En el podcast de Forbes Ecuador, Andrea Aguirre, gerente comercial de Mundo Mágico de la Mascota, recordó cómo hace 28 años su familia decidió apostar por un negocio incipiente en el país: el cuidado de mascotas. Esta empresa comenzó como una pequeña tienda para resolver la necesidad de conseguir alimento especializado y hoy es una cadena con 20 locales en cinco ciudades del país. Este paso marcó un antes y un después en la forma en que los ecuatorianos se relacionan con sus animales de compañía.

El camino no estuvo exento de desafíos. La compañía enfrentó crisis económicas, emergencias naturales y la pandemia, que obligaron a repensar el modelo de negocio. Durante el confinamiento, Mundo Mágico de la Mascota fortaleció su sistema de delivery y potenció la comunicación digital, lo que aseguró el abastecimiento de productos medicados y esenciales. "El mercado ecuatoriano nos enseñó a ser resilientes y a innovar en la adversidad", asegura Aguirre durante la conversación.

Uno de los ejes que más fortaleció su identidad es la promoción de la tenencia responsable. Desde hace más de una década, esta organización dejó de vender animales para enfocarse en campañas de adopción y jornadas educativas sobre salud, comportamiento y cuidados básicos. El impacto fue tangible: un promedio de 30 mascotas son adoptadas al mes y las familias son cada vez más conscientes de que los perros y gatos son miembros plenos del hogar, con necesidades que van desde alimentación premium hasta servicios médicos especializados.

De cara al futuro, Aguirre planea diversificar su propuesta con nuevas líneas de negocio como una farmacia veterinaria a domicilio, servicios de hospedaje, transporte y paseos. "Queremos ser parte de la vida cotidiana de las familias con soluciones prácticas y responsables". Así, la marca celebra casi tres décadas de historia con la mirada puesta en crecer junto a una comunidad que transforma a las mascotas en protagonistas del hogar. (P)