Joao Guerra viste un traje azul elegante, camina con calma y sonríe cada vez que habla de su negocio. Es médico general y se graduó en 2022 en la Facultad de Medicina de la Universidad Católica Santiago de Guayaquil, ejerció un año su profesión, pero encontró en las mentorías su forma de vivir y emprender.

Antes de dar con su modelo de negocio, incursionó como influencer. Con más de 106.000, seguidores creía que ese era el camino para generar ingresos. Combinaba sus estudios, el internado y su actividad en Instagram, TikTok y Facebook.

Pero las cifras no acompañaron sus expectativas. "Lo máximo que facturaba eran US$ 100 al mes, imagínate y no veía que eso fuera negocio, era desgaste", recuerda. En 2023 fundó su empresa CardioPro S.A., dedicada a mentorías, marketing digital y formación en ventas para médicos. En 2024 facturó US$ 800.000 y espera cerrar este año con US$ 1 millón.

"Pocos médicos saben vender. Por eso venden consultas sueltas, un modelo tradicional que hoy en día no funciona y por eso no son rentables. Yo les enseño a generar ingresos de hasta cuatro y cinco cifras altas y con menos pacientes", afirma.

Su emprendimiento nació con algunos tropiezos. Durante la pandemia se interesó por las mentorías y los cursos virtuales. Ahí empieza su travesía en lo digital y diseñó el programa llamado Anatomía cardíaca con orientación clínica.

Tenía 24 años y la venta de productos digitales recién despegaba en el país. Su madre le prestó la tarjeta de crédito para hacer publicidad pagada en Meta. Sin embargo, fue estafado por una agencia, y de ese fracaso se reinventó, porque sabía que había algo ahí y llegó una gran idea: lanzar su segundo programa, Domina el electrocardiograma.

Invirtió US$ 800 y en 24 horas facturó US$ 78.200. Pasó de las deudas a la rentabilidad y en el internado nadie le creía; enfermeras, colegas y personal de apoyo se burlaban. En su casa tampoco apoyaban la idea. "Mi familia es tradicionalista. Si estudié medicina, debía graduarme, hacer guardias, especializarme y vivir de un sueldo fijo", recuerda.

Así fue como creó ruido y muchos colegas le solicitaron que les ayudara para atraer pacientes. Así fue como ayudó a muchos colegas, pero se dio cuenta de algo: "Mis amigos colegas tenían pacientes, su sala de espera estaba llena, pero no estaba siendo rentable y la mayoría no regresaba. Ahí fue cuando me di cuenta de que el paciente buscaba un resultado, pero las consultas sueltas u ofertas quirúrgicas no le daban la confianza. Y ahí fue cuando, por dos años, profundicé un modelo de negocio y llegué a la conclusión de diseñar planes de tratamiento premium". 

Guerra define así un plan de tratamiento: "Es el acompañamiento permanente del médico al paciente hasta lograr el resultado deseado".

Para él, el primer contacto es crucial. Ahí identifica los dolores del paciente y marca una hoja de ruta hacia los resultados. Pero la clave para cerrar la venta está en el agendamiento. "Muchos médicos no logran cerrar agendas porque los pacientes llaman, preguntan precios o piden descuentos, y la persona que atiende no sabe concretar la cita", explica.

Guerra y su equipo enseñan a atraer pacientes premium a diario, gestionar el guion de agendamiento persuasivo, posicionamiento en redes sociales y a diseñar planes de tratamiento premium. 

"Este modelo funciona en todas las especialidades médicos, sea clínicas o quirúrgicas, porque todo paciente está buscando un resultado concreto y el plan de tratamiento premium lo da". 

El Dr. Joao Guerra utiliza su mismo modelo en su centro médico y odontológico Elite Clinic, y afirma: "Me preguntas muchas veces si funciona y yo les digo a todos. No lo estuviese aplicando en mi centro Elite Clinic". 

Ya acumula varios casos de éxito. En su página web https://drjoaoguerra.com/registrovslrmksistemaimpactforb aparecen testimonios de médicos que duplicaron e incluso triplicaron sus ingresos con este método. Muchos redujeron la cantidad de pacientes e incluso son tres veces más rentables. (P)