Las dos islas privadas Jeffrey Epstein, comúnmente conocidas como 'Islas de los pedófilos', en las Islas Vírgenes de los EE. UU, fueron oficialmente puestas a la venta por US$ 125 millones. Esto ocurre a casi tres años de la muerte del empresario y financista, quien fue encontrado ahorcado en una celda luego de ser detenido por una presunta red de prostitución de menores que hasta el día de hoy salpica a personajes como el príncipe Andrés del Reino Unido.
Reportado por primera vez por The Wall Street Journal, el par de propiedades incluye Great St. James y Little St. James, ambas de Jeffrey Epstein. La primera de ellas es la más grande ya que abarca casi 70 hectáreas y está situada cerca de St. Thomas. Mientras tanto, Little St. James, que abarca aproximadamente 30 hectáreas, tiene una residencia principal, cuatro casas de huéspedes, un helipuerto, un muelle privado, una gasolinera, tres playas privadas, dos piscinas y un gimnasio.
Esta última isla, el mismo lugar donde se informó que las niñas menores de edad fueron forzadas a la servidumbre sexual, también tiene una laguna repleta de flamencos, biblioteca, cine y cabañas. Además, cuenta con una misteriosa estructura similar a un templo a rayas, y no está claro cuál era el propósito del edificio.
Epstein compró Little St. James en 1998 y Great St. James en 2016. The New York Post informó en 2019 que estaba construyendo ilegalmente un complejo en Great St. James. Los fiscales de las Islas Vírgenes alegaron que Epstein trajo niñas de hasta 11 años a las islas, donde él y sus asociados las agredieron sexualmente, según informó The Wall Street Journal. En agosto de 2019, Epstein murió aparentemente por suicidio en un centro de detención de Nueva York mientras esperaba juicio por cargos de tráfico sexual.
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Qué ocurrirá con las islas de Epstein
The Wall Street Journal también informó que un abogado del patrimonio de Epstein, Daniel Weiner, dijo que el dinero de la venta de las islas pagará las demandas pendientes y los costos de administración de las propiedades.
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Sin embargo, esta no es la primera de las casas de Epstein que ha sido vendida por su patrimonio. Su casa de Palm Beach fue comprada en marzo de 2021 por el desarrollador de bienes raíces de Florida Todd Michael Glaser por US$ 18.5 millones, quien inmediatamente comenzó una demolición en la propiedad. La mansión de Epstein en Manhattan en el Upper East Side de la ciudad también se vendió en marzo de 2021 por US$ 51 millones, y sus otras propiedades en Nuevo México y París también están a la venta.
Si bien parece algo inimaginable comprar una casa o una propiedad donde han ocurrido actividades tan horribles, hubo otras propiedades famosas por estar "malditas" que se convirtieron en atracciones o cuyos propietarios o representantes intentaron distanciar de sus pasados repugnantes.
Otras propiedades “malditas”
La Mansión Versace es quizás uno de los ejemplos más notables. La mansión de Miami fue el lugar del asesinato del diseñador de moda Gianni Versace en 1997 y se vendió en 2013 por US$ 41,5 millones, más de US$ 80 millones menos que su cotización original. Hoy es un hotel y restaurante de lujo; los invitados pueden incluso dormir en el dormitorio de Gianni Versace.
También está el rancho Neverland de Michael Jackson, que abandonó después de ser absuelto de abusar de un adolescente allí, vendida en 2020 al multimillonario Ron Burkle por US$ 22 millones, unos US$ 78 millones por debajo de su precio de cotización inicial. Desde entonces, el rancho fue renovado y renombrado como Sycamore Valley Ranch.
Muchas casas están estigmatizadas por su pasado oscuro, y varias han sufrido cambios de dirección para no afectar las ventas futuras. Esto incluye la casa de Brentwood, California, donde Nicole Brown Simpson y Ron Goldman fueron asesinados, lo que condujo al sensacional juicio por asesinato de O.J. Simpson, quien luego fue absuelto.
Las propiedades de Epstein son comercializadas por Modlin Group, Bespoke Real Estate y la firma local de las Islas Vírgenes Christie's International Real Estate The Saints. Los agentes se negaron a comentar ante las consultas realizadas.
*Nota publicada originalmente en Forbes EE.UU.
