La Agencia Francesa de Desarrollo invirtió US$ 1.300 millones en 10 años en Ecuador
La Agencia Francesa de Desarrollo financió en Ecuador proyectos de infraestructura, bioeconomía, agua potable y resiliencia frente a crisis como el terremoto de 2016 y la pandemia. Su directora, Priscille de Coninck, anticipa nuevas inversiones.

David Paredes Periodista

La Agencia Francesa de Desarrollo (AFD) invirtió US$ 1.300 millones en Ecuador desde el 2015, año en el que se instaló en el país. Este valor fue destinado a proyectos de infraestructura urbana, protección de la biodiversidad e inclusión social. 

Priscille de Coninck, directora de este organismo internacional, conversó con Forbes Ecuador a propósito de su primera década en el país. Hizo un balance de lo que ha sido el trabajo de la AFD y los proyectos que financiará en una nueva fase. 

“Llegamos al país en 2015, en un momento complejo. Ecuador vivía el final de la bonanza petrolera, lo que generó una necesidad de financiamiento externo”, asegura de Coninck.

Iniciaron sus operaciones con US$ 300 millones. Con ese monto trabajaron con el Ministerio de Energía, para fortalecer la red de distribución eléctrica. En Quito, lo hicieron con la Empresa Pública Metropolitana de Agua Potable y Saneamiento en barrios orientales como los de Tumbaco y Pifo, entre otros proyectos.

En estos 10 años en Ecuador, la AFD emprendió proyectos en los momentos de crisis. Sobre todo durante el terremoto de 2016, la pandemia en 2020 y la crisis energética de 2024. La directora asegura que en “esos momentos se evidenció la resiliencia de los ecuatorianos y la creatividad para levantarse”.

De Coninck llegó al país en 2022 y asumió la dirección de la AFD. Con ella a cargo llegaron proyectos en la Amazonía y Galápagos. 

En la Amazonía trabajan en proyectos para desarrollar la bioeconomía. Estos buscan ofrecer una alternativa al extractivismo (petróleo o minas) mediante el desarrollo de productos del bosque, como el cultivo de vainilla y morete y sus derivados, explica. 

El primer paso fue fortalecer la producción de estos productos y después, colaborar con el Ministerio de Ambiente para desarrollar una política pública que incluya una estrategia de bioeconomía para los próximos 10 años. 

Además, se asociaron con la Corporación Nacional de Finanzas Populares y Solidarias para que las comunidades puedan acceder a financiamientos y así costear la infraestructura para su operación en territorio. 

Para este proyecto, la Agencia Francesa de Desarrollo invirtió US$ 1,5 millones, que fueron entregados a la Fundación Pachamama, que lideró el proyecto. 

“Ahora estamos trabajando en la comercialización y mejoramiento de los empaques de los productos, en la logística, la trazabilidad para que también compradores, por ejemplo, en Europa, puedan acceder a ese tipo de productos innovadores que vienen del Ecuador”, asegura De Coninck.

En Galápagos, emprendieron un proyecto para adaptar la arquitectura al clima cálido de las islas, buscando un mejor confort térmico en las construcciones. Esto se debió a que constructores de la Sierra en los años 80 y 90 edificaron casas con diseños no adecuados para el clima de Galápagos, lo que resultaba en mucho calor dentro de los edificios y un uso excesivo de aire acondicionado.

Se aplicó un programa piloto en tres edificios: una escuela, un hospital y un hotel. El objetivo era cambiar las normas de arquitectura para que los edificios pudieran "respirar" y mejorar el confort térmico interior sin necesidad de usar aire acondicionado, lo que también los hace más sostenibles al reducir el consumo de energía.

Una nueva etapa para la Agencia Francesa de Desarrollo

La AFD planea permanecer en Ecuador por al menos 10 años más, cuenta. De Coninck dice que existe la facilidad de trabajar en Ecuador debido a la necesidad de financiamiento externo y la capacidad de las instituciones ecuatorianas, lo que permite ver resultados tangibles en poco tiempo. 

“La relación entre Francia y América Latina siempre ha sido positiva, sin historial de colonización, lo que facilita la colaboración”, asegura.

En esta nueva fase, la Agencia Francesa de Desarrollo se enfocará en financiar e impulsar proyectos para el sector energético y de seguridad

La AFD está trabajando con el Ministerio de Energía y con la empresa privada del  Austro para implementar sistemas de generación de energía y resolver cuellos de botella que impiden la inversión en este sector. 

Se busca aprobar fondos de asistencia técnica para la parte normativa y la planificación de inversiones, y se espera aprobar el primer financiamiento para una planta hidrológica de paso en el sur de Ecuador, prevista para 2027. Para su construcción se invertirán US$ 60 millones, además de US$ 5,8 millones en fondos no reembolsables de la Unión Europea para asistencia técnica.

En el sector de seguridad, que es un tema nuevo para la AFD, se abordarán aspectos sociales y ambientales de la crisis de seguridad. Esto incluye proyectos y campañas de prevención del reclutamiento de jóvenes a bandas criminales, la lucha contra el lavado de activos y el impacto social y ambiental de la minería ilegal.

Además, la filial de cooperación técnica de la AFD, Expertise France, ha aumentado su presencia en el país, con 15 personas trabajando en temas de seguridad, migración y ambiente. La AFD espera que su actividad crezca y que la relación fructífera con Ecuador continúe por muchas décadas más, con impactos visibles como los logrados en los últimos 10 años. (I)