Cappuccino en Ecuador: sexto más barato de Sudamérica y 72° global
El cappuccino, una de las formas más populares del café en América Latina, muestra una gran variación de precios entre países de la región. Ecuador se posiciona como el país andino con el valor más alto por taza.

Uruguay presenta el precio promedio más alto de cappuccino regular en restaurantes de América Latina, con un valor de US$ 4,14. Le siguen Argentina, con un promedio de US$ 3,36, y Chile, donde la bebida cuesta alrededor de US$ 2,88. 

En el eje andino, los valores muestran un comportamiento escalonado. Perú registra un precio promedio de US$ 2,61, mientras que Bolivia alcanza los US$ 2,56. Ecuador, con US$ 2,47, se ubica justo después, consolidándose como el país andino con el cappuccino más caro dentro de esta subregión.

Otros países de la región también presentan cifras destacables. En Venezuela, el valor de esta bebida ronda los US$ 2,20, mientras que tanto en Brasil como en Paraguay, el precio promedio es de US$ 1,76. En el extremo inferior del espectro se encuentra Colombia, uno de los principales países productores de café del mundo, donde el cappuccino tiene un costo promedio de US$ 1,60, el más bajo del continente.

A escala internacional, Ecuador ocupa el puesto 72 en el ranking mundial de precios del cappuccino, con un promedio de US$ 2,47 por taza, según una comparación publicada por Statista con base en datos de Numbeo. Este estudio contempla los precios en más de 90 países alrededor del mundo. En el panorama global, el ranking es liderado por Dinamarca, donde un cappuccino puede costar hasta US$ 6,38, mientras que los valores más bajos se registran en países como Kirguistán, con un promedio de US$ 0,99 por taza.

Estas diferencias evidencian factores estructurales que influyen en el costo final de un producto gastronómico estandarizado. Elementos como el poder adquisitivo local, el nivel general de precios, los costos operativos en restaurantes, la tecnología utilizada en la preparación, así como el valor del alquiler y los salarios, determinan en gran medida el precio que paga el consumidor. Incluso si la preparación del cappuccino es relativamente uniforme en todo el mundo, su valor comercial refleja contextos económicos muy diversos.

El cappuccino, más allá de ser una bebida cotidiana, permite observar aspectos relevantes del consumo y del mercado regional. Su precio actúa como un indicador del entorno económico, de la dinámica en el sector de servicios y de las preferencias sociales en torno al café. 

En un continente donde esta bebida forma parte de la identidad cultural, su variación de precios ofrece una lectura útil sobre cómo se estructuran los costos en distintos países y sobre cómo evoluciona la cultura del café en contextos urbanos y rurales. (I)