos que explican por qué a Trump le conviene permitir que Powell cumpla con su mandato como presidente de la Fed:

5. Tiene altas chances de perder en la Justicia.

La Ley de la Reserva Federal, en su Artículo 10, autoriza al presidente a remover a un miembro del directorio por "causa justificada", como corrupción, negligencia o incompetencia. Pero las diferencias políticas, como el desacuerdo sobre el momento para recortar la tasa de fondos federales, no son suficientes. 

Por eso, el Departamento de Justicia investiga irregularidades en las obras de renovación de la sede de la Fed, pero no hay pruebas sólidas de una mala gestión. Powell, por su parte, se mostraría dispuesto a resistir cualquier intento de remoción. Si los tribunales no encuentran elementos claros de fraude, podrían bloquear la decisión, lo que lo dejaría en el cargo hasta mayo de 2026.

Jerome Powell, presidente de la FED

4. Un funcionario elegido por Biden asumiría de forma interina al frente de la Fed.

Si los tribunales no frenan la decisión de Trump de remover a Jerome Powell, el liderazgo de la Reserva Federal quedaría en manos de Philip Jefferson, actual vicepresidente de la entidad. Jefferson tomó ese rol en 2022, tras la nominación del entonces presidente Joe Biden.

Durante el período en el que actúe como titular interino, se espera que mantenga la actual política de tasas de interés, salvo que aparezcan cambios drásticos en los indicadores económicos. En ese lapso, también asumiría la conducción en cuestiones de regulación bancaria, operativos internos y administración del personal del banco central.

3. El impacto en los mercados sería inmediato.

Desde enero, cuando Trump regresó al poder, las acciones atravesaron una racha de movimientos extremos. Aunque en el primer trimestre de 2025 registraron pérdidas importantes, repuntaron después del levantamiento de los aranceles que había impuesto en el marco del Día de la Liberación. Sin embargo, la salida de Powell provocaría una nueva caída fuerte.

Distintas encuestas revelan que el sector financiero rechaza la posibilidad de que Powell sea desplazado. Ejecutivos y banqueros de peso ya manifestaron su respaldo al presidente de la Fed y advirtieron sobre las consecuencias negativas que eso traería al mercado. Para Trump, que suele exhibir el comportamiento de las acciones como una prueba del rumbo económico, la jugada podría volverse en contra.

Ese mensaje de "economía en alza" se debilitaría si la remoción de Powell termina generando un sacudón financiero. La resistencia del mercado a ese cambio se apoya en la estabilidad que representa su actual conducción en la política monetaria.

Jerome H. Powell - Presidente de la Junta de Gobernadores del Sistema de la Reserva Federal

2. Powell tiene un historial sólido al frente de la Fed.

Desde 1954, el Comité Federal de Mercado Abierto de la Reserva Federal impulsó trece ciclos de suba de tasas de interés. Solo en cinco de esos procesos el organismo evitó una recesión en Estados Unidos. Dos de esos aterrizajes suaves ocurrieron con Jerome Powell como presidente. Ninguno de sus antecesores consiguió ese resultado más de una vez.

Durante su gestión, además, Powell logró contener la volatilidad provocada por la política comercial impulsada por Trump. Esa solidez le permitió reforzar la confianza de los mercados, incluso en medio de tensiones externas. Su presencia al frente del banco central funcionó como ancla frente a esas turbulencias.

1. Trump perdería a su blanco favorito.

Un recorte abrupto en el liderazgo de la Fed le quitaría al presidente su figura más atacada en términos económicos. Trump responsabilizó reiteradamente a Powell por frenar el crecimiento y por no acompañar sus políticas con decisiones acordes sobre tasas de interés.

Varios especialistas anticipan una desaceleración de la economía norteamericana impulsada por una serie de factores adversos. En primer lugar, la presión de Trump para avanzar con subas arancelarias. A eso se suma la reducción del gasto público, que ya generó 135.000 despidos y jubilaciones anticipadas entre empleados federales. Además, impacta la carga extra de deuda pública que implicó la nueva ley conocida como One Big Beautiful Bill.

Quitar a Powell, lejos de resolver esos conflictos, podría profundizarlos. Y al mismo tiempo, eliminaría al funcionario que, hasta ahora, le sirvió como argumento para explicar cualquier retroceso económico.

Desde que Trump volvió a la presidencia, el crecimiento económico perdió fuerza y la creación de empleo también se frenó. En los primeros tres meses de 2025, el PIB cayó un 0,5 %. Al mismo tiempo, hay señales de que la inflación empieza a acelerarse. Si echa a Powell, le costará culparlo si la economía se deteriora más.

 

Nota publicada en Forbes US.