Los secretos del modelo "liderazgo semilla de mostaza": cómo una pequeña idea puede cambiar el mundo
Esta filosofía aplicada puede transformar la manera en que dirigimos en tiempos de incertidumbre y cambio.
Esta filosofía aplicada puede transformar la manera en que dirigimos en tiempos de incertidumbre y cambio.
La responsabilidad afectiva empresarial es un cambio de paradigma que redefine la interacción de las empresas con su gente y sus resultados. Claves de una tendencia que va más allá de la Inteligencia Emocional.
Esto se da en medio de una era en la que la palabra "liderazgo" es tan usada como vaciada de contenido, porque actualmente se multiplican los expertos que disertan sobre cómo dirigir personas, construir cultura, inspirar a otros o resolver crisis... sin haber atravesado jamás esas experiencias en carne propia.
La primera reacción de muchos líderes es justificarlo: "Era cuestión de tiempo", "le hicieron una oferta imposible de igualar", "no encajaba en la cultura". Aunque detrás de estas frases hechas hay una realidad incómoda: muchas veces, la salida de un talento clave tiene más que ver con el liderazgo que con la empresa o la oferta externa.
La indolencia laboral revela una desconexión emocional en el equipo. Por qué ocurre este fenómeno y de qué manera los líderes pueden transformarlo para revitalizar el compromiso y la innovación.
El 73% de las empresas fracasan en responder rápidamente a los cambios de mercado debido a estructuras internas rígidas o descoordinadas, síntomas equivalentes a un sistema nervioso sobrecargado o mal calibrado
Esta transición, lejos de ser sencilla, se asemeja muchas veces a un salto al vacío donde los desafíos pueden ser tan o más intensos que los que enfrentaban en sus roles anteriores.
En el viaje metafórico que propone "El Alquimista", encontramos enseñanzas profundas que pueden transformar la forma de liderar, de relacionarnos, y de llevar adelante lo personal y profesional, con propósito, coraje y autenticidad.
Así como cuidamos el medio ambiente eliminando elementos contaminantes, en la comunicación podemos depurar nuestro lenguaje de expresiones restrictivas, automáticas o limitantes que bloquean el diálogo, generan barreras o producen emociones negativas.
Más allá de indagar sobre habilidades técnicas y experiencia, los buenos reclutadores generalmente combinan con tácticas sutiles e inesperadas para observar comportamientos, detectar patrones y, en última instancia, revelar la verdadera naturaleza de los candidatos.
Un informe reciente de McKinsey advierte que los líderes egocéntricos, aunque eficaces en contextos de crisis donde el control centralizado parece crucial, erosionan la moral del equipo y desincentivan la creatividad en entornos más dinámicos.
Según un análisis de la Harvard Business Review (2021), las palabras negativas incrementan la percepción de estrés en los equipos hasta en un 37%, lo que impacta directamente en la colaboración y la creatividad.
Liderar no implica solamente dirigir, sino también superar las barreras internas y externas para conquistar metas extraordinarias.
Esta elección se traduce en decisiones cruciales sobre cómo enfrentamos los desafíos, gestionamos nuestras carreras y lideramos nuestras organizaciones.
A diferencia del coaching tradicional, que en algunas de sus corrientes más rígidas se apega a marcos de acción poco flexibles y nada aptos para el mundo corporativo, la mentoría responde a la necesidad actual de acompañamiento personalizado y orientado a resultados específicos.
Las organizaciones ue se aferran a modelos jerárquicos rígidos y estructuras en verticalistas corren el riesgo de quedar obsoletas. La transición hacia un modelo de gestión centrado en la acción es clave para mantenerse competitivo en el siglo XXI.
El 75% de los empleados que experimentan micromanagement extremo reportan altos niveles de estrés, y un 55% planea dejar sus empleos en un plazo de dos años, según Gallup.
Las personas que generan impresiones positivas tienden a tener mayor influencia, persuaden con más efectividad y, en general, ocupan una posición ventajosa para transmitir sus mensajes y llegar a su público.
Los equipos eficaces mantienen una línea de excelencia óptima permanente y se autodesafían a seguir creciendo y evolucionando.