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Daniel Elmir y sus mascotas Quito - Ecuador
Lifestyle
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Daniel Elmir es el CEO de este conglomerado familiar que tiene actividades en la construcción y la agroindustria. Dos mascotas lo acompañan en sus actividades laborales: un pug de seis años, que es un mandamás, y una boston terrier de cuatro meses que es una 'loca'.

21 Enero de 2022 23.51

El Grupo Elmir es una empresa familiar que lleva 28 años en el mercado haciendo departamentos y casas para la venta. Con el pasar del tiempo, la constructora ha ido adaptándose a los cabios en el mundo. Ahora levanta edificios ecoeficientes, que privilegian el cuidado al medio ambiente y el respeto hacia las plantas y animales. La nómina de trabajadores oscila entre 40 y 50 personas. Para este año proyecta construir tres edificios. 

También cuenta con una productora de leche, con seis colaboradores. Su trabajo está enfocado en proteger la naturaleza. Cuenta con certificaciones por parte de Nestlé y Agrocalidad por la calidad en la producción láctea y el cuidado al ganado. 

Para el CEO del Grupo, Daniel Elmir, dentro de la familia y la organización se ha podido conjugar y hacer lo que más les gusta: ofrecer espacios para que las mascotas estén muy bien, tranquilas y apoyar al ambiente. “En nuestros edificios incorporamos plantas nativas que atraen a los polinizadores, aves e insectos. Esto ayuda a que el medio ambiente cambie y sea más amigable, con menos polución. Creamos terrazas que ya no son solo cemento, reducimos la huella de carbono. Asimismo, dejamos espacios amplios para las mascotas a que puedan correr y jugar y no se sientan apretadas en un espacio pequeño”. 

En toda esta actividad constructora y de campo hay un jefe o, como se diría en obras, un 'maestro mayor'. Su nombre Theo, un pug de seis años que es la mascota oficial del Grupo Elmir. No usa casco, pero se pasea por las obras de construcción y, cuando va a la finca lechera, hay que vigilarlo para que no se dé sus baños de popó de vaca. 

“Un amigo me regaló a Theo. Era el más pequeño de una camada de seis, pero el más mandón. Les sobaba a los otros cinco. Un día le pegaron entre todos, pero luego se regresó a devolverles el cumplido. Así que mi amigo me dijo que me lo lleve porque el pequeño perro tenía ínfulas de jefe y le estaba causando problemas. Es fuerte de carácter. Le pusimos ese nombre porque, básicamente, es el 'ser superior'. 

“Es un miembro más de la familia. Es muy inteligente y cariñoso. En la oficina se sube al escritorio y se sienta al lado mío mientras estoy en la computadora. No tiene miedo a nada, en la construcción viene, camina, se pasea, pasa por encima de los materiales, las herramientas, es amigo de los albañiles, es uno más de la empresa. Además, es parte de nuestra publicidad. Hace algún tiempo hacíamos fotos publicitarias de un edificio y, por cosas de la vida, el publicista nos dice que le tomemos fotos. Theo terminó siendo el centro de atención más que los departamentos. Desde ahí se volvió la mascota oficial del Grupo. 

“Su tranquila y faldera vida se vio alterada por la llegada de Coqui, una boston terrier de cuatro meses. Ella sí está completamente loca. Es juguetona, traviesa y nos ha venido a dar alegría, incluso a Theo. Al principio, él no quería ni verla, pero ella le pasaba molestando y molestando hasta obligarle a jugar, Hoy son inseparables. 

“Una mascota le cambia la vida a cualquier persona. Quien no ha tenido el amor de una mascota creo que está incompleto. Son leales, cariñosas, siempre están ahí. Cuando uno está preocupado, te acompañan y te relajan. En el campo empresarial humanizan las actividades. A veces, al empresario se le ve como el intocable, que está allá lejos, que con las justas se le puede ver alguna vez en una foto. En cambio, cuando estamos con las mascotas nos mostramos más humanos. Algunos nos dedicamos a ser empresarios, otros a ser trabajadores, pero al final todos somos iguales. Eso es lo que nos contagian las mascotas, la igualdad, el amor y el respeto”. (I)

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