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Mati Carbon
Innovacion

El plan de esta startup para capturar 100 millones de toneladas de C02 con rocas volcánicas

Sebastián García Diputado nacional del Paraguay

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Se alió con miles de agricultores pobres, ganó un premio millonario y quiere combatir el calentamiento global con un método que, además de ser barato, mejora la tierra y las cosechas.

18 Septiembre de 2025 18.30

Para mitigar los efectos más graves del cambio climático, es clave reducir la concentración de dióxido de carbono en la atmósfera. Se trata de un desafío que algunas startups enfrentan con sistemas como la Captura Directa del Aire, una tecnología que utiliza máquinas para recolectar carbono del ambiente. El problema es que resulta extremadamente costosa y difícil de ampliar.

Pero una pequeña empresa de Houston, Texas, propuso un método radical con el que busca extraer 100 millones de toneladas de CO₂ de forma económica y escalable. Ya colabora con 20.000 agricultores de subsistencia, que consiguen llevar más dinero a sus hogares gracias a esta iniciativa. Esa propuesta le permitió quedarse con el premio mayor de US$ 50 millones en la competencia de eliminación de carbono de XPRIZE en 2025.

Fundada en 2022 por el emprendedor indio Shantanu Agarwal, especialista en tecnología climática, la propuesta de Mati Carbon para eliminar carbono es sorprendentemente simple: convencer a los agricultores de esparcir basalto, el tipo de roca volcánica más común en la corteza terrestre, sobre sus tierras.

Cuando se mezcla con agua de lluvia, el basalto triturado se disuelve en químicos como magnesio, silicio y calcio, que reaccionan con el carbono de la atmósfera y forman bicarbonato. Esta sustancia natural termina en los océanos a través de ríos y arroyos, donde puede permanecer durante miles de años. A medida que el basalto se descompone lentamente durante cuatro o cinco años, esos mismos minerales enriquecen el suelo y aumentan el rendimiento de los cultivos en un 20% promedio, lo que representa un ingreso extra clave para agricultores que viven al día.

Agarwal, ingeniero químico, fue cofundador y CEO de Sustaera, una compañía que recaudó unos US$ 10 millones de inversores como Breakthrough Energy para desarrollar dispositivos capaces de eliminar carbono de la atmósfera. Pero, al cabo de un año, entendió que el enorme consumo de energía que demandaba una operación a gran escala volvía inviable la idea. "No va a escalar en esta década porque necesitamos la energía para otras cosas", le dijo a Forbes.

Ese mismo año, después de visitar a pequeños agricultores en India que atravesaban una "situación muy desesperante", llegó a la conclusión de que debía centrarse en una solución que eliminara carbono del aire y, al mismo tiempo, "ayudara a la gente a sobrevivir a los efectos del cambio climático". Así nació Mati Carbon, que fundó como una sociedad de beneficio público bajo una entidad sin fines de lucro para impulsar ese objetivo.

Conocida como meteorización acelerada de rocas, la técnica del basalto no genera impactos negativos en el ambiente, ya que replica el ciclo geológico del carbono, un proceso natural mediante el cual el carbono circula entre la corteza terrestre, los océanos y la atmósfera durante millones de años. Con un costo de entre US$ 20 y US$ 30 por tonelada, el basalto es barato. Y como más de 2.000 millones de personas se dedican a la agricultura de subsistencia en el mundo, según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), la superficie disponible para aplicar esta solución es prácticamente ilimitada.

Fotografía de un camión que implementa un sistema de meteorización de rocas mejorado
Fotografía de un camión que implementa un sistema de meteorización de rocas mejorado.

 

"Tienen una solución para eliminar carbono que es muy convincente, de bajo costo, fácil de escalar y con alta permanencia, lo que significa que puede almacenar carbono durante largos períodos de tiempo", dijo Nikki Batchelor, directora ejecutiva del certamen XPRIZE Carbon Removal y miembro del directorio del grupo empresarial Carbon Business Council. La propuesta de Mati Carbon se impuso entre más de 1.300 equipos de 112 países que participaron en la competencia.

La principal fuente de ingresos de la empresa es la venta de créditos de carbono, calculados en función de la cantidad de carbono que logra capturar. En enero, Mati Carbon firmó un acuerdo para vender 5.000 toneladas en créditos de carbono a Shopify, su operación más grande hasta el momento.

Hasta ahora, Mati Carbon capacitó a más de 130 técnicos que esparcen basalto en los campos sin costo para los agricultores. Luego, recolectan de forma periódica muestras de agua y suelo que se analizan en una red de laboratorios, con seis sedes en India y dos en África. Modelos informáticos calculan cuánto carbono fue absorbido, y todos los resultados se registran en un sistema de blockchain para garantizar la trazabilidad. Organismos externos, como Puro.earth, una de las principales plataformas de certificación de créditos de carbono por métodos tecnológicos, verifican los datos y certifican que los créditos emitidos por Mati Carbon representan una captura duradera, capaz de retener carbono durante milenios.

Para impulsar su expansión, la empresa tomó nueva deuda para crecer en India, Tanzania y Zambia, y para iniciar operaciones en el Sudeste Asiático. "No queremos recibir capital accionario porque, si lo hacemos, tendríamos que generar ganancias para los inversores. En cambio, seguimos financiados con fondos filantrópicos, ingresos de clientes y deuda", explicó Agarwal.

Aunque la empresa todavía no genera ganancias, este modelo de financiamiento le permitirá a Mati Carbon donar sus futuras utilidades a los agricultores, que están entre los menos responsables del cambio climático, pero sí entre los más afectados por sus consecuencias.

Shantanu Agarwal
Shantanu Agarwal, especialista en tecnología climática.

 

La crisis climática está degradando los suelos agrícolas en los países donde actúa Mati Carbon. El aumento de las temperaturas y las lluvias irregulares provocan sequías que reducen la humedad del suelo, lo que muchas veces acorta las temporadas de cultivo. Como consecuencia, los agricultores que tienen menos de media hectárea de tierra están cosechando menos, lo que agrava la inseguridad alimentaria.

Ese es el caso de Zambia, donde Virginia Mweemba Wachata, productora de maíz, vive en Mukuni, una aldea ubicada en la Provincia del Sur. En diálogo con Forbes, contó que el basalto esparcido por Mati Carbon en julio de 2024 mejoró el suelo degradado de su parcela. "El año anterior tuvimos una sequía muy fuerte y, aunque la última temporada tampoco llovió mucho, mi cosecha fue mejor de lo que esperaba y eso se debe a que el suelo retiene la humedad por más tiempo", dijo.

Según explicó Agarwal, el calor en Zambia potenció las propiedades fertilizantes del basalto, lo que permitió una mayor absorción de carbono y un mejor rendimiento en los cultivos.

"No fuimos a estos países por el clima cálido, pero lo cierto es que el calor favorece la meteorización acelerada de rocas a gran escala. Se espera que las temperaturas sigan subiendo en India y África, y eso significa que estamos en los lugares indicados, aunque por las razones equivocadas", señaló.

Mati Carbon anticipó que está en condiciones de incorporar a 10.000 agricultores más en los tres países donde opera antes de que termine 2025.

Convencer a los agricultores para que se sumen al programa no es una tarea sencilla, al menos hasta que comprueban por sí mismos el impacto del basalto en sus cultivos. Dharmendra Patle y Heeralal Baghel, dos productores de la aldea de Janamkhari, en el estado indio de Madhya Pradesh, contaron que al principio miraron con desconfianza cuando la startup esparció basalto sobre sus campos en la primavera de 2024.

Pero al cierre de la temporada, sus arrozales seguían verdes, mientras que los campos vecinos se habían secado. Además, lograron cosechas más abundantes. "Los demás agricultores vieron los resultados y ahora todos quieren sumarse al programa", le dijeron a Forbes.

De izquierda a derecha: Sarita Bisen (granjera), Vishal Sharnagat (Mati), Deeneshwari Bisen (granjera), Surendra Bisen (granjera), Jake Jordan (Mati) y Shubham Bhomle (Mati) en una hamburguesa de arroz.
De izquierda a derecha: Sarita Bisen (granjera), Vishal Sharnagat (Mati), Deeneshwari Bisen (granjera), Surendra Bisen (granjera), Jake Jordan (Mati) y Shubham Bhomle (Mati) en una hamburguesa de arroz.

 

A pesar de sus avances recientes, Mati Carbon todavía está en una etapa inicial. Hasta ahora, vendió apenas 12.500 toneladas en créditos de carbono, una cifra muy por debajo de su meta de eliminar 100 millones de toneladas para 2040. Agarwal contó a Forbes que está "en conversaciones con varios compradores para cerrar contratos grandes".

El próximo desafío de esta empresa social, según Batchelor, será replicar su modelo "cien veces en distintas comunidades, lo que permitirá recolectar más datos, recibir más premios, hacer más negocios y sumar nuevos socios. Eso podría generar un efecto dominó".

"Creo que tienen una gran oportunidad si logran cerrar contratos importantes para vender créditos de carbono. Los bancos quieren ver acuerdos de compra a gran escala para otorgar financiamiento mayor, y eso les permitiría ampliar sus operaciones", dijo Batchelor a Forbes.

Pero firmar esos acuerdos no es fácil, porque el mercado de créditos de carbono aún está poco desarrollado. Solo un puñado de actores concentra la mayoría de las compras de créditos de alta calidad. Según un informe de marzo de 2025 del Circular Carbon Network, una iniciativa de datos impulsada por XPRIZE, Microsoft adquirió el 80% de todos los créditos de carbono de alta durabilidad en 2024.

Mientras tanto, la mayoría de las soluciones para eliminar carbono siguen en etapa piloto o de comercialización temprana, y enfrentan serias dificultades para conseguir fondos que les permitan escalar. Según el informe de marzo del Circular Carbon Network, las inversiones en empresas de carbono circular —aquellas que desarrollan tecnologías para extraer carbono de la atmósfera o los océanos— pasaron de crecer 384% entre 2020 y 2021, a apenas 25% entre 2023 y 2024.

Este freno se enmarca en una caída más amplia en las inversiones en tecnología climática. Sin embargo, Batchelor cree que la capacidad de Mati Carbon para escalar rápido le permitirá crecer sin necesidad de financiamiento masivo. A modo de contraste, Climeworks, una de las compañías más conocidas en Captura Directa del Aire, ya recaudó más de US$ 1.000 millones.

"Una de las ventajas de su modelo es que requiere desarrollar muchos proyectos descentralizados. Eso les evita tener que recaudar cientos de millones de dólares de una sola vez para crecer, porque pueden hacerlo de forma progresiva, y eso juega a su favor", explicó Batchelor.

 

*Con información de Forbes US.

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