Forbes Ecuador
Roberto Castillo, Country Manager Kimberly-Clark Ecuador
Liderazgo
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Aunque la designación se dio en febrero de 2022, es la primera vez que el titular de la multinacional en el país brinda una entrevista. Roberto Castillo cuenta sobre sus objetivos al frente de esta firma que factura entre US$ 80 y 90 millones anuales, invierte en el país alrededor de US$ 20 millones al año, tiene 160 colaboradores y estrenará oficinas en Guayaquil a principios de noviembre de 2022.

03 Octubre de 2022 21.06

Quiteño. 40 años. Casado. Dos niños, Nicolás de 12 y Felipe de 10. Un ejecutivo en extremo familiar. Doble titulación en Marketing y Finanzas, en Ecuador y EE.UU. En el país, MBA en cada una de las dos carreras por la Universidad San Francisco de Quito (USFQ), en EE.UU. las mismas, en la Universidad de Carolina del Norte. 

La trayectoria profesional de Roberto Castillo tiene solo dos paradas. Empezó como trainee en el área comercial de Nestlé Ecuador, hace 15 años, y pasó por varios roles entre Comercial, Mercadeo y Ventas. Su última posición fue de Vicepresidente de Ventas. Desde febrero de este año es el Country Manager para Kimberly-Clark en Ecuador. 

Se mudó a Guayaquil a vivir, obviamente con toda la familia. Se trasladaron con bastantes expectativas por el cambio, por llegar a una cultura distinta, en su dinámica del día a día, pero se han adaptado bastante bien, dice. 

¿Cómo se dio la transferencia a Kimberly-Clark Ecuador?

Linkedin. Con la tecnología sobre la que vivimos, con las redes sociales mandando cada vez más en los procesos de selección, la gente de Kimberly-Clark me contactó y así empezamos las entrevistas, conversaciones y finalmente se acordó en buenos términos. 

¿Y cuál fue la motivación para cambiarse? Tras 15 años en el anterior trabajo, se supondría ya ser una especie de Francesco Totti en la Roma.

(Risas) Soy futbolero y, en el fútbol, hay poquitos así, en realidad casi todos se cambian. La verdad es que siempre priorizo dos motivos: el uno, el crecimiento profesional, en Nestlé tenía un rol importante dentro del comité de dirección, pero en Kimberly-Clark es un rol como cabeza, como gerente general de la operación en Ecuador y eso es algo personal importante; y, el segundo, la compañía a la que vine, investigué mucho sobre sus valores corporativos, sus proyectos a futuro y me interesó mucho el proyecto de acompañar el proceso en Ecuador. 

¿Cuál es su plan de trabajo?

Se divide en dos partes. La una, la organización, los colaboradores, las personas. Después de muchos cambios organizacionales que tuvimos en los últimos años, el equipo necesitaba un nuevo liderazgo y, por suerte, uno local. En los 27 años de operación de Kimberly-Clark en Ecuador nunca se había tenido una cabeza ecuatoriana, es un mensaje súper positivo a la gente de la organización, en el sentido de que vean que los ecuatorianos también podemos crecer en las multinacionales y podemos tomar cargos relevantes. Y la otra, reconectar con la gente, dadas las circunstancias bajo las cuales hemos vivido los últimos años, la gente ha estado un poco desconectada y es importante renchufarlos con la compañía. Por el lado del negocio hemos tenido muchos desafíos para la rentabilización del negocio. Los productos que comercializamos dependen mucho de los precios de los commodities, estamos en el mismo problema que la mayoría de compañias en términos de costos y eso nos ha traído muchos desafíos en cuanto a rentabilizar el portafolio, a través de brindar valor diferenciado a nuestros consumidores. 

¿Qué es Kimberly-Clark en estos momentos en Ecuador?

La facturación promedio anual es de entre US$ 80 y 90 millones al año. Tenemos 160 colaboradores. Y nuestro portafolio está enfocado en productos de cuidado personal. Tenemos cuatro categorías: cuidado de bebés (pañales, paños húmedos, champús y jabones), cuidado femenino (toallas, protectores diarios y tampones), cuidado familiar (papel higiénico y toallas de cocina) y cuidado para adultos (pañales). 

¿Qué metas se ha puesto para 2023?

Creemos en el mercado ecuatoriano, a pesar de que atraviesa cambios políticos, económicos y sociales impactados por la pandemia. Pero hay potencial y para ello tenemos prevista varias inversiones el próximo año. Entre ellas, abriremos, la primera semana de noviembre de 2022, nuevas oficinas en Guayaquil, en el complejo empresarial Colón. En general, hablamos que la multinacional realiza alrededor de US$ 20 millones al año en inversiones. El objetivo es seguir creciendo, porque es un mercado estratégico en la región. Queremos quedarnos 150 años más en Ecuador. 

¿Cómo es una jornada suya normal de trabajo?

Arranco a las 06:00. Mandamos a los niños al colegio. Luego, hago ejercio, salgo a trotar unos 30 minutos o juego tenis. A las 08:30 empiezo el trabajo. Almuerzo y espero a las 18:00 cerrar la computadora para compartir en casa con mi familia. 

¿A qué actividades se dedica cuando no trabaja?

La verdad, soy muy casero. Sin embargo, en lo personal, me gusta cocinar. Con el encierro por la pandemia, la principal diversión para mucha gente fue la cocina, me hice un chef casero bastante bueno, me gusta experimentar sabores y compartir con mi familia. Y también me he dedicado a hacer deporte, juego tenis, troto, hago bicicleta. 

¿Va a participar en MasterChef en esta edición?

(Risas) Noooo, todavía estoy muy amateur. 

Futbolero como es, le va a tocar hacerse hincha de Barcelona o Emelec, ¿Qué le dice su corazón?

De lo bueno, poco. Soy de los pocos quiteños emelecistas. Toda la vida fui hincha de este equipo. Uno de los motivos para convencer a mis hijos para venir a Guayaquil fue que podemos entrar al Capwell a ver los partidos. 

Y la pregunta de cajón en tiempos de Mundial, ¿cuáles son sus finalistas?

Para mí, la final es Argentina-Francia. (I)

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