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Lentes y Gafas INTI Quito - Ecuador
Innovacion
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Con el uso de resina con base de soya, el emprendimiento apunta con este proyecto a expandirse por América Latina. La idea es convertirse en una especie de 'sastre' de armazones, con un producto a la medida de cada rostro.

09 Febrero de 2022 11.16

Desde 2015, cuando nació Inti Eyewear, su fundador, Martín Valencia no ha dejado de innovar en el competitivo mercado de los lentes y gafas. Graduado en la Pontificia Universidad Católica del Ecuador, como diseñador de productos, creó su marca, inicialmente junto a cuatros socios, y se puso a trabajar, a lo Steve Jobs, en el garaje de la casa de sus padres. Sin embargo, a los dos años, los demás socios se fueron a proseguir con sus actividades personales y Valencia se quedó solo. 

Lejos de bajar los brazos, creyó aún más en su idea. Transcurridos casi siete años, su marca es sinónimo de estilo y de cuidado al ambiente. Más de 1.000 armazones de madera, con alto diseño y biodegradables se venden al año. Pero en Inti, los seis creativos jóvenes que trabajan no paran nunca de pensar en nuevas ideas. Por eso, a finales del año pasado lanzaron una nueva colección, pero esta vez sin utilizar ninguno de los siete tipos de madera con la que trabajan, sino que incorporaron otros materiales eco-amigables, como los reciclados de policarbonato de los CD, los viejos discos musicales y de video. “Nos hacemos cargo de todo el ciclo de vida del material. Incorporamos plásticos, pero son bioplásticos que pueden ser degradados al final de la vida útil del producto. La madera es también un material biodegradable naturalmente, no tiene ninguna afectación, usamos solo maderas responsables de bosques sostenibles, tenemos certificación internacional que nos avala”. 

No obstante, no solo es la exclusividad de las gafas del Dios Sol (ese es el significado) lo que le está ampliando el horizonte a la marca, sino que un pilar importante ha sido el servicio personalizado, cálido y sin pretextos. “Siempre tenemos soluciones, nunca decimos 'chuta, ni idea, vaya y compre otro', no, eso no vas a escuchar nunca. Generalmente, cuando se rompe un lente o una gafa es muy difícil arreglarla o conseguir el repuesto. Vimos que había una brecha ahí que podíamos cerrar fácilmente, fidelizando a nuestros clientes, ese fue un gran punto a favor”. El otro acierto es que su filosofía es empujar la vida útil del producto el mayor tiempo posible y hacer que la inversión del cliente sea lo más redituable, porque hacerse lentes es costoso. 

Inquietos y soñadores, los chicos de Inti empezaron durante la pandemia con un nuevo proyecto al que le han invertido US$ 15.000 hasta el momento: producir gafas 100% personalizadas, es decir, que la forma del armazón sea ajustada al rostro del cliente. Para lograrlo, se concentraron en la impresión en 3D, adaptando una tecnología especial que utiliza resina con base de soya. “En la pandemia, una chica me contactó y me pedía un armazón que le cubriera un poco más, como una especie de gafas de seguridad, una cosa rara Le dije que no teníamos la capacidad para realizar ese producto en ese momento, pero me dejó pensando. Entonces, luego ya se abrieron de nuevo los negocios y comenzaron a venir personas que se salían un poco de los arquetipos de los rostros y veíamos que tenían necesidades puntuales y que la gente estaba dispuesta a hacer inversiones para que sus armazones les quedaran perfectos, entonces, vimos que ahí había una oportunidad y desde ahí empezamos a desarrollar, a ver la tecnología, a ver cómo iba a ser la medición, cómo va a ser el tema de lunas, cómo va a ser la venta de esto”. 

La idea es que en el segundo semestre del año Inti Eyewear se convierta en el sastre de armazones. A través de un escáner tridimensional, se podrá escanear el rostro y previsualizar cómo luce el producto en el cliente. El tiempo de espera de producción será de menos de una semana, para tener listos los armazones personalizados.

“Todo el mundo sueña con exportar a Europa o a Estados Unidos, nosotros quisiéramos atacar el mercado latinoamericano, o sea vemos que hay una buena oportunidad, creemos que este producto o servicio de los armazones personalizados puede tener muy buen pegue y sobre todo tenemos un gran valor agregado en llevar este sistema de producción para que siempre se produzca de forma local, es decir, no vamos a importar o exportar, máximo insumos, pero el mayor porcentaje de producción va a ser local”. (I)

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