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Cada emprendedor que se lanza al mercado no solo busca su propio éxito, sino que también contribuye a crear empleos, innovar y enriquecer nuestras comunidades. Invertir en su desarrollo es invertir en el futuro del país.

25 Octubre de 2024 15.50

Este grupo vibrante y diverso es resiliente, innovador, "entrador", arriesgado e incluso temerario. Estos adjetivos no solo suenan bien; son un reflejo auténtico del espíritu que mueve el emprendimiento en nuestro país. Según el reporte GEM Ecuador 2023-2024, detrás de cada emprendedor hay historias únicas moldeadas por la edad, el género, la ubicación y, por supuesto, por su historia personal y familiar.

La mayoría de nuestros emprendedores son jóvenes; un impresionante 52% tiene menos de 35 años. Esto no significa que la experiencia no sea también para los más mayores, ya que hay quienes, en sus "años dorados", apuestan por sus ideas con todo el corazón. Emprender no tiene edad, y el entusiasmo juvenil se mezcla con la sabiduría de quienes han recorrido más caminos. Decidirse a emprender muchas veces es una cuestión de necesidad. En un país donde el empleo formal es escaso, tanto hombres (89%) como mujeres (92.6%) ven en el emprendimiento una vía para ganarse la vida. Sin embargo, el camino no es siempre igual para todos. A pesar de que las mujeres alcanzan un 54.32% de finalización de secundaria, la brecha educativa sigue presente, y es vital que trabajemos juntos para eliminar estas desigualdades.

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Ya sea desde el campo o la ciudad, el deseo de generar ingresos se convierte en el motor del emprendimiento. Más del 90% de los emprendedores comparten esta motivación. Sin embargo, también hay diferencias importantes: el 50.8% de los emprendedores urbanos busca marcar la diferencia en el mundo, mientras que en el campo, el 43.5% se siente impulsado por la tradición familiar. Ambas motivaciones son esenciales y enriquecen nuestro ecosistema emprendedor. Para quienes ya cuentan con un empleo formal, dar el salto hacia el emprendimiento puede ser complicado. Alrededor del 25.41% de estos valientes deciden mantener su trabajo mientras inician su aventura empresarial. Lo importante aquí es tener un plan y, sobre todo, una red de apoyo. Emprender puede ser emocionante, pero no hay que saltar al vacío sin un paracaídas.

¿Quiénes son los emprendedores ecuatorianos? Son hombres y mujeres que, a pesar de saber que el camino no es fácil, no temen tanto al fracaso. Mientras que en otros países, como Uruguay, un 53.6% de la población adulta siente miedo de iniciar su propio negocio, en Ecuador ese porcentaje baja al 37.9%. Esto refleja un espíritu valiente que debemos seguir fomentando.

Apoyar el emprendimiento en Ecuador es fundamental para generar oportunidades y fortalecer nuestra economía. Cada emprendedor que se lanza al mercado no solo busca su propio éxito, sino que también contribuye a crear empleos, innovar y enriquecer nuestras comunidades. Invertir en su desarrollo es invertir en el futuro del país. Juntos, construyamos un entorno donde cada idea tenga la oportunidad de florecer y donde el espíritu emprendedor brille con todo su potencial. (O)

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