Otra vez los deportistas dejan en alto el nombre del Ecuador. En medio de la inseguridad, la inestabilidad política, la incertidumbre diaria y otros problemas que enfrenta el país aparecen los atletas que dan ejemplo de entrega, esfuerzo, honestidad y otros valores, propios del deporte.

En estos días, el escenario para que nuestros compatriotas se luzcan son los Juegos Panamericanos, que se desarrollan en Santiago de Chile. Allá, en el cono sur del continente, hemos encontrado nuevamente la alegría y la esperanza que solo llegan cuando vemos a uno de los nuestros en el podio, con la bandera flameando y las medallas colgadas en su pecho. Qué lindo fue ver, por ejemplo, a Jonathan Narvaéz, ganando la competencia de ciclismo de ruta, luego de una estrategia conjunta con Richard Carapaz. 

La imagen del final fue sublime. Narváez celebrando su victoria en la línea de meta y, algunos metros atrás, Carapaz levantando los brazos por el triunfo de su amigo y por el oro para Ecuador. El campeón olímpico priorizó el trabajo en equipo para que Narváez se llevara el triunfo y los aplausos. Ejemplar.

Otro ejemplo para el país es Myriam Núñez, también una crack del ciclismo. Con su medalla de plata en la prueba de ruta alegró a todo el Ecuador y mostró el temple que se requiere. Luego de sufrir un grave accidente a inicios de 2022 y con la tristeza por la muerte de su abuelo horas antes de viajar a Santiago de Chile, Núñez volvió a volar alto. Maravilla de persona.

Los marchistas David Hurtado y Glenda Morejón, oro y plata en marcha; Celinda Corozo y Juan Pablo Ayala, ambos con bronce en judo, y otros atletas incrementan las alegrías que tenemos los ecuatorianos en estos días. Mirar su sacrificio y la manera en la que celebran emocionan.

Otro muestra de grandes logros es la nueva consagración de Liga de Quito en un torneo internacional. La conquista de la Copa Sudamericana  es un ejemplo de que los procesos a largo plazo rinden frutos. Ver al entrenador del club celebrar con llanto, luego de tantas críticas que recibió, fue conmovedor.

Y tenemos más ejemplos a lo largo de la historia reciente del deporte ecuatoriano, ya sea con disciplinas que se cumplen en equipo o de manera individual. Por eso ahora pongo a su consideración algunas lecciones que dejan los deportistas a los emprendedores ya  los empresarios.

El bien colectivo. Lo hecho por Richard Carapaz en beneficio de Jonathan Narváez es un claro ejemplo del trabajo en equipo pensando en el beneficio colectivo, en este caso del Ecuador que sumo un nuevo oro. Los empresarios que aplican esa misma acción saben lo que eso representa; ojalá esta conducta se imitara con más frecuencia.

El esfuerzo. Nada en la vida llega fácil, todo logro alcanzado es resultado del esfuerzo y el sacrificio. Eso lo saben de memoria nuestros medallistas Olímpicos, nuestros campeones Panamericanos y Sudamericanos. Los 20 km de marcha duran cerca de dos horas, pero para correrla y ganarla se requieren meses y años de entrenamientos. ¿Si o no Glenda Morejón?

Las caídas son para levantarse. Una caída en una competencia puede ser frustrante y alterar un plan bien elaborado. Los emprendedores y los empresarios con visión saben que un fracaso es una enseñanza; esa misma actitud la manejan los deportistas que entienden que una caída no significa el fin.

Fortaleza mental. El factor clave tanto para el deporte como para emprender es la mente, ese ´músculo' que nos lleva a donde queramos. La mente, dicen los expertos, no tiene límites y bien utilizada nos hace capaces de casi todo. No olvidar.

El llanto como válvula de escape. Años atrás, unos emprendedores me contaron que cuando su negocio despegaba sufrieron un robo que casi los hace quebrar. 'Lloramos 10 minutos y luego volvimos a nuestra idea'. Lo mismo viven los campeones que no cumplen su meta. Lloran, pero no se quedan en los lamentos.

Ahora imaginemos a más de nuestros empresarios  y nuestros emprendedores  actuando como Carapaz y como Narváez, Núñez y Morejón, como los jugadores de la Liga de Quito y como tantos otros deportistas que lo que mejor hacen es elevar el orgullo de ser ecuatoriano. (O)