Mientras el mundo se quema, París siembra árboles. ¿Y nosotros?
En tiempos de cumbres climáticas estériles y presidentes que prefieren negarlo todo antes que actuar, son las ciudades las que están marcando la pauta del siglo XXI. París acaba de dar una lección: cerrar 500 calles al tráfico para devolverlas a la vida. Mientras el mundo arde, algunas urbes entienden que gobernar hoy es plantar árboles, aunque duela.