José Luis Vivero, su esposa Briana Córdoba y Esteban Vela son las mentes maestras detrás de Pet Brotherhood, una idea que nació en pandemia gracias a la creación de The Right Paw, una escuela de adiestramiento canino para mascotas. A raíz de este primer escalón con el negocio, su idea se transformó en la búsqueda de un espacio donde se pudiera entrenar a los canes, realizar rehabilitación física y contar con una guardería canina.
Vivero y Vela ya tenían el terreno donde comenzar con el proyecto de Pet Brotherhood, pero no querían inaugurar la típica guardería de perros, sino ir más allá. "Vamos a ponernos una guardería con buenos estándares, con buena calidad", y fue naciendo este proyecto, donde buscamos el bienestar de los perros. "Yo amo los animales, son mi vida, así que creamos un espacio donde realmente pudiéramos brindar ese servicio de calidad en un espacio soñado", indica José Luis.
"El adiestramiento de perros es parte de mi vida desde que me regalaron mi primer perro a los cinco años, se llamaba Melcocha, era una golden retriever. Empecé con esta fanaticada de los perros y me fui involucrando, haciendo cursos, me envolví en este mundo. Encontré mi pasión. Le decía a mi esposa que voy a tener mi negocio de perros. Ahora, estoy viviendo mi sueño".
Por su parte, Vela se sumó al proyecto de su amigo de toda la vida, a quien conoció en el mundo del fútbol, ya que Vivero era el propietario de Little Kickers, una escuela que cesó sus actividades por el confinamiento. "Yo le dije a José que necesitaba ayuda. Él tenía el conocimiento, sabía todo sobre perros y yo tenía la experiencia en negocios. José Luis es muy bueno con perros y tiene una habilidad muy clara", añade Vela. La primera piedra de este proceso se puso en marzo de 2021, los socios necesitaban 15 perros y debían conseguirlos, en sus palabras, "de donde sea". Lo lograron. Empezaron con 15 animales, que luego de un mes se transformaron en 50 y hoy suman 150. "No es una guardería normal. No hay en otros lados este nivel de servicio".
La inversión inicial no pasó de US$ 10.000. El dinero fue destinado para el mantenimiento del espacio principal, un área donde los perros están protegidos y se sienten bien. "Lo demás lo fuimos adaptando poco a poco, el mismo giro de negocio y flujo nos daba para seguir invirtiendo".
“Eran los 15 primeros perros y no sabíamos cómo trasladarlos. La Bri y yo íbamos en nuestros carros casa por casa, los metía en la cajuela y "vamos". Entonces, el tema de confianza con los clientes era algo que teníamos muy claro. Al cliente que nos veía en la puerta, le dábamos mucha confianza, porque ahora las mascotas son parte de la familia, siempre lo han sido. Pero ahora están llevando un papel más importante en la sociedad. Ahora ya tenemos ocho buses escolares, tenemos gente que trabaja para ello. Los vamos a ver y retirar, y cuidamos de ellos”, cuenta Vela.
Con Pet Brotherhood, el primer mes facturaron US$ 3.000. En los siguientes seis meses sus ganancias crecieron a US$ 15.000 y, en la actualidad, su facturación bordea los US$ 25.000 por mes. En el caso de The Right Paw, la facturación mensual llega a los US$ 4.000. Actualmente trabajan 15 personas que se han sumado al equipo en el último año. “Nos dimos cuenta de que teníamos una pequeña mina de oro. Tuvimos que ajustar precios, porque la demanda comenzó a subir y demandó más el equipo. Probablemente somos una de las guarderías que más personal tienen”. Trabajan los 365 días del año, con varios planes para sus clientes. “Si es day care, en ocasiones especiales como el Día del Padre o de la Madre, el hospedaje de la mascota cuesta US$ 16,25 por día. Por cinco días a la semana, el valor es de US$ 245; por tres días, US$ 175, y por dos días, US $130”.
En este equipo, Vivero es quien monitorea la parte de educación, mascotas y entrenamiento. Él es la voz para saber siempre lo que necesitan los perros. No todos son iguales, cada uno tiene su propia personalidad. Por ello, el trabajo con cada animal es especializado y se necesitan herramientas. “Las traemos desde EE.UU., buscamos aquí, pero hay pocas y otras las creamos nosotros. Entonces, eso es un tema de ir adaptándose a cómo evoluciona el mercado”.
Este grupo de emprendedores piensa en grande y ya tienen en la mira nuevos proyectos para su crecimiento; piensan en nuevas líneas de negocio para integrar al proyecto, como una peluquería canina, hospedaje y una tienda de mascotas increíble. “No queremos que esto se quede solo en una guardería, sino que se abran un montón de líneas para perritos y puedan disfrutar”. No descartan, en el futuro, contar con un entrenador de gatos. (I)
*El artículo original fue publicado en la edición No. 7, de agosto de 2022.