Así la joyería más grande del mundo duplicó la eficiencia de su atención online y aumentó la satisfacción del cliente con agentes de IA
Pandora integró inteligencia artificial conversacional para que su canal digital replique la experiencia emocional de las tiendas físicas. Con datos más limpios, respuestas más humanas y un modelo que aprende de cada interacción, logró que sus asistentes virtuales pasen de improvisación técnica a herramienta concreta de ventas.