El 30% Club surgió en noviembre de 2010 en Reino Unido, siendo una iniciativa de la Baronesa Helena Morissey con el objetivo de alcanzar un mínimo de representación femenina en las juntas directivas en las 100 empresas con mayor valorización que constan en la Bolsa de Valores de Londres.Cuenta con representantes en Hong Kong, África Oriental, Estados Unidos, Irlanda, Sudáfrica, Canadá, Australia, Italia, Polonia, Brasil, Colombia, México, Chile y ahora Ecuador.
¿Por qué el 30%?
Se eligió este porcentaje tras una investigación que muestra cuando un grupo alcanza el 30% del total, ese grupo tiene la fuerza crítica necesaria para ejercer una influencia real dentro de una empresa. Según estudios de la consultora McKinsey & Company, las empresas con diversidad de género tienen un 15% más de probabilidad de tener una rentabilidad económica superior a la media nacional en el respectivo sector.
Ecuador es el capítulo 19 de este Club y su objetivo es que las mujeres representen al menos el 30% de las juntas directivas en las 100 mayores empresas del país para el 2030. El estudio “Perspectiva de género en los cargos directivos de las empresas ecuatorianas 2013 - 2018” realizado por la Organización y Promoción de la Economía Violeta (OPEV), junto con la Superintendencia de Compañías, revela que en promedio en esos años solo ha aumentado la participación en dos puntos porcentuales; las mujeres CEO tienen una intervención del 33% en micro y pequeñas empresas, una diferencia de diez puntos porcentuales en las grandes empresas, que llega al 23%.
El 66% de las mujeres en el Ecuador salió del mercado laboral durante la pandemia, según OPEV. Una investigación de mercado especializada en género, desarrolló una encuesta en la que se demuestra que durante el periodo de confinamiento, el 62.4% de mujeres de América latina con hijos, declaró haberse visto afectadas en su productividad laboral.
Guadalupe Durán, presidenta del 30% Club Ecuador, considera que es importante tener una conversación abierta acerca de los beneficios para las personas y las empresas de plantear estrategias y acciones para llegar a tener equidad en los directorios. “Es prioritario tener una participación equitativa en los espacios en los que se definen las metas, los planes y las acciones, porque es ahí donde tener diversidad de pensamientos y experiencias genera mayor valor”, manifiesta.
En una primera etapa se trabajará en tres ejes: un programa de mentoría, la formación de un grupo de inversionistas y mejorar las prácticas para generar liderazgo, a través de la inclusión y la diversidad en las empresas. (I)