Esta semana quedó claro cómo viene cambiando el juego en la carrera por la inteligencia artificial. El ejemplo involucra a un nombre más que conocido y a una herramienta que les suena familiar a casi todos los que usan computadoras. Hablamos de ChatGPT, de OpenAI, y de Microsoft Excel.
Excel forma parte de la clásica suite Office de Microsoft, que dominó el software básico durante más de una década. Millones de empleados administrativos novatos mostraron sus habilidades con esta hoja de cálculo para conseguir trabajo. Microsoft se hizo fuerte justamente en segmentos como este, mientras también fue una de las primeras en apostar por la interfaz gráfica de usuario basada en Windows.
Pero eso quedó atrás. Ahora, ChatGPT empieza a ganar terreno en un nuevo espacio: el uso cotidiano de la hoja de cálculo. Básicamente, ChatGPT va a dejar en offside a muchos trabajadores administrativos que se dedicaban a tareas básicas. Porque además de todo lo que ya puede hacer, ahora el modelo es capaz de usar Excel con un nivel de razonamiento muy alto, casi como si fuera una persona.
Datos y manejo de datos
Si comparamos lo que ChatGPT puede hacer ahora con lo que ofrecía en sus primeras etapas, el salto es grande. Al principio, servía sobre todo para recopilar datos. Los usuarios podían cargar esa información en una hoja de cálculo y, con suerte, aprovecharla para otras tareas.
Después, ChatGPT aprendió a escribir funciones y fórmulas básicas de Excel. Pensemos en multiplicaciones o sumas simples. Un ejemplo que mostró el modelo fue este:
Método tradicional: había que memorizar fórmulas como =SI(Y(A2>100,B2="Sí"),"Aprobar","Rechazar").
Método ChatGPT: simplemente le decís:
Si la columna A es mayor que 100 y la columna B dice 'Sí', marcala como Aprobar.
Y ChatGPT te devuelve la fórmula lista, con el formato correcto.
Esto fue parte de una ola que cambió cómo se programa. Programadores y analistas entendieron que podían delegarle a la IA muchas de sus tareas. La codificación dura y estructurada empezó a quedar atrás: alcanzaba con decirle al modelo lo que querías. Y justo cuando estábamos tratando de entender lo que eso significaba, apareció otra vuelta de tuerca.
El nuevo camino
La última versión de ChatGPT promete abrir una hoja de cálculo, completarla y generar resultados por cuenta propia, sin intervención humana.
Es una nueva etapa en la automatización que, según cómo se mire, puede despertar tanto admiración como preocupación.
The Information dio detalles sobre los avances de OpenAI, que parecen meterse de lleno en el terreno de Microsoft.
Parte de la novedad es que el modelo puede generar archivos compatibles con Excel y PowerPoint, lo que permite al usuario prescindir de esas herramientas —y de sus licencias— para crear contenido que igual se puede usar con ese software.
"Las nuevas herramientas en desarrollo permitirán a los usuarios crear y editar hojas de cálculo y presentaciones directamente dentro de ChatGPT, eliminando la necesidad de acceder a Microsoft Excel, PowerPoint o cualquier software de Microsoft", escribió Vasudha Mukherjee en Business Standard.
La semana pasada, Reece Rogers publicó una nota en Wired donde ahonda en esta idea. En los medios tecnológicos, se siente un clima de "rebana, pica", como si el nuevo ChatGPT fuera el paso inevitable hacia una ofimática que algunos venían esperando... y otros temían.
Documentación de capacidad
En GitHub, hay más información sobre estas funciones en un archivo Léame que acompaña los elementos del proyecto.
"ChatGPT-4, la última versión de OpenAI, mostró capacidades impresionantes en el procesamiento del lenguaje y la ejecución de tareas, sobre todo en el manejo de hojas de cálculo de Excel", escribió un usuario bajo el nombre Ameenha23. "Sin embargo, enfrenta desafíos importantes que limitan su eficacia con funciones más complejas de Excel", indicó.
Según este autor, el nuevo modelo "muestra una comprensión profunda del marco operativo de Excel", lo que le permite hacer análisis y realizar distintas tareas.
"Más allá de la manipulación básica de datos, ChatGPT-4 se destaca en la automatización de tareas repetitivas de Excel, como la carga de datos, cálculos simples y la generación de informes estándar", agregó. "Su función de soporte interactivo ofrece a los usuarios una guía paso a paso sobre distintas funciones de Excel, ayudándolos a resolver procedimientos complejos y problemas frecuentes. Esta característica mejora mucho la experiencia del usuario, y lo convierte en un asistente útil tanto para quienes recién empiezan como para los que ya dominan Excel", completó.
Todo esto deja en claro el poder sorprendente que tienen los modelos de lenguaje para usar una hoja de cálculo de una manera que, por momentos, parece humana.
A diferencia de aquel viejo y simpático clip animado, este modelo no tiene cara ni avatar, pero sí actúa como un usuario más. Igual que Claude y otros agentes anteriores, esta nueva camada puede usar software de oficina casi como lo hacemos nosotros. Y pensar que no vamos a competir directamente con ellos es, al menos, ingenuo.
Por eso me pareció que esta innovación merecía su propio espacio ahora, en julio de 2025. No falta mucho para que empecemos a verla meterse de lleno en el mundo del trabajo. Me la juego a que para septiembre ya será común. Muchos de los que programaban hojas de cálculo desde hace años van a tener que volver a casa, formarse de nuevo o hacer lo que haga falta para no quedarse afuera de esta migración laboral del siglo XXI.
Claro que también hay un costado positivo. Algunos gigantes del sector dicen que estos cambios nos van a permitir liberar a las personas para tareas más creativas y de mayor valor, mientras que la IA se ocupa de las tareas repetitivas. Sea como sea, está claro que ChatGPT ya tiene lo necesario para hacerse cargo de buena parte del trabajo de oficina que antes hacíamos los humanos.
Nota publicada por Forbes US