El colombiano Luis Javier Ríos llegó a Ecuador hace tres años, cuando el grupo cuencano Consenso lo contactó para que manejara la transformación digital de sus empresas. Antes de aterrizar en Ecuador, el ejecutivo de 57 años había vivido en Panamá y Perú, forjando una experiencia laboral en grupos empresariales como Éxito, Studio F, RG (Colombia), Riplay (Chile).
Experto en manejo de retail, fue contactado por el grupo nacional para liderar la transformación digital de sus empresas: Indurama, Marcimex, Mercandino, entre otras. Al principio venía esporádicamente como asesor hasta que en 2021 le ofrecieron el cargo de Vicepresidente Corporativo del departamento de tecnología y, en febrero de 2023, asumió la Gerencia General de Indurama. Vive en Cuenca, ciudad a la que considera un tesoro escondido, con gente maravillosa y un nivel empresarial muy bueno. El primer aprendizaje, cuando uno ha trabajado en distintos países es saber acomodarse a la cultura de donde se vive. En lo profesional, me rodeo de ejecutivos y profesionales de primera para poder generar cambios enfocados en conseguir resultados, rentabilidad y desarrollo de la empresa.
Graduado de ingeniería de Sistemas por la Universidad de los Andes en Colombia, con diplomados en estrategias digitales y liderazgo en Columbia Bussines School y revolución fintech en Warthon School en EE.UU., se instaló en Ecuador con su esposa. Sus hijos, mayores de 20 años, se quedaron en Medellín.
Ríos disfruta mucho de conocer el país, ha estado en Ambato, Salinas, Guayaquil y Quito, principalmente. Un aspecto que le impresiona es que todo está cerca, en tres o cuatro horas se llega a la Costa, Amazonía o a las montañas. En su check list está pendiente visitar Galápagos. Los fines de semana aprovecha para ir al Parque Nacional Cajas a caminar o montar bicicleta. Recalca que es un país lleno de variedad y magia. Considera que el ecuatoriano es una persona amable y educada, que sabe escuchar, dispuesta a aprender, pero, sobre todo, resiliente. Todavía hay mucho trabajo por hacer en el ámbito competitivo, para volverse internacionales. El mercado ecuatoriano es bastante cerrado. Tienen todas las herramientas para hacerlo, solo falta decisión y un cambio de mentalidad. La conectividad vial y aérea en caso de Cuenca no es la mejor, el aeropuerto es pequeño, solo para vuelos nacionales, siempre es una odisea salir hacia los países en los que vendemos productos. Avanzar en los tratados de libre comercio es una necesidad para Ecuador, a pesar de tener una moneda fuerte, que les da estabilidad, frente a las devaluaciones de las monedas de los países vecinos.
En el caso de Indurama, a la fecha la empresa exporta a 15 países de la región Latinoamericana de Centro, Sudamérica y el Caribe. Maneja un portafolio de 120 productos incluido electrodomésticos grandes y menores, televisores, repuestos y otros insumos. Cuenta con 1.500 empleados directos y unos 7.000 indirectos. Su facturación en 2022 cerró sobre los US$ 150 millones.
Este ejecutivo colombiano dice sentirse muy a gusto en este país, prefiere no opinar sobre la situación de incertidumbre y las próximas elecciones. Está seguro que los ecuatorianos sabremos aprovechar las oportunidades y superar los obstáculos como lo hemos hecho en ocasiones pasados. Confiesa que le gusta el locro de papa, con queso y aguacate, que lo come tres o cuatro veces a la semana. Pero el cuy no ha sido capaz de probarlo, dice entre risas. (I)