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Jenny Mejía de la empres Veris para nómad
Nómades
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Yenny Mejía Osorio llegó a Guayaquil en abril de 2019. Esta bogotana, de 51 años, está encantada con el Puerto Principal, porque dice que tiene calidad de vida y no se enfrenta a los “trancones” de Bogotá. Es la Vicepresidenta de Gestión Clínica y Operaciones de Veris Latonomedical, la red de servicios médicos más grande de Ecuador, y maneja 14 centrales médicas, cinco centros Para Mí y Veris Urgencias Ambulatorias, con 1.500 empleados.

23 Noviembre de 2023 10.50

¿Qué es lo que más le gusta de Guayaquil? La respuesta de Yenny Mejía Osorio sorprende a cualquier conductor estresado de la ciudad más poblada de Ecuador. “Acá no hay trancones, trancones eran los que sufría en Bogotá”. 

Y, por supuesto, el entusiasmo de su respuesta contrasta con la queja constante del tiempo perdido en el tráfico guayaquileño. “Acá hemos ganado en calidad de vida, en serio, al venir a vivir a Guayaquil, para nosotros esto es una belleza, me da risa cuando me dicen que hay trancón, me asomo, y veo cuatro carros en la calle. Y les digo vayan a Bogotá…”. 

Es oriunda de Colombia, y llegó al país hace cuatro años cuando una empresa cazatalentos la reclutó para un proceso de selección que comenzó con una llamada, continuó con varias entrevistas, durante meses, y solo al final supo que se trataba de Veris Latinomedical, la red más grande de centrales médicas de Ecuador. 

Actualmente es Vicepresidenta de Gestión Clínica y Operaciones y tiene a cargo el manejo de 14 centrales médicas, cinco centros Para Mí y la unidad Veris Urgencias Ambulatorias. Presta servicios a 1 millón 100 mil usuarios, de los cuales 640.000 están activos, y tiene a su cargo 1.500 empleados, que incluye toda el área de salud, que son entre 800 y 900 personas, y el resto corresponde a la parte administrativa, operativos, cajeros, jefes de centrales.

“Siendo Bogotá una ciudad muy linda y grande, es muy complicada, son casi 11 millones de habitantes. Es gigante y el tráfico es agobiante. En una época, desde donde vivíamos, el transporte escolar recogía a mi hijo a las 05:15 y recién llegaba la escuela a las 7:30. Vendimos el departamento y fuimos a vivir al lado del colegio, pero para mí se complicó, yo duraba más dos horas en el tráfico, así que empecé a usar el Transmilenio, 'el translleno', como le llamamos los bogotanos.  Me tomaba 20 minutos, pero había que empujar, ir apretada, con la cara pegada al vidrio, la nariz aplastada…”. 

Yenny Mejía sonríe cuando recuerda esos viajes de ida y vuelta en Bogotá. Era demasiado complicado, la familia había pensado en trasladarse a vivir a otra ciudad de Colombia, menos asfixiante y donde pudiera pasar más tiempo con su esposo y su hijo. “Así que la propuesta laboral de Ecuador llegó en el mejor momento”. 

Ella es médico con maestría en Administración y Dirección de Empresas, especialista en Medicina Familiar, especialista en Gestión de Enfermedades Crónicas, tiene una amplia trayectoria en el área, y ha ocupado cargos directivos en diferentes prestadoras de servicios de salud. Ha diseñado y desarrollado modelos de atención hospitalaria que han mejorado los indicadores de gestión. Ha sido docente universitaria en el área de Medicina Familiar y Terapéuticas Alternativas y Farmacología vegetal.

Llegó a trabajar a Guayaquil en abril de 2019. Dice que todo fue “una casualidad del destino”. Se encontraba trabajando en Bogotá, en la Corporación Mi IPS, una empresa de servicios de salud, como directora nacional de Modelo de Atención de Salud, cuando una tarde recibió una llamada. Era una empresa cazatalentos y le preguntaron si estaba interesada en participar en una convocatoria para un cargo en Ecuador, ya que les había interesado su CV, que lo vieron en la red social LinkedIn. 

Respondió que sí y no le dieron más detalles. Llegó a la casa y le dijo a su esposo: “Nos vamos a vivir a Ecuador”. “Estas loca, no, no estoy, me llamaron a una convocatoria y dije que sí, vamos a ver qué pasa”. 

Así comenzó un proceso de llamadas, entrevistas que duraban hasta dos horas, pruebas, reuniones virtuales. “Les llamaba la atención que como la Directora Nacional de Modelo de Salud de Corporación IPS, la empresa prestadora privada de salud más grande de Colombia, tenía a cargo 450 sedes a nivel país, 7.500 empleados directos, y 4,500 indirectos. y 6 millones de usuarios”. 

Recuerda que fue un proceso “a cuenta gotas”, hasta que el CEO de la empresa tenía previsto viajar a Bogotá para entrevistar a quienes habían llegado a la instancia final del proceso. Se entrevistó durante una hora y media con Jorge Wills, presidente ejecutivo de Veris Latinomedical, también de origen colombiano, quien dirige la empresa desde 2004. Al siguiente día la llamaron para decirle que cuándo podía viajar a Guayaquil.

“El 30 de marzo de 2019 vine por primera vez, no conocía Ecuador, llegué a Guayaquil y me pareció encantadora. Luego volví a Bogotá y le dije a mi esposo 'nos vamos a Ecuador', me hicieron la propuesta y acepté”. En 13 días hizo el trasteo, sacó al niño del colegio, tenía entonces 9 años, y convenció a su madre de que se viniera con ella a Ecuador. Le preocupaba que se quedara sola, ya que sus dos hermanas residen fuera de Colombia. 

Comenzó en Veris como Gerente de Gestión Clínica y su función era diseñar un modelo de salud para implementarlo en toda la red de centrales médicas. Y luego asumió la Vicepresidencia de Gestión Clínica y Operaciones, a finales 2021.

“Era mi responsabilidad diseñar un modelo de salud, basado en estándares de alta calidad, asegurar que el paciente recibiera atención desde lo técnico, infraestructura, acompañamiento, englobar al paciente como centro de atención. En salud hay la quíntuple meta, te centras en las necesidades del paciente, y hay otras que cumplir. La segunda meta es que se obtengan resultados en salud; tercera que el modelo sea financieramente sostenible; cuarta que el profesional de la salud se sienta contento trabajando, porque debe apasionarse con lo que hace; y la quinta es la equidad. Todos los pacientes que lleguen a Veris deben ser atendidos de la misma manera”.

Cuando asumió el cargo solo eran 12 centrales médicas de Veris y han aumentado a 14 centrales, en Sierra y Costa. Los cinco centros médicos Para Mí se han abierto en el último año y están diseñados para prestar atención al segmento medio y medio bajo. El más reciente se inauguró en el centro comercial Mall del Norte, en el norte de Guayaquil, el 8 de noviembre de 2023. La inversión de estos centros bordea los US$ 6 millones. 

Un año después de que llegó a Veris, le tocó afrontar uno de los desafíos más fuertes en su carrera: la pandemia de covid-19. Lo primero que tuvo que lidiar fue con el temor de los médicos, luego mantener el servicio de atención cuando el sistema hospitalario colapsaba en el país. Tuvo que desarrollar los protocolos de manejo de pacientes, seguridad hospitalaria, la telemedicina y montar en “tiempo flash” un laboratorio de biología molecular. Pudo sortear la escasez de insumos y estaba a cargo de probar la calidad de todas las mascarillas para autorizar las compras. 

“Teníamos un desafío muy grande, recordemos que había desconocimiento, no habían guías de cómo atender ni manejo, tocó investigar mucho, sacar médicos vulnerables, implementar el teletrabajo, llevar el computador e internet para telemedicina, la atención por esta vía aumentó de 100 a 3.000 consultas mensuales”.

Mejía considera que Ecuador es un país de muchas oportunidades en materia de salud. Cree que el sistema está muy fraccionado, los pacientes reciben atención fraccionada porque no hay un plan de integralidad en salud. Por lo tanto, se requiere un modelo sostenible, que dignifique la salud, con infraestructura adecuada y atención humanizada, explica.

“Ecuador tiene una gran ventaja, que es ser un país pequeño, que con políticas de salud adecuada, cuidados y veedurías adecuados, puede tener la mejor salud del mundo. Tiene profesionales y hay los recursos, falta un modelo bien enfocado de integralidad de salud. Hay oportunidades y se puedes explotar”. 

“Tal vez eso es lo que me tiene enamorada de Ecuador, se puede hacer mucho, entregar conocimiento técnico y revolucionar la salud, poder impactar en una sola persona y en miles es lo que me apasiona. Hay que pensar en el estado de salud del paciente, calidad de vida, calidez, humanidad, en lo que se requiera para que un paciente sonría. No hay nada más gratificante que ver sonreír a un paciente”, dice la Vicepresidenta de Gestión Clínica y Operaciones de Veris Latonomedical, firma que el año pasado facturó US$ 80 millones. (I)

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