En 2018, Ecuador fue elegido como laboratorio para la primera plataforma de e-commerce especializada en el agro: Agrizon. Co-fundada por el guayaquileño Luis Fernando Hidalgo y Joaquín Paz, quien trabajó en Google y Waze, su gran crecimiento en los tres años de vida le significó ser galardonada por Endeavor como una startup que potencia la transformación digital, el desarrollo económico y el ecosistema del emprendimiento. Esto, además, le abrió las puertas a financiamientos importantes, provenientes de inversionistas relevantes como el CEO de Mercado Libre México y el fondo de inversión Latin Leap a través de Seed Investment Club (SIC), lo que permitirá iniciar la expansión de sus operaciones a más países, iniciando con México.
Actualmente, Agrizon está presente en Ecuador y EE.UU. y su tecnología se amplifica por 136 ciudades, de 15 países, gracias a los más de 210 socios comerciales relacionados a la cadena agroindustrial, que permiten a la empresa ofrecer un portafolio de más de 5.000 productos, de marcas alta gama de insumos y maquinaría para la agricultura, ganadería y acuicultura.
Con todo listo para el dar el salto a México, Hidalgo, actual CEO de Agrizon, decidió mudarse a Miami para liderar el proceso.
Después de tres años de operación, ¿en qué situación está la plataforma?
Agrizon tiene un gran propósito: democratizar y digitalizar el proceso de abastecimiento de los insumos para producir alimentos. Es un apoyo al agricultor. Hoy hay mucha más confianza en la plataforma. Desde la pandemia crecimos 18 veces. En 2021 cerramos con un 260 % en incremento en ventas, un portafolio de 5.000 productos, 215 marcas entre locales y multinacionales, 100.000 usuarios, 120.000 órdenes entregadas y obtuvimos capital para iniciar la expansión en México. Los agricultores, al principio, compraban dos o tres marcas y ahora un promedio de ocho a diez. Estamos solucionando sus problemas al agricultor. Ahorran mucho tiempo porque no tienen que cotizar con decenas de proveedores, todo lo tienen en la plataforma. Los ayudamos a minimizar riesgos y apoyarlos de una manera eficiente. En cuanto a Ecuador, constituye solo el 20% del negocio, debido al crecimiento afuera, atendemos a EE.UU.
¿Cómo está Agrizon en Ecuador?
Cuando arrancamos tuvimos entre 20 y 50 visitas al día, ahora tenemos más de 5.000. Arrancamos la plataforma con 300 productos, ya hay 5.000. Tenemos un 99 % de retención de las marcas. El ticket promedio oscila entre US$ 4.500 y 80.000, según el hectareaje. Tenemos más de 10 cultivos. Empezamos solo con maíz y sumamos banano, camarón, arroz, papa, flores, cacao, pitahaya. El objetivo es que el agricultor no sufra por los precios bajos o regale sus cosechas y ahí es cuando entraremos con un modelo internacional 'cross border', para que, si alguien demanda pitahaya en EE.UU., pueda exportar. Ese es el siguiente paso.
¿Qué va a significar el salto a México?
México es un gran mercado de insumos, pero también de exportación. Para tener una idea: Ecuador tiene 800.000 unidades productivas, México tiene cinco millones de agricultores y EE.UU. dos millones, obviamente con distintas áreas y hectareajes. Hay mucho por hacer. De esos nueve millones mapeados tenemos 100.000 usuarios y estamos entregando miles de dólares a la semana. Somos un equipo de 28 personas. El capital es americano y mexicano actualmente. Y ecuatoriano, cuando empezamos, invertí mis ahorros. Pero el capital más fuerte es americano y mexicano.
¿Qué significará para el agricultor ecuatoriano esta expansión?
Una puerta al mundo. A exportar sus productos con la garantía de Agrizon.
¿Cuál es la característica del agricultor que está en Agrizon?
El 90 % de nuestros usuarios es productor que tiene su siembra y la maneja directamente, compra sus insumos, está en el campo. Y el 10 % de empresas que compran hacen el 30% de las ventas, porque son tickets más grandes.
¿Cuáles son las metas 2022?
Iniciar la operación en México. Llegar a Serie A para levantar US$ 25 millones para seguir con el objetivo de expansión, con mucha tecnología y optimización logística. Para Ecuador es crecer un 300% en el número de clientes, que tengamos más productos, más agricultores.
¿Cuán difícil será levantar los US$ 25 millones?
Ya levantamos algunos millones con el fondo Latin Leap. Ese capital nos da para trabajar un año y medio. Creemos que, con esta tracción, los partners y el apetito que hay por la tecnología en agricultura, lo vamos a lograr sin problema, para finales de 2022 o inicios de 2023.
¿Cómo se hizo socio de Agrizon?
Me movió el piso la muerte por cáncer de mi padre, hace tres años. Fue una persona que estuvo en banca, en la academia. Fui gerente general de Fertisa. Trabajé y aprendí por 16 años. Cuando falleció mi padre sentí que debía hacer algo por mí mismo. Y lo que conozco de toda mi vida es la agricultura, aunque no soy agrónomo, soy ingeniero comercial y financiero. Me fui a unos cursos en Silicon Valley, donde conocí a Joaquín Paz. Le comenté lo que hacía, hicimos match y así inició toda la travesía.
¿Fue difícil dejar Fertisa?
En febrero 2018 tomé la decisión, hicimos la transición hasta julio 2018. Ahí constituimos Agrizon en Ecuador para iniciar el desarrollo, como una especie de laboratorio.
¿Sintió temor de dejar un trabajo de años para asumir un riesgo de una plataforma nueva?
Viví un año sin sueldo, un poco más quizás. Pero Joaquín es una persona capacitada, que conoce, y había otros inversionistas de por medio. Yo, a los 22 años, tenía negocios en Salinas, de bares y discotecas, “emprendimientos”. Gané más en tres años en esos negocios que siendo gerente en Fertisa (risas). Tuve la oportunidad de ahorrar y eso me ayudó a tener un colchón para aguantar. Ha sido la mejor decisión que he tomado en mi vida.
¿Cuál fue el bar más famoso que tuvo en Salinas?
Se llamaba Nassau. Pero esos tres años fueron suficientes, era entretenido, pero cansado. Nunca imaginé tener un ingreso así a los 22 años. A lo largo de mi vida, ayudó siempre unirme a gente mejor que yo, porque aprendo todos los días. Me encanta formar un buen equipo.
Es muy pronto, pero, ¿extraña algo de Ecuador?
A mi familia. Un buen ceviche y ciertas comodidades. Sin embargo, mientras uno haga lo que le gusta, y tenga una familia que le apoye, hay que agradecer por el trabajo y el crecimiento como persona y profesional. (I)