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Juan Luis Calvo de Pica Quito - Ecuador
Nómades
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Desde hace nueve años, el español Juan Luis Calvo vive en el país, liderando el proceso de transformación de los almacenes Pycca, Polipapel, Etnia y Pet Station. Mira al Ecuador con un potencial enorme en el aspecto turístico, más allá de las Galápagos y cree que el ecuatoriano tiene muchas ganas de comerse el mundo. Del otro lado, los obstáculos son la falta de una clase media y de inversión extranjera.

18 Mayo de 2023 16.50

Hincha del Real Madrid y fanático del tigrillo. Cuando le preguntaron hace nueve años sobre qué sabía de Ecuador, no supo responder nada. Hoy está casado con una ecuatoriana, vive en Guayaquil y está enamorado de las playas, los volcanes, las lagunas y, en general, del paisaje. Y también de los ecuatorianos, a quienes los admira porque “les gusta hacerlo todo tan sencillo, aunque no lo parezca. Las complejidades las bajan y las simplifican. En Ecuador te dicen 'calma, hazlo bien, no pasa nada, arriésgate, si sale mal lo volveremos a intentar'. Eso, con la vorágine que se vive en otras países, es imposible. En los países europeos, si te equivocas, te vas”.  

En un español que, por ratitos, cuesta un poco comprenderlo, Juan Luis Calvo, CEO de Almacenes de Pycca, Popilapel, Etnia y Pet Station, cuenta cómo tuvo que ir descubriendo una nueva forma de ver las cosas. Llegó en marzo 2014, a prueba. En ese momento había concluido una etapa de cinco años en Colombia. Una head hunter lo contactó para encargarse del proyecto en Pycca. No lo dudó, porque detrás tenía todo un bagaje de experiencia y conocimiento que lo hacía un gran prospecto.  

Nacido en Madrid, se graduó de Publicista, pero no ha trabajado ni un solo día de su vida en ello. A los 18 años, mientras estudiaba su carrera, ingresó a trabajar en la cadena de almacenes Lery Merlin, en una tienda de 22.000 m2, donde llevaba la sección de Jardinería. Al graduarse, él ya era Jefe en ese departamento, así que se la jugó para seguir en el mundo del retail. Después se cambió a la empresa alemana Media Markt, donde estuvo nueve años en el área de Electrónica.  

“Después de eso, me decidí a dar tumbos por el mundo. Fui al Asia, a trabajar en una empresa española para montar sus oficinas en China, estuve dos años. En plena crisis de 2008 en España, regresé a mi país, pero no me acostumbré. Así que me fui a Colombia.Tras ese proyecto que no funcionó, me vine a Ecuador. Los accionistas de segunda generación querían consolidar la empresa que habían creado sus padres. Ya era una empresa reconocida, pero querían hacerla más grande. Tuve que pasar un periodo de prueba de seis meses. Era la primera gerencia general profesional en la empresa, hasta ese punto todos habían sido miembros de la familia. Era un plan de gobierno de familia, buscaban una persona para hacer esa transición. Tras la prueba me dieron el nombramiento de representante legal de la compañía. En esos seis meses, preparé el business plan de lo que quería para la empresa”.   

Una organización que prevé cerrar 2023 como el año en que abrirá más metros cuadrados en la historia de Pycca, superando al récord de 2022. “Vamos a inaugurar seis nuevos Pycca: dos en Guayaquil, en un centro comercial que se llama Mall del Norte, en Libertad, en Portoviejo, en Loja y una segunda tienda en Manta. Ademas de los seis Pycca, serán seis Polipapel, 14 Pet Station (hemos abierto ocho en cuatro meses y medio) y seis tiendas e islas de Etnia. Este año vamos a llegar a la tienda 100 entre las cuatro marcas, específicamente sumar 103 tiendas. Eso significará US$ 10 millones de inversiones, donde el 85 % será apertura de tiendas y el resto para sistemas y logística para reforzar las tiendas. En cuanto a empleos, significará 400 nuevas plazas, lo que nos permitirá llegar a una nómina de 1.400 personas. Con todo esto, apuntamos a cerrar el año con unos US$ 135 millones de facturación”.   

Orgulloso de las cifras proyectadas y de su joven equipo de trabajo y colaboradores. Calvo no mantuvo la sonrisa desde el principio. Al contrario, tuvo que inaugurarse con las sorpresas naturales y con los vaivenes de la política. Recuerda, principalmente dos hechos: el terremoto de 2016 y las restricciones a las importaciones de 2014. “Fue el año que se empezó a poner los cupos de importación. Yo venía del libre comercio y esto fue sorpresivo. Eran costes o estructuras que debíamos montar en la empresa para salvar normas regulatorias. Algunas estaban bien y otras exageradas en su momento. Y tuve que aprender, porque venía de un mundo en que compraba lo que quería. Pero, curiosamente, lo peor no era eso, sino que las tendencias no llegaban, era todo muy lento en el país. Aunque traíamos las tendencias,  se demoraba en vender, hasta un año. La gente las veía y no las compraba. Hoy es diferente, la gente está hiperconectada, ve las tendencias y las exige. Por eso siempre digo que en el aspecto open mind Ecuador está al día”. 

El terremoto, en cambio, lo desestabilizó un poco, cuenta. Al verlo, los accionistas le dijeron: “Luis, tranquilo, hemos visto esto y más. Para qué nos vamos a poner nerviosos, solo hay que luchar para ser una empresa más grande”. Puso el pie en el acelerador. “Los ciclos económicos en el mundo son de entre tres y cinco años. En Ecuador es un electrocardiograma. Uno tiene que acostumbrarse, es un país resiliente. La pandemia la vivimos de una manera radical. En Guayaquil tuvimos que ayudar a bastante gente de nuestra empresa, pero nos levantamos rápido. Cuando pude viajar a España a finales de 2020, ya con todo controlado, allá la gente estaba moralmente hundida, porque culturalmente no es tan resiliente. En cambio Ecuador lo es de por sí. Los ecuatorianos siempre le ponen ganas, aunque no lo parezca”.  

Entre los problemas que ve en Ecuador y en donde se debería trabajar están la baja clase media existente y la falta de inversión externa. “Cuando la mitad del país, o no tiene empleo formal o simplmente no tiene empleo, hace que el público objetivo que puede comprar en un sitio formal sea muy pequeño. Vengo de un país donde el 70 % es clase media y la tasa de desempleo ronda el 15 % total de la población/. El mayor bien al que aspira un ecuatoriano es a tener su casa, es su mayor ilusión y aspiración. Por otro lado, creo que falta inversión extranjera para que ese empleo se genere más rápido, aunque eso signifique competencia para nosotros. Pero también nos ayudará a competir, adaptarnos y hacer las cosas mejor cada día”. 

No deja de sorprenderse cada vez que viaja por tierra. “Ecuador es un país precioso, tiene, montañas, playas, lagunas, etc. Tiene una oportunidad única para fomentar el turismo, más allá de las Galápagos. Europa tiene una belleza arquitectónica, pero la belleza natural acá es impresionante”. (I)

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