Esto quiere decir que cuando hables acerca de las personas lo hagas como lo harías si estuvieran presentes. Stephen Covey señala en su podcast titulado “7 hábitos de la gente altamente eficiente” que lo opuesto a esto es hablar mal del otro y que al hacerlo entras en el mundo de la deslealtad.

Y estoy segura de que mientras lees este primer párrafo te has puesto a pensar en la cantidad de veces que lo has hecho, ya sea tengas razón o no en tu percepción, lo real es que, es bastante común hablar y criticar y entrar en el campo de las dos caras. 

En palabras de Covey el principio es hablar de ellos como si estuvieran presentes, siendo incluso crítico, pero tomando en cuenta que la naturaleza de las palabras tiene un origen responsable y constructivo, donde moderas tu espíritu y cultivas la humildad y también controlas tu tono de voz y las expresiones, es decir, cuidas los detalles. Muchos podrían disfrutar al hablar de las debilidades de otros. 

Tener la suposición en la mente de que todo lo que decimos de alguien, él lo puede escuchar. 

Covey cuenta una anécdota en la que menciona que se quejó de un funcionario que se había equivocado y que gracias a este error no recibieron el hospedaje que habían acordado, en su narración afirma haberse quejado amargamente del funcionario con el jefe de éste, en sus propias palabras dice, que lo destrozó. Cuando terminó de expresar su malestar el jefe le dijo “Steven lamento tu situación de vivienda sabes, el funcionario es una persona buena y competente, más bien por qué no le llamamos a reunirse con nosotros y resolvemos el problema juntos” 

Steven afirma que no tenía ningún afán de reunirse con él, no quería hablarle solo quería hablar acera de él. Al invitarle a su oficina y al llegar, Steven dice haber sentido una sensación de duplicidad, porque se mostró amable y humilde, pero, minutos antes lo había llamado a sus espaldas incompetente, que no cumplía con sus compromisos.

El jefe en ese momento le enseñó una lección importante que se resume en esta frase “se leal con los ausentes”

La lealtad es un valor fundamental en cualquier relación, ya sea personal o profesional. Ser leal con los ausentes implica mucho más que simplemente evitar hablar mal de ellos cuando no están presentes. Requiere un compromiso profundo con la honestidad, la integridad y el respeto hacia los demás.

Es fácil caer en la tentación de criticar a otros o de hablar de sus defectos sin pensar en las consecuencias, pero la verdadera lealtad nos exige ser conscientes del impacto de nuestras palabras y acciones en la vida de los demás.

La historia compartida por Stephen Covey es un recordatorio poderoso de la importancia de la lealtad. Al quejarse amargamente de un funcionario sin darle la oportunidad de defenderse, Covey no solo mostró falta de lealtad hacia él, sino que también minó la confianza y la integridad de su propia palabra.

La lealtad nos invita a ser auténticos en nuestras interacciones con los demás y a tratar a cada persona con el mismo respeto y consideración que deseamos para nosotros mismos. Significa estar dispuesto a resolver los conflictos de manera constructiva y a dar a cada individuo la oportunidad de redimirse y crecer.

En resumen, ser leal con los ausentes es un compromiso con la integridad, la honestidad y el respeto hacia los demás. Es un recordatorio de que nuestras palabras y acciones tienen un impacto profundo en la vida de los demás, y que debemos ejercer cuidado y responsabilidad en cómo tratamos a aquellos que no están presentes para defenderse.

Recuerda aprendemos de nuestros errores, pero nada sucede si no los reflexionas. (O)