En 1988, durante unas vacaciones familiares a Salinas y por una sugerencia de los hijos de Rodrigo Cevallos, todos universitarios, le sugirieron crear una compañía de seguros propia, tras varios años de formar parte de este sector ocupando varios cargos en distintas empresas. 

“Esa cuestión me impactó mucho, porque fue la inyección que uno necesitaba. Comencé a crecer, hice una sociedad con una gente de Cuenca, hicimos los estudios de factibilidad y todo lo necesario para constituir esta nueva compañía de seguros. Aprovechamos la coyuntura de que en ese momento había un superintendente cuencano, le presentamos estos documentos para pedir la apertura de la nueva compañía. Él nos recibió con buen agrado pero nos puso una sola condición: que esta compañía sea constituida en Cuenca”. Así nació Aseguradora del Sur.

A lo largo de 32 años, un trabajo honesto ha permitido superar las barreras, a la par del surgimiento de grandes retos profesionales que marcaron la carrera profesional y la vida de Cevallos. “En la parte personal, el reto más grande fue haber transmitido esa pasión por los seguros a mis hijos, y que ellos sean la parte fundamental de este sueño. En la parte profesional, habernos transformado de una empresa familiar a una familia empresarial. Mis hijos apenas terminaron la universidad y vinieron a ayudarme en la compañía”. 

Aseguradora del Sur, en palabras de su fundador, es una empresa 100 % ecuatoriana, y en este tiempo logró entender la cultura de las diferentes provincias del país. “Porque creo en mi país, qué mejor que un ecuatoriano sepa las necesidades de un ecuatoriano. Somos ecuatorianos sirviendo a ecuatoriano”.

Define al talento humano y las inversiones en tecnología como parte de las fortalezas que tiene Aseguradora del Sur y que la destacan de otras empresas de su sector. “Vamos a pasar a ser una empresa totalmente digital, además nos distingue el hermoso clima laboral que tenemos aquí”, añade Cevallos.

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