Pedro Maldonado Ordóñez Editor
El vicepresidente ejecutivo de Banco Guayaquil cuenta que están por cerrar una operación internacional por US$ 150 millones que se destinaran a financiamiento de crédito de consumo. "El financiamiento internacional ayuda a alargar los plazos de los créditos y eso beneficia a los clientes". Julio Mackliff asegura que existe un panorama favorable para la banca ecuatoriana y lo detalla en una entrevista concedida a Forbes Ecuador en medio de la 59 Asamblea de la Federación Latinoamericana de Bancos (Felaban), que se cumplió en Miami a finales de octubre e inicios de noviembre.
Banco Guayaquil mantuvo varias reuniones con instituciones financieras en la asamblea anual de Felaban, en Miami. ¿Cómo avanza el negocio de la intermediación financiera?
Se aprecia que hay mucha liquidez hoy en el mundo, hay mucho recurso. Ese nivel de liquidez permite buscar oportunidades y en el Ecuador estamos algunos bancos que tenemos esta ventana de tener acceso a los créditos internacionales. Esto es un insumo para compensar lo que en Ecuador no existe: el fondeo a largo plazo. El fondeo doméstico en el Ecuador es de muy corto plazo. En promedio un cliente hace un depósito a plazo de 270 días. Entonces las fuentes internacionales nos ayudan a conseguir un financiamiento que arrancan de tres, cinco y hasta diez años plazo. Y esa combinación de recursos internacionales permite atender necesidades de nuestros clientes, tanto en empresas como personas. En empresas existen proyectos importantes de infraestructura, cambio de matriz energética, ampliaciones de planta, conquista de nuevos mercados, todos requieren invertir. Y en personas puede haber titularizaciones de flujos de remesas, de consumos de tarjetas de crédito, financiamiento de vehículos algunas operaciones de inversión o consumo corriente que normalmente son 24 meses, ahora puedes llegar a 48 meses. Este financiamiento internacional ayuda a la intermediación fundamentalmente en alargar plazo, con lo cual las cuotas de nuestros clientes, tanto en empresas personas se ven favorables y sin afectar su flujo.
¿Qué tan complicado es para un banco acceder al financiamiento internacional?
Si alguien quiere entrar por primera vez al mundo internacional no es sencillo, se necesita una trayectoria y una historia que contar con aciertos y desaciertos. Allí están dos verticales: la visión como país y la otra es que dentro de ese país con quién te puedes asociar o qué tipo de garantía de solvencia te puede dar una entidad financiera. Cada banco trabaja en su particularidad de ver cómo fortalece sus capacidades financieras a nivel de solvencia, liquidez, rentabilidad, manejo de la calidad de la cartera de crédito, reciprocidad con la inversión. Ahí vas construyendo tu historia y Banco Guayaquil está en mercados internacionales por más de 40 años con el beneplácito de recibir recursos, líneas, reconocimientos internacionales por ese track récord que hemos mantenido al no haber dejado de pagar nunca una operación. Las calificadoras de riesgos internacionales también juegan un rol clave porque dan seguimiento a tu comportamiento crediticio y financiero. Esos son los principales elementos que permiten a cada banco entrar rápidamente o no a un mercado internacional.
¿Está en camino un nuevo financiamiento, algún nuevo crédito para el banco?
Estamos trabajando para cerrar una operación internacional estructurada, que es un tramo de un programa de estructuración de merchant vouchers, aproximadamente por US$ 150 millones entre 7 y 10 años plazo. Hay que esperar los procesos legales operativos para dar el cierre final como como demanda la operación. Eso sería este año y la venimos trabajando los últimos dos meses. Normalmente este tipo de operación tarda promedio entre 90 o máximo 120 días y se las programa con debida anticipación. Entonces, esta operación cerraríamos en este año. Y para el próximo año ya estamos trabajando en operaciones nuevas, con variedades de intervenciones como por ejemplo las modalidades de crédito sindicado que son estructuras internacionales que lidera un banco y a la que se asocian cinco o diez bancos que quieren participar. Tienes operaciones bilaterales, acuerdos de Banco Guayaquil con un multilateral, con un banco corresponsal, donde tenemos ya líneas directas abiertas.
¿Y esos US$ 150 millones cómo se destinarían?
Para financiamiento de consumo. El banco viene los últimos tres meses teniendo un muy buen crecimiento en ese rubro luego de que el consumo de hogares viene cambiando su tendencia. Hay un quiebre y se incrementó el consumo de hogares, con lo cual se requiere financiamiento en lo que es consumo de vehículos. Entonces, ahí estamos apostando mucho. Hoy estamos colocando mensualmente el doble de crédito de lo que colocábamos hace cuatro o cinco meses atrás.
¿Cómo asegurar la rentabilidad frente a todo lo que nos cuenta?
Si tú logras mejorar tu costo de fondeo, mejoras tu margen financiero. La mejor forma de ver cómo mejorar tu costo de fondeo viene de dos fuentes: tasas bajas, aunque nadie tiene la bola de cristal al respecto, y luego está un tema que sí podemos manejar que es la estructura del fondeo para tener un costo más bajo. Hoy estamos creciendo de manera relevante en la industria corporativa y eso se ve reflejado en la composición del fondeo y para lograr eso necesito buenas condiciones de crédito, no solamente la tasa, sino también el plazo.
¿Cuál es la relación porcentual entre la banca corporativa y la banca de personas?
Hoy nuestro portafolio corporativo está más o menos en 48%, en consumo es un 40% y el resto es microfinanzas y viviendas. Estamos consolidando esa principalidad de la banca corporativa y eso nos ha traído mayor fondeo a la vista con lo cual nuestro costo fondo ya empieza a tener un sentido, pero queremos llegar mucho más. En ahorros hacemos lo mismo, pero con las personas: si doy un crédito de consumo, parte de ese crédito va a una cuenta ahorro y genera tranquilidad para pagar su crédito, pero también lo motivamos para que pague la luz, el agua, el colegio. Empezamos a hacer una vinculación mucho más arriesgada por el lado del crédito. También tenemos productos que benefician a aquellos que quieren ahorrar para tener un proyecto más adelante con ahorro para educación, para la entrada de una casa, de un carro, así se diseñan productos y servicios y hoy tenemos un súper buen crecimiento en el producto de ahorro durante este año.
¿Y cómo mejorar la productividad?
Tiene que ver mucho con el tema de los gastos operacionales y estos se asocian a la manera en la que se generan mayores niveles de profundidad de ventas en servicios o productos al más bajo costo posible. Y ahí está el proceso de transformación con la forma en la que se deben operar oficinas porque hoy el modelo de atención es diferente. Ahora es muy digital el cliente y la pregunta es cómo mejoramos los procesos tradicionales, porque ahí está el gran peso. ¿cómo ese banco antiguo deja de serlo para eliminar ese tipo de procesos y, por lo tanto, terminar ese tipo de procesos se emiten una serie de costes innecesarios en ese proceso. Y uno de los pilares para una mejor performance o efectividad es la inteligencia artificial. Eso sí, no todo funciona porque también hay que estudiar la experiencia y la relación con el cliente, porque hay cosas que necesitan el relacionamiento presencial y otras cosas que no.
¿Y en el tema del manejo de efectivo qué estrategia está aplicando el banco?
Casi el 70 % de nuestras transacciones monetarias se hacen digital. Ya no es el gran volumen donde tú tenías el 80 % en físico. Hay mucha transferencia de dinero a través de digitalización, de transferencias electrónicas o medios de pago vía billeteras. Creo que el tema de efectivo se debe abordar más allá del del modelo operacional, sino con el sentido de urgencia e impacto que tiene el reducir el efectivo. No creo que el efectivo vaya a ser a eliminado el efectivo, eso es eso es difícil, peor en una economía dolarizada. Pero sí necesita mayores definiciones para abordar realmente la sustitución de todo tipo de transacción que hoy ya la banca lo tiene de manera digital. La banca tiene las soluciones para sustituir la mayor cantidad de transacciones que se ejecutan. No hay razón por no hacerlo, pero se necesita voluntad. (I)