Aunque Ecuador está dolarizado y no posee moneda propia, existe un mercado de tipo de cambio vinculado al comercio exterior. Grandes empresas, pymes, exportadores, importadores, incluso personas naturales realizan transacciones con el resto del mundo y requieren operaciones en monedas distintas al dólar (euros, yenes, yuanes, pesos), lo que genera riesgos cambiarios que deben gestionarse.
En ese contexto, Banco Pichincha se posiciona como asesor financiero, no solo como intermediario de divisas, sino que ha demostrado que es posible innovar, orientar y generar valor agregado. Así lo confirma el reconocimiento de Euromoney como Mejor Banco de Divisas 2025 en Ecuador, un premio que coloca a la institución entre referentes globales.
"Es un reconocimiento muy importante, no solo para el banco, sino también para la industria y para el país", señaló Esteban Arroyo, tesorero de Banco Pichincha. "Estos premios existen en más de 120 países y evalúan cómo atendemos a nuestros clientes en el mundo cambiario, incluso en un país dolarizado".
Los ecuatorianos transan con el mundo y enfrentan riesgos cambiarios. Importar maquinaria desde Europa, pagar proveedores en Asia, negociar con los compradores de culturas distintas o enviar remesas a estudiantes en el extranjero son operaciones que requieren asesoría especializada.
"Ecuador es un país muy integrado comercialmente con Japón, China, Europa, entre otros mercados. Todo intercambio implica un flujo financiero en una moneda distinta al dólar, lo que genera un riesgo cambiario para el cliente y la necesidad de comprar esa moneda para pagar mercancías o recibir pagos", explica Arroyo.
La distinción llega en un contexto de transformación estratégica. La Tesorería de Banco Pichincha ha impulsado un modelo centrado en la experiencia del cliente, simplificación de procesos y adopción de plataformas de clase mundial como Bloomberg y Murex.
Este enfoque ha permitido a la entidad negociar cerca de US$ 800 millones durante el último año. Ese monto equivale a más de 50.000 transacciones que atendieron a 16.000 clientes, el mayor porcentaje está en el segmento corporativo.
Los productos de mercado usados en estas transacciones incluyen operaciones de contrato (spot) y derivados financieros de divisas, los cuales se han ajustado a las necesidades específicas de cada cliente.
Banco Pichincha negocia actualmente entre 12 y 15 monedas, siendo el euro la principal. Destacan las exportaciones hacia la Unión Europa, el más importante como bloque comercial, con productos como camarón, cacao, derivados de pescado y banano. Las ventas a ese destino tuvieron un crecimiento del 26 %, entre enero y julio de 2025, alcanzando más de US$ 3.700 millones, lo que refuerza la necesidad de soluciones cambiarias ágiles y competitivas.
Predictibilidad como propuesta de valor
Lo que busca el banco con sus clientes es darles certeza en sus flujos financieros. El objetivo es optimizar la estrategia comercial del cliente, ofrecer predictibilidad en pagos futuros y mitigar riesgos de tipo de cambio. "Deben conocer en dólares cuánto les costará una operación, sin exponerse a que una variación cambiaria les incremente el gasto en cientos de miles", señala Arroyo.
Un ejemplo es la importación de maquinaria con pagos escalonados en euros, donde el banco ayuda a fijar costos en dólares y proteger la rentabilidad del proyecto. "Acompañamos al empresario para que se enfoque en su proceso productivo, mientras nosotros diseñamos la mejor estrategia para mitigar el riesgo cambiario y darle predictibilidad en el flujo de sus pagos en dólares. Esa es la asesoría que buscamos".
"Nosotros nos vemos como asesores estratégicos del cliente. No buscamos solo ejecutar una transacción de compraventa de divisas, sino entender la necesidad y cómo la solución cambiaria apoya y optimiza su estrategia comercial". El acompañamiento financiero permite a los clientes tener certeza en dólares y que sus recursos lleguen al beneficiario en el momento requerido.
En contratos anuales de exportadores e importadores, el riesgo cambiario puede alterar la estructura de costos. Por ello, el banco realiza simulaciones de escenarios, apreciación, devaluación, en el peor caso posible, para que el cliente decida si prefiere asumir un costo fijo, aunque sea ligeramente mayor, a cambio de estabilidad. "Es como contratar un seguro: no se busca ganar, sino protegerse", enfatiza Arroyo.
El Tesorero del Banco destaca una visión integral: no se trata solo de generar ingresos por tipo de cambio, sino de acompañar al cliente en su proceso de decisión. Al atraer sus fondos al banco para pagar facturas en otras monedas, se generan servicios adicionales como inversiones a plazo o soluciones de financiamiento.
Asesoría estratégica
Más allá de las transacciones, la institución ha consolidado un ecosistema de acompañamiento con servicios no financieros:
- Charlas mensuales de mercado vía Zoom, con más de 100 a 120 clientes conectados regularmente, donde se presentan tendencias globales. Se realizan el segundo jueves de cada mes, de 08:30 a 09:15, desde hace cuatro años.
- Boletín diario Tendencias de mercado, con información breve sobre tipos de cambio, commodities y noticias relevantes.
- Eventos presenciales en Quito, Guayaquil, Cuenca y Manta, donde se analiza la economía ecuatoriana y los mercados internacionales. Estos encuentros permiten interactuar directamente con clientes y equipos comerciales.
Innovación reconocida
Uno de los productos destacados por Euromoney fue el financiamiento en euros a través de Pichincha España. Esta solución permite a los clientes pagar directamente a proveedores europeos con tasas más bajas que las locales en dólares, creando un mercado que antes no existía.
"Muchos clientes, especialmente pymes, nunca habían operado en monedas distintas al dólar. Al descubrir la ventaja competitiva de financiarse en euros, redujeron costos y aprendieron a gestionar riesgos cambiarios", explica Arroyo. (I)