¿Agotado y poco productivo? El pequeño cambio diario que puede transformarlo todo
Un simple ajuste en tu rutina matutina puede ayudarte a recuperar claridad, enfoque y energía para dedicarte a lo que realmente importa.

Aunque muchos queremos ser más productivos, pasamos en promedio siete horas por día consumiendo contenido online, y ese número no para de crecer. Entre mails, redes sociales, podcasts y más, vivimos conectados, absorbiendo información sin parar. El problema es que ese caudal de datos puede desplazar en silencio la producción. Esto se nota, sobre todo, a la mañana.

Si sos fundador, emprendedor independiente, trabajás en marketing o generás contenido, tu recurso más valioso no es ni el calendario editorial ni la base de correos. Es tu energía creativa. Y si la primera hora del día la usás para consumir —hacer scroll, leer, reaccionar— estás gastando esa energía en las prioridades de otros, no en las tuyas.

Un pequeño cambio de rutina puede hacer la diferencia. Lo escuché por primera vez en boca de la autora y emprendedora Marie Forleo: "Primero crea. Luego consume".

Por qué "crear primero" funciona para ayudarte a ser más productivo

Cuando arrancás el día en modo creativo, cambiás tu energía de reactiva a activa. Construís algo que antes no existía: antes de las reuniones, antes de que un cliente lo pida, antes de que el mundo meta ruido.

Esta práctica funciona porque:

  • Te da impulso y te permite avanzar desde temprano.
  • Reservás tu mejor capacidad intelectual para el trabajo exigente que viene después.
  • Reforzás los beneficios de la creatividad con la constancia diaria.

En el fondo, se trata de quién maneja tu tiempo. Si consumís primero, el tiempo queda en manos de quienes hacen el contenido que mirás. Si creás primero, el tiempo es tuyo. También lo son tu mensaje y tu cabeza, antes de que alguien más meta su agenda en lo que pensás.

¿Qué pasa con ese deseo de ser más productivo cuando empezás el día consumiendo?

Si te pasa lo mismo que a mí, tus mañanas en el trabajo tal vez se parezcan a esto: primero abrís la notebook y revisás los mails. Ahí se te van, fácil, entre 10 y 30 minutos. Después agarrás el celular. Un par de toques y ya leíste tres notas, guardaste dos más "para después" y respondiste algunos comentarios en LinkedIn.

Cuando por fin estás por sentarte a crear algo —lo que sea—, ya tenés la cabeza dispersa, mirás la hora y te sentís un poco pasado de rosca.

¿Te suena familiar?

Tu audiencia no necesita más contenido. Necesita más de tu contenido.

Empezar el día consumiendo te lleva a esto:

  • Llegás con la cabeza cansada antes de arrancar con el laburo posta.
  • Te comparás sin querer con otros creadores o marcas.
  • Entrás en modo reacción: respondés, no generás.
  • Sentís que hiciste mucho, pero tu lista de tareas sigue igual.

¿Lo irónico? Capaz leíste algo que te inspiró a crear... pero no creaste nada.

Cómo ser más productivo creando primero, incluso en días ocupados

No hace falta tener horas de soledad total para que esto funcione. Con solo 15 o 20 minutos de concentración podés cambiar el día por completo.

El primer paso es definir qué significa crear para vos. Puede ser, por ejemplo:

  • Escribir 250 palabras para la próxima publicación de tu blog o boletín.
  • Armar un esquema para una publicación en redes o un episodio de podcast.
  • Grabar una nota de voz rápida con una idea nueva.
  • Esbozar algunos puntos clave para una propuesta o campaña de un cliente.
  • Llevar un diario, sobre todo si te sentís trabado o venís con días complicados.

Si querés probarlo, te dejo algunos pasos para que empezar esta práctica sea más fácil:

  • Dejá listo un punto de partida la noche anterior. Puede ser un título, una idea, una consigna o simplemente abrir el diario.
  • Silenciá las notificaciones cuando te sientes a trabajar. Si hace falta, dejá el celular lejos.
  • Poné un cronómetro, pero no le des demasiadas vueltas. Con 15 o 20 minutos alcanza.
  • Acordate: la meta es generar impulso, no buscar la perfección.

Reflexiones finales sobre cómo ser más productivo

Mirá, ya creás para tus clientes y tu comunidad. Pero, ¿qué pasaría si cada mañana crearas primero algo para vos? Antes de abrir los mails. Antes de entrar a Instagram. Antes de que arranque el ruido de las noticias. Solo vos, tus ideas y unos minutos sagrados, sin interrupciones.

Tu audiencia no necesita más contenido. Necesita más de tu contenido.

Así que mañana, probalo. Creá algo —lo que sea— antes de consumir cualquier cosa. Te va a sorprender lo productivo que podés ser y lo cerca que podés estar de tus objetivos cuando empezás el día a tu manera.

 

Nota publicada por Forbes US