En los últimos años, la balanza comercial de Ecuador con Japón, la quinta economía más grande del mundo, es ampliamente deficitaria. Esta realidad abre espacio para que un eventual acuerdo comercial entre ambos países impulse los envíos y contribuya a equilibrar la relación.
Históricamente, el mercado japonés ha demandado alimentos y materias primas, mientras que Ecuador ha importado bienes industriales de alto valor agregado, como vehículos, maquinaria, productos químicos y farmacéuticos. Esta asimetría tecnológica contribuyó al déficit que nuestro país registró con la nación asiática en 2024 en comercio no petrolero: vendimos US$ 332 millones y compramos US$ 514 millones, según datos reportados por la Federación Ecuatoriana de Exportadores (Fedexpor), con base en cifras del Banco Central.
Esa brecha no es excepcional. En los últimos años, Ecuador mantuvo déficits comerciales millonarios con Japón, aunque con una tendencia reciente a la baja. En 2022, el desbalance alcanzó los US$ 276 millones y en 2023 se amplió a US$ 389 millones. En 2024, sin embargo, se registró una disminución significativa a US$ 182 millones. Y en el período enero-mayo de este año, el déficit se redujo aún más, ubicándose en US$ 36 millones, una mejora considerable frente a los US$ 112 millones registrados en el mismo lapso del año anterior.
La posibilidad de un acuerdo comercial sería una palanca para consolidar esta tendencia y asegurar una relación más balanceada a futuro. Un TLC facilita el comercio entre dos países al reducir las barreras tanto técnicas como arancelarias que tienen sus bienes para ingresar al otro mercado.
"En lo arancelario, Japón mantiene impuestos de entre el 20 % y el 25% sobre productos alimentarios, lo cual afecta directamente a nuestra oferta exportable", señala Xavier Rosero, presidente ejecutivo de Fedexpor. "Estas tarifas elevadas encarecen nuestros productos frente a otros proveedores globales y, en algunos casos, desincentivan su consumo en este país."
A esto se suman las barreras técnicas: el mercado japonés es uno de los más exigentes a escala global, con altos estándares internacionales de calidad, inocuidad y trazabilidad. Ecuador ha progresado en el cumplimiento de éstos —otros aliados comerciales del país, como Estados Unidos o la Unión Europea, también son exigentes—, pero el proceso de homologación con Japón "aún requiere mecanismos más ágiles de contacto, cooperación y reconocimiento mutuo," dice Rosero.
El Presidente Daniel Noboa tiene previsto reunirse con el primer ministro de Japón, Shigeru Ishiba, a finales de agosto para iniciar el proceso para un TLC. Si su gobierno logra concretar el acuerdo, las barreras comerciales mencionadas anteriormente se alivianarían significativamente.
¿Cuáles son las proyecciones? Fedexpor estima que un acuerdo comercial con Japón, que reduzca los aranceles y facilite la cooperación técnica, podría generar un incremento de entre el 30% y el 40% anual en nuestras exportaciones en el corto plazo. Es decir, los envíos no petroleros hacia el país asiático podrían incrementar entre US$ 100 y 133 millones por año, tomando como base cifras de 2024, año en que Ecuador envió US$ 332 millones en bienes a Japón.
Este crecimiento estaría impulsado tanto por el fortalecimiento de la canasta exportadora tradicional como por la inserción de nuevos productos de la agroindustria. Camarón, brócoli, banano, cacao y flores lideran actualmente el portafolio de exportaciones no petroleras ecuatorianas hacia el mercado japonés. Aquí el ranking completo con datos de enero a mayo de 2025:
- Camarón — US$ 63 millones +77 % frente al mismo período de 2024 (crecimiento interanual).
- Brócoli — US$ 40 millones +33 % interanual.
- Banano y plátano — US$ 27 millones -1% interanual.
- Cacao en grano — US$ 16 millones +54 % interanual; creció un 100% entre 2023 y 2024.
- Derivados de cacao — US$ 7 millones +16 % interanual; también duplicó su valor de 2023 a 2024
- Flores — US$ 4 millones +6 % interanual.
- Alimento para animales — US$ 2 millones -61 % interanual.
- Textiles — US$ 2 millones -51 % interanual.
- Minerales y metales — US$ 1 millón +100 % frente a 2024.
- Café — US$ 1 millón +57 % interanual.
Con estos productos como protagonistas, el mercado japonés se ubica como el undécimo destino para las exportaciones no petroleras de Ecuador en lo que va de 2025, según un boletín del Ministerio de Producción, lo cual sugiere un amplio potencial para el futuro del sector.
Rosero enfatiza las importantes ganancias estratégicas —más allá del volumen comercial— que un TLC con Japón supondría para nuestro país. "Una mayor fluidez comercial abriría la oportunidad para nuevas rutas logísticas y frecuencias de conexión, lo que no sólo fortalecería la presencia del Ecuador en Japón, sino que consolidaría nuestra posición en las tres principales economías del Asia: China, Corea del Sur y Japón. El potencial de posicionar al Ecuador como un proveedor confiable y competitivo en el segmento de alimentos de alto valor nutritivo en este mercado es una oportunidad que no podemos dejar pasar," explica.
Así, la nación del sol naciente puede convertirse no solo en un aliado estratégico importante para Ecuador, sino también en una puerta de entrada a mercados asiáticos altamente lucrativos en el ámbito agroexportador. Los ojos del gremio estarán puestos en las negociaciones que iniciarán en agosto entre Noboa e Ishiba. (I)