Wevers, el bebé unicornio, de padres ecuatorianos
En menos de un año, la compañía especializada en el desarrollo del metaverso para el ámbito corporativo, educativo, innovación social y emprendimiento ya está valorada en US$ 25 millones. Tras una ronda de inversión que cerrará esta semana, su meta es llegar a una valoración de US$ 100 millones en seis meses. Y en dos años, ser unicornio.

Aunque legalmente está constituida en Delaware, EE.UU., sentimentalmente es ecuatoriana. Wevers nació en diciembre de 2021, después de que los emprendedores nacionales Nelson Espinoza (vive en Canadá), Esteban Merizalde, André Jaramillo (vive en España) y Ana Lucía Calderón juntaran sus potencialidades con el mexicano Rodolfo Rodriguez y el español David Treus. Su objetivo: edificar un hub de las comunidades del metaverso. Específicamente, “conectamos comunidades en una tribu que contribuye al crecimiento mutuo en una economía colaborativa de alto impacto”. 

Intrigados por el avance de la tecnología del metaverso en los últimos años, los socios unen fuerzas para diseñar algún tipo de tecnología innovadora que permitiera, de manera sencilla, hacer el traspaso de la Web 2 a la Web 3. “Buscamos unir el metaverso con un modelo de negocio exponencial que congregue a comunidades y tecnologías. Al ser digital, obviamente, buscamos que sea global, aunque vamos a dar mucha fuerza al mercado ecuatoriano”. 

Wevers es de descarga gratuita y se enfoca sobre cuatro verticales, principalmente. La primera es la corporativa o Enterprise, como ellos lo llaman. El enfoque es proveer una plataforma a las empresas de uso sencillo y económico. “Mucha gente habla de metaverso, pero no sabe qué puede hacer cuando esté adentro ni tampoco cómo va a ser la experiencia. La idea es que, además de que sea de uso simple, las compañías vean el atractivo a escala comercial. Por eso, queremos democratizar el tema del metaverso, que no venga aparejada con una tecnología costosa, sino que puedan hacer algo, pero con una verdadera utilidad”. Para ello, en esta primera fase, la empresa ha diseñado Wevers Land, un ecosistema de economía colaborativa, con oficinas, auditorios para eventos, galerías de arte, salas de conferencias y capacitación, dentro de un espacio donde las marcas pueden encontrar el protagonismo que buscan. Se trata de una experiencia más gamificada, lejos del formato -ya aburrido- de otras plataformas; se genera mayor interactividad. 

La segunda vertical es la educativa, donde es posible construir campus exclusivos o unirse a otros donde, ahora, ya se encuentran establecimientos como el Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT, por sus siglas en inglés), Singularity University o el TEC de Monterrey. “Tenemos el potencial y la capacidad de unir a academias,  universidades, institutos dentro de un mismo ambiente de educación”. 

La tercera vertical es el de la innovación social. “Nuestro metaverso es una herramienta tecnológica que permite unir comunidades globales para generar apoyo a las causas sociales en el mundo, con eventos, exposiciones, recaudación de fondos, oficinas para las organizaciones, salas de reuniones. Y la cuarta vertical es la del emprendimiento. Aquí, los emprendedores pueden tener a espacios y networking dentro del metaverso a precios muy bajos. Adicionalmente, pueden contar con Webers Labs, una incubadora para ayudar a crecer las ideas, y  Wevers Ventures, una alianza con diferentes fondos de inversión para apoyarlos a acelerar en etapas tempranas. 

“La comunidad y la economía colaborativa hacen a Wevers. Eso nos diferencia. La unión de comunidades, la tribu, el sentido de pertenencia. En este sentido, también apuntamos a dos mundos: Insurtech y Legaltech. En el primero, para unir en el metaverso a brokers y aseguradoras, y en la segunda a los abogados y bufetes”. 

Con este explosivo arranque, la empresa ya está valorada en US$ 25 millones. En esta semana cerrará una ronda de inversión, por el 10 %, que significarán US$ 2,5 millones de inyección de capital. Eso dará el campo de acción suficiente para que en los próximos seis meses el negocio se consolide y crezca, con lo que, seguramente, según las proyecciones realistas de los socios, la valoración crecerá a US$ 100 millones.

“Actualmente, existen fondos de inversión que están enfocados en proyectos Web 3, son muy codiciados para acelerar. Nuestras próximas acciones apuntarán a crear un token para generar transacciones dentro del metaverso; lanzar colecciones NFT de la compañía, para fidelizar; sacar al mercado el primer metaverso en blockchain subido en oculus del mundo, lo que nos dará una fuerza muy grande; edificar Planet W para vender, a través de nuestro market place, 85.000 parcelas de tierra en el metaverso, donde las empresas o personas puedan crear espacios que les genere utilidad”.  

En octubre próximo, los socios de Wevers se enfrentarán a dos desafíos clave dentro de su proceso de expansión. El primero será su participación en el Blockchain Summit de Dubái, donde se darán cita 160 Ventures Capital ávidos de invertir en proyectos metaverso exclusivamente. Y el segundo, una cita en Stanford para un encuentro, también, con potenciales inversionistas. “Las tecnologías Web 3 tienen un crecimiento exponencial increíble. Por esa razón creemos que en dos años seremos unicornio”. (I)