Forbes Ecuador
Valeria Bastante
Lifestyle
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Después de cuatro años en los que 'colgó los tenis', Valeria Bazante renace como el ave fénix. Fue elegida como una de las 35 diseñadoras que expondrá en los súper exclusivos espacios Vogue de Miami y Ciudad de México. En 2019 se instaló en Guadalajara y en enero de este año volvió a la carga tras una reconfiguración emocional y profesional.

18 Abril de 2023 11.59

La energía que emana es de colores. Con la sonrisa pincelada en su rostro, la ecuatoriana Valeria Bazante nos comparte, a través de Zoom, desde Guadalajara, México, la noticia más importante de su trayectoria como diseñadora de zapatos: acaba de ser elegida por Vogue, entre los 35 diseñadores latinoamericanos -la única ecuatoriana- que serán parte de sus espacios de exhibición en Miami (2 al 4 de mayo de 2023) y Ciudad de México (24 al 27 de mayo de 2023). 

Con una calidez que envuelve, amable y modestamente nos explica que entrar en un Espacio Vogue es como, para quienes les encanta el fútbol, clasificar a un Mundial. “No hay algo más grande. Para mí es la cúspide de lo que un diseñador quiere, a escala latinoamericana. Obviamente, se puede participar en pasarelas como el New York Fashion Week o cosas así, pero esto es otra cosa, es lo más alto. Como no hay mucho conocimiento de moda en Ecuador, no se conoce la real dimensión de Vogue. Ahora puede abrirse la oportunidad para Ecuador y sus diseñadores. Quiero que mañana estén otras amigas mías que son súper talentosas”.  

 Y aunque ella lo hace ver sencillo, la verdad no lo fue, tanto por la aplicación a esta exclusiva muestra, como por lo que ha tenido que vivir en los últimos años. Bazante es una quiteña de 42 años, nacida en un hogar de artistas, que, a pesar de ello, en su juventud quiso ser una persona “normal”, por lo que se puso a estudiar Relaciones Públicas. Pero, luego de culminar sus estudios encontró un trabajo y fue tal el shock de los horarios y las reglas que volvió sus ojos a lo que más le gustaba y abrigaba. Aunque nació en Canadá, de muy pequeña sus padres regresaron a Ecuador huyendo del frío así que ella dice que es ecuatoriana 100 % y que de canadiense aprovecha el pasaporte (risas). “Cuando ya me metí a trabajar en una oficina vi que lo de los horarios y todo eso no iba conmigo. Yo siempre fui dueña de mi vida y de mis tiempos, así era en casa. Desde chiquita siempre dibujé, crecí en medio de colores y pinturas. Viene de herencia el tema de saber sobre los colores, mezclarlos, y a medida que se va creciendo, también lo hace el buen gusto y la creatividad. Todo lo diseño yo en mi casa”. 

Hace solo 12 años se lanzó definitivamente a seguir su esencia. Ella había visto a su mamá traer y esconder entre la ropa, cada vez que salían de viaje, uno o varios pares de zapatos; su colección llegaba a alrededor de 300. Ese recuerdo y su gusto particular por el calzado, la motivaron a dedicarse a la tarea. Solo tenía la habilidad de dibujar, el resto lo fue aprendiendo en el camino, excepto coser en la máquina, esa sí es una tarea que nunca le gustó y, por tanto, jamás aprendió. Sus primeras creaciones las mandaba a fabricar en Colombia. Tiempo después montó, junto a una diseñadora de modas, una galería. Ahí, las personas que llegaban a comprar vestidos le pedían zapatos personalizados. “Nunca fui cobarde para nada. Empecé a hacer los zapatos a medida. Al año y medio de tener el local y de haber traído los zapatos de Colombia, contraté a una persona que me ayudara con el tema de las medidas, para aprender. Entonces puse mi propio taller, donde trabajaban ocho personas conmigo. No lo hice más grande porque el tema de los zapatos para mí siempre lo vi como arte no como negocio”. 

Hasta 2019, su fama en Ecuador era enorme en los callejones y avenidas de la alta moda. Participaba en pasarelas, iba a entrevistas, era una imagen conocida y reconocida. Sus zapatos, incluso, habían podido verse desfilar hasta en los Grammy. Sin embargo, una fractura emocional, apagó su creatividad o, al menos, el entusiasmo para crear. Madre de dos hijos, se divorció y eso la dejó en una especie de limbo. Un empujoncito del destino la ayudó a tomar una bocanada de aire, conoció a una nueva persona en su vida que le propuso irse a vivir a México o EE.UU. Escuchando a su intuición y a su padre, de respirar nuevos aires, armó maletas y se instaló en Guadalajara. Allí vivió una serie de procesos de autosanación y despertar, empezó a vivir de otra manera, pasando tiempo y sintiéndose a sí misma. 

No obstante, el calendario empezó a deshojarse y la magia creadora no reaparecía. Hasta que el universo volvió a dibujar un nuevo horizonte, esta vez poniéndole en su vida a un cuencano a quien ella llama su “grillo Sebastián”. Sebastián Monsalve Rivera es un ecuatoriano vinculado al mundo de la moda desde hace muchos años (historia que contaremos próximamente), radicado en Ciudad de México, y a quien conoció en uno de los eventos del Designer Book, en Guayaquil, que era la plataforma más grande de moda en Ecuador. En México se reencontraron y se volvieron a unir. Él la motivó a volver a izar las velas y navegar nuevamente por esa mar que tanto le gustaba. 

Armaron y enviaron un media kit a Vogue. “En enero de 2023 fue el momento de regresar. Me dije: 'o me estrello o me lanzo al estrellato'. Me costó algunos años volver a empezar, pero si no lo intentaba no iba a saber nunca si lo hubiese logrado. Como me dijo mi papá, era momento de renacer como el ave fénix. Ahora quiero hacer las cosas paso a paso, bien hechas. Antes no tenía web, hoy la tengo, las redes son activas, en este tiempo todo ha cambiado. Regreso de manera renovada, mostrando una marca moderna, diferente. Y ya no haré zapatos a medida sino ediciones limitadas. No sabía si Vogue me aceptaría. Como estuve tantos años fuera de cámaras lo veía complicado. Justo hace una semana me aceptaron. Me llamaron a comunicarme, cerré el teléfono y me puse a llorar. Para quienes no conocen el mundo de la moda, esto es lo más emocionante que le puede pasar a un diseñador”. 

Y una victoria -y sorpresa- adicional: no solo que la eligieron para el Espacio Vogue de Ciudad de México, sino que además estará presente en el Espacio Vogue de Miami. Para llegar acá, explica Monsalve, Vogue realiza una exigente curaduría, bajo sus parámetros, y selecciona a los mejores de entre cientos de postulantes. “Esto me abre un mercado inmenso de perspectivas y de potenciales consumidores. Cuando luchas y haces lo que verdaderamente quieres, más allá de las voces que te dicen que no, puedes salir adelante”.  

LA COLECCIÓN: RENASCI

La palabra Renasci proviene del latin “renasci” (el prefijo re y el verbo nascere) que significa volver a nacer. Este es el nombre de la coleccion de Valeria Bazante, que resuena y conecta repentinamente a nivel intelectual y emocional. Esta coleccion esta llena de vida y de una cromatica amplia, ademas del blanco y el negro, que ya son clasicos de la marca y no dejan de ser un must a la hora de vestir. Es una reinvindicacion de la feminidad hecha para una mujer camaleonica: profesionales, madres, estudiantes, amas de casa. ¡Somos lo mismo, somos mujeres! De Renasci se desprenden tres capsulas: Day, Evening y Night. 

De la cápsula Day se lanzarán seis modelos de zapatos, de Evening ocho y de Night ocho. En total, 22 diseños y, de cada uno, 18 pares para su venta. No habrá repeticiones, porque el objetivo es mantener la exclusividad. También se lanzarán carteras. “Todo el zapato es natural, nada es sintético. Tener uno de estos es toda una experiencia, incluso desde que se recibe el producto”. 

Para el futuro, Bazante anuncia que habrá colecciones cada cuatro meses, aproximadamente. Sobre si ya superó la colección personal de su madre, ella, entre risas, señala que casi no tiene zapatos, pero que desde ahora va a empezar a conservarlos. “Me los han quitado de los pies, literalmente, Recuerdo a una cliente que tenía en Miami, un día me dijo que le gustaban las botas que llevaba puesta; le dije que ya me había puesto dos veces, eran mis favoritas; me dijo que los venda y, a pesar de la pena que me daba, lo hice”. (I) 

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