Según datos publicados recientemente, Estados Unidos es ahora el mayor exportador de GNL del mundo. Un logro asombroso teniendo en cuenta dónde estaba la industria en 2005.
Los beneficios políticos para Putin luego del ataque a Ucrania serán un estallido de popularidad a corto plazo, pero esto se desvanecerá. El costo fiscal de la ocupación será significativo pero soportable, al menos mientras los precios de la energía se mantengan elevados. A largo plazo, el movimiento de los países occidentales para reducir la dependencia de la energía rusa dañará económicamente a esa nación.