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Prometo, no dejarme deslumbrar por anuncios de redes sociales, pero si no puedo contenerme, al menos voy a asegurarme de que la modelo de medidas perfectas venga adentro de la caja para preguntarle qué filtro usa en la vida real para ejercitarse, ser mamá, trabajar, estar siempre peinada y al mismo tiempo sonreír.

26 Agosto de 2022 14.53

Constantemente veo en Instagram anuncios que me sugieren un estilo de vida diferente: viajes extraordinarios, casas lujosas y cuerpos perfectos. 

Hace unas semanas, una atractiva y joven modelo, junto a dos niños que suponían ser sus hijos, apareció en un post ejercitando su musculatura con Power Mom, un aparato que prometía una figura de portada de revista. Además, según el anuncio, el equipo cabía de maravilla en el armario o debajo de la cama. ¡Lo compré de inmediato!

Desempacarlo me tomó más de una hora, sacar el plástico de bolitas, cartones, y adhesivos fue una larga tarea; sin embargo, esa misma tarde terminé de ajustar todas las piezas con las herramientas de mi marido. 

Motivada, con una licra y al ritmo de mi canción favorita, empecé a toda máquina sin pausas ni pretextos. 

Todo iba de maravilla, hasta que, al siguiente día, intenté levantarme para preparar el desayuno y llevar a mis hijos al colegio. ¡Mis piernas y abdomen amanecieron entumecidos! Una mezcla de dolor y arrepentimiento me invadía cada vez que me agachaba, estornudaba o intentaba ponerme de pie. 

Quise entonces, a gatas, doblar el aparato para guardarlo por un tiempo, pero, para mi sorpresa, no cabía ni en el armario ni mucho menos debajo de la cama, así que decidí dejarlo en el corredor para recordar mi compromiso de alcanzar aquel escultural cuerpazo de Instagram.

Han pasado tres meses y aún no estoy ni cerca de lograr aquella meta, pero descubrí que el Power Mom, en mi casa funciona mejor como toallero y colgador de ropa. Sinceramente me divertí más aplastando las bolitas del plástico con el que venía empacado, que quemando la grasa que aún tengo alrededor del ombligo.

Prometo, desde hoy, no dejarme deslumbrar por anuncios de redes sociales, pero si no puedo contenerme, al menos voy a asegurarme de que la modelo de medidas perfectas venga adentro de la caja para preguntarle qué filtro usa en la vida real para ejercitarse, ser mamá, trabajar, estar siempre peinada y al mismo tiempo sonreír. (O)

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