Forbes Ecuador
08 Junio de 2023 13.44

Sebastián Fest

Menos fútbol y más negocios: así es la ecuación de Messi en Miami

El jugador es una compañía en sí mismo, una multinacional que su padre, Jorge, debió aprender a manejar a la fuerza hace ya 20 años. Y ahora se va a desplegar con toda su contundencia.

No hay que engañarse: la carrera futbolística de Lionel Messi a nivel de clubes terminó. Otra cosa es que juegue el Mundial 2026 con la Selección, eso es perfectamente posible y probable. Pero aquel jugador del fútbol europeo, que es el primer nivel del fútbol, acaba de ser archivado. Ahora aflora otro jugador, el de los negocios imaginativos, el que recauda de una forma y de unas fuentes que en el Viejo Continente le estaban vedadas.

Porque Messi es una compañía en sí mismo, una multinacional que su padre, Jorge, debió aprender a manejar a la fuerza hace ya 20 años. Se hizo evidente en la cuenta de Instagram del París Saint Germain (@psg), que en menos de una semana perdió cuatro millones de seguidores, de 70,4 a 67,7. Messi se fue de París y se llevó a 3,7 millones de personas con él.

Messi, PSG
Messi en sus últimos días en el PSG

Se los llevó a Miami, que de 1,5 millones de seguidores el miércoles 7 de junio pasó a tener 5,7 un día más tarde. Ahí se ve el poder de Messi. Se lo ve, también, en el costo de las entradas para el debut del 21 de julio ante el Cruz Azul: de 29 dólares a más de 500 y luego a casi 30.000 en la reventa.

Hay una frase de Messi en la entrevista que le dio a "Mundo Deportivo" y "Sport" que es muy reveladora y marca su estado de ánimo y su plan: "Quería irme del foco, salir de Europa y pensar en mi familia".

Está fuera de foco en el fútbol de primer nivel, eso ya no es lo suyo. El foco se pone en negocios impensables en Europa, como el acuerdo al que llegó con el Inter de Miami para quedarse con un porcentaje de la venta de derechos televisivos y de las suscripciones de Apple TV, que es la empresa que tiene los derechos de la Major League Soccer, la MLS, un gigante que planea además un documental sobre la participación de Messi en los Mundiales. 

Hay, ahí, inspiración en lo que hizo en los '80 Michael Jordan con sus zapatillas: el cinco por ciento de las ventas de Nike eran suyas. Desde aquel 1984, el negocio creció de manera abrumadora.

david beckham y jorge mas
Jorge Mas y Beckham

El "efecto Messi" beneficia a toda la MLS, porque los equipos ven como sube la venta de entradas y el interés de cara a los partidos en los que reciban al Inter... y a Messi. Ahí hay un negocio enorme: estadios quizás llenos y entradas a un precio mucho mayor que hasta hoy.

Si hasta basquetbolistas como Giannis Antetokounmpo o Kevin Durant, propietarios de una parte pequeña de clubes de la MLS, se benefician de la llegada del argentino. Y Messi tiene todas las posibilidades de ser, al igual que los basquetbolistas, propietario de la franquicia en que juega. Es el caso de David Beckham, que se quedó con un porcentaje del Inter tras retirarse. Y lo mismo podrá hacer Messi.

Otro asunto es la cuestión deportiva: en ese aspecto, Messi se decidió por una prejubilación, aunque no tan grosera como la del portugués Cristiano Ronaldo, que desde Arabia Saudita dice que la Liga saudí puede ser, dentro de unos años, una de las cinco más importantes del mundo. 

Messi se evitó decir algo así, le dijo que no a los cientos y cientos de millones que le ofrecían los saudíes.

En el horizonte se perfila el Mundial de 2026, una Copa del Mundo con más selecciones que nunca (¡48!) que se jugará esencialmente en Estados Unidos, aunque con algunos partidos también en México y Canadá. Ahí hay cinco partes que pueden hacer importantes negocios impulsados por la ola del Mundial: Messi, el Inter, la MLS, la FIFA y la organización de la Copa del Mundo. El contrato con el Inter es anual, pero difícilmente se vea al argentino en otro sitio en Estados Unidos: él no eligió franquicia, eligió ciudad.

Lo que está también claro es que el rosarino puso fin a su carrera a nivel de clubes. No importa lo que pueda ganar en la MLS. Esos logros deportivos, si se dan, no computan para alguien que es, quizás, el mejor de la historia. Su logro pasa por otro lado: sacó a su familia de París, un error por el que penó dos años, y la llevó al lugar en el que los cinco querían vivir: las playas de Miami. Al final, Messi siempre gana, aunque ahora sea fuera de la cancha.


 

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