Maritza Silva-Farrell cumple una agenda intensa todos los días. En la mañana, que empieza respondiendo decenas de correos electrónicos, puede tener reuniones con senadores del estado de Nueva York y en la tarde se encuentra con voceros de sindicatos y de organizaciones comunitarias.  El trabajo se extiende muchas veces hasta la noche, con llamadas, chats de Whatsapp, nuevas reuniones de Zoom y por allí redacta y responde un par de correos pendientes. 

Esta ecuatoriana es la Directora Ejecutiva y una de las fundadoras de Align: The Alliance for a Greater New York. La organización de la sociedad civil trabaja en tres ejes: economía, medio ambiente y equidad; es una alianza de organizaciones laborales y comunitarias unidas por una Nueva York justa y sostenible. Align trabaja para generar cambios y construir un movimiento. Y allí el rol de Silva-Farrell, quien no duda en salir a las calles con megáfono en mano, ha sido fundamental desde 2010.

Estudió periodismo en la Universidad Central del Ecuador y pudo hacer prácticas en canales de TV. En 1999 viajó a EE.UU. para practicar su inglés durante seis meses, pensando en su futuro profesional. En ese entonces ya estaba muy interesada en los temas sociales. “Los cambios sociales y transformar sociedades ha sido parte de mi vida, de allí nació mi activismo. Me involucré con temas sociales desde esa época”. Los seis meses en EE.UU. pasaron y la ecuatoriana decidió retomar sus estudios en EE.UU.; se graduó en la State University of New York College at Old Westbury y supo que su futuro estaba en la Gran Manzana.

También hizo una pasantía en CNN en español. “Quería hacer periodismo de investigación, pero la cadena no cumplió las expectativas que tenía”. Además Silva-Farrell hacía voluntariado y por eso decidió dejar el periodismo. Recuerda que en 2008 ocurrió el crack financiero luego de que estallara la burbuja inmobiliaria en EE.UU. “Por mi tarea hablé con muchas personas que perdieron sus casas y eso me motivó a entrar a una campaña para crear vivienda accesible para personas de Long Island y NY, con muchos migrantes. Me involucre más en el voluntariado y vi que podía ser una carrera en la que te pagan por eso”, cuenta en una entrevista por Zoom.

¿Cómo es un día como Directora Ejecutiva de Align?

Mi día empieza revisando correos electrónicos, una buena cantidad de mails. Trabajo mucho desde la casa tras la pandemia, participo en bastantes reuniones por Zoom, reuniones con el equipo de Align que se encarga de desarrollar proyectos de ley para la ciudad y el estado. También asisto a reuniones para tratar ideas o campañas para que un proyecto de ley se haga realidad. Organizo conversaciones con senadores, legisladores y, cuando las políticas públicas han sido aprobadas, hablo con agencias del Gobierno para se implementen.

¿Cuál es tu rol?

The Alliance for a Greater New York se dedica a formar coaliciones con sindicatos y con organizaciones comunitarias. Mi trabajo es lograr acuerdos para elaborar leyes y políticas públicas; en el caso de cambio climático hemos pasado varias leyes que permiten que el estado esté encaminado a transformarse en temas energéticos, con el uso de energías renovables, son leyes pensadas en el largo plazo. Con nuestro trabajo, las agencias gubernamentales o del estado de Nueva York están empezando a generar cambios en temas como el uso de energía eólica, los edificios usen menos energía, etc. También trabajo con empresas del sector energético y sus juntas directivas para que  utilicen nuevas energías y replanteen sus modelos; trabajamos para que los empleados del sector de energía, ante todos estos cambios, tengan una transición justa sin que pierdan sus beneficios laborales, me aseguro con los sindicatos de que esos trabajadores no queden de lado.

¿Es un trabajo de mucho muñequeo político, mucho cabildeo?

Es manejar las conversaciones para que algo se haga realidad. Al equipo siempre le digo que Align debe estar en la mitad de los actores que están opuestos. Mi filosofía es que podemos transformar una sociedad cuando entendemos las paradojas de los actores.

¿Entonces conoces de cerca situaciones difíciles en una sociedad tan especial como la de EE.UU.?

En este trabajo del activismo y la generación de políticas públicas, hay altos y bajos. Estamos a la vanguardia de crear y cambiar sistemas. Nueva York es un estado muy grande y tiene mucho dinero, pero la distribución es injusta. Trabajamos para cambiar eso con nuevas leyes. Un ejemplo es el tema de los inmigrantes, nosotros trabajamos para ayudarlos. En la pandemia hubo muchos problemas con ellos, no tenían acceso a mascarillas o a cuidados básicos de salud. Tienen bajos ingresos, no tienen papeles y tienen miedo de hablar. No podían acceder a recursos o a los fondos que el Gobierno habilitó por la pandemia y todos ellos son trabajadores esenciales. Pasamos una ley para cambiar eso tras año y medio de muñequeo. Es una manera de cambiar la manera de ver a los inmigrantes. La ley New York Hero, por ejemplo, obliga que los empleadores entreguen mascarillas y equipos de protección a sus empleados y si eso no ocurre se puede formar un comité para exigir condiciones mejores en su trabajo. Esto cambia el sistema y se da más poder al trabajador.

El trabajador neoyorquino es una prioridad en tu día a día…

La elevación del salario mínimo es un tema en el que estamos muy enfocados en Align. Queremos incrementarlo de US$ 15 a 20 por hora. Esa elevación trae un impacto en la vida de las personas. Los costos de vida son altos en Nueva York, la vida es más costosa ahora y por eso hay que pagar mejor a la gente y en eso estamos enfocados, en crear mejores condiciones. 

¿En el futuro te ves en un cargo público o seguirás desde el lado de la gente?

Varias veces me han preguntado si me interesa el sector público y sí me ha pasado por la mente, pero siento que mi impacto será mayor desde donde estoy. Estoy enfocada en crear más espacios para nuevos líderes y en el futuro participar más en la filantropía donde se puede lograr más impacto. Tal vez ese sea mi camino, por ahora estoy creando nuevos líderes y políticas públicas.

¿Qué otros proyectos tienes en mente?

En cinco años me veo trabajando para una fundación más grade, con impacto en todo EE.UU. y otros países. El tema ambiental es una de mis prioridades, los cambios climáticos no se pueden ignorar y me veo trabajando en ese tema a escala internacional.

¿Cómo es tu vida fuera de Align?

Soy casada hace 15 años, mi esposo es estadounidense y tenemos un hijo de 9 años, vivimos en Brooklyn. Mi corazón está siempre en Ecuador, mi familia vive en Quito, mi papá en Cuenca, y voy a visitarlos en Ecuador al menos una vez al año. Pero la rutina y la vida las hice acá, estoy más de 20 años y estoy acostumbrada a este estilo y ritmo. Eso sí, el fin de semana es para la familia, siempre armamos legos con mi hijo y cualquier actividad con él es muy valiosa. Me gusta la naturaleza, caminar por el campo o las montañas, también juego tenis en mis tiempos libres y disfruto pasear con mi perro. (I)