Quito tiene el metro cuadrado más barato entre las principales ciudades de América Latina
El Relevamiento Inmobiliario de América Latina (RIAL), publicado en marzo de 2025 por el Centro de Investigación en Finanzas de la Universidad Torcuato Di Tella junto al Grupo QuintoAndar, ofrece una radiografía de los precios de departamentos en las principales ciudades de la región. El estudio compara el valor del metro cuadrado en zonas de 13 ciudades de 7 países y revela grandes contrastes que dibujan un mapa claro del acceso a la vivienda urbana en América Latina.

En la cima del ranking aparece Montevideo, donde el metro cuadrado de construcción alcanza los US$ 3.330. La capital uruguaya consolida su posición como el mercado más caro para adquirir vivienda, especialmente en barrios como Pocitos o Punta Carretas, que suelen estar en el radar de profesionales y familias con alto poder adquisitivo.

Ciudad de México ocupa el segundo lugar, con un precio de US$ 2.666 por metro cuadrado. Polanco, Roma y Condesa siguen siendo zonas de alta demanda, aunque el informe refleja un leve ajuste en los precios respecto al semestre anterior. Muy cerca se encuentra Monterrey, con US$ 2.592 por metro cuadrado, confirmando la influencia del norte mexicano como uno de los mercados más dinámicos del país.

Buenos Aires figura en cuarto lugar, con US$ 2.586 por metro cuadrado. Barrios como Recoleta, Belgrano o Caballito sostienen precios elevados en dólares, a pesar del contexto económico del país. Aun con cierta estabilidad nominal, el informe indica que el mercado tuvo variaciones recientes que deben ser observadas de cerca.

Guadalajara se ubica en la quinta posición, con US$ 2.369 por metro cuadrado, destacándose dentro del mercado mexicano por su crecimiento sostenido en zonas como Providencia, Chapalita y la Zona Real. A continuación, aparecen dos ciudades brasileñas con valores relevantes: San Pablo, con US$ 2.277, y Río de Janeiro, con US$ 2.229 por metro cuadrado, ambas manteniéndose en la franja media-alta del ranking regional.

Lima también forma parte del estudio, con un precio actualizado de US$ 2.149 por metro cuadrado. Esta edición confirma su ubicación en los primeros puestos del ranking, con valores especialmente altos en distritos como Miraflores, San Isidro y La Molina.

Ciudad de Panamá se posiciona en la franja media del ranking con un precio de US$ 1.804 por metro cuadrado. Zonas como Obarrio, Marbella y San Francisco presentan una recuperación interesante, con aumentos en el precio respecto al semestre anterior. El mercado panameño muestra signos de reactivación.

En Argentina, Córdoba y Rosario destacan no solo por sus precios relativamente más bajos, sino también por el dinamismo de su mercado. Córdoba tiene un valor promedio de US$ 1.628 por metro cuadrado y fue una de las ciudades donde más subieron los precios en los últimos seis meses. Rosario, con US$ 1.614 por metro cuadrado, también muestra una tendencia similar. Ambas ciudades siguen siendo atractivas dentro del país, especialmente para compradores jóvenes y proyectos de inversión.

Cierra la lista Quito, con el precio más bajo del relevamiento: US$ 1.215 por metro cuadrado. La capital ecuatoriana mantiene esta posición desde antes, lo que la convierte en una de las ciudades más accesibles para adquirir vivienda entre las grandes urbes de la región. Los datos para Quito fueron obtenidos a través de la plataforma Plusvalía, el portal inmobiliario líder en Ecuador, especializado en clasificados online de bienes raíces. Esta fuente, integrada al Grupo QuintoAndar, proporciona datos de barrios del norte y centro-norte de la ciudad, zonas representativas de la demanda residencial de clase media.

Más allá de las cifras, el ranking del RIAL de marzo 2025 expone la enorme diversidad de los mercados inmobiliarios en América Latina. Desde los altos precios de Montevideo hasta la asequibilidad relativa de Quito, el acceso a la vivienda varía considerablemente según el país, la ciudad y su dinámica local. En un continente donde la urbanización avanza a ritmo acelerado, estos datos se vuelven clave para entender la economía del ladrillo y las oportunidades, y desafíos, de vivir en las ciudades del futuro. (I)