Joaquín, Chester y Babau son los mandamás de Xdelante, indumentaria cool
Al principio fue una pesadilla. Después, tres razones para sonreír cada mañana. Las mascotas de Susana Rhon y Javier Bolaños se roban el corazón de todos quienes entran a la tienda. Para la pareja, el trabajo con ellos tiene más sentido.

Por necesidad, Susana Rhon y Javier Bolaños se vieron obligados a buscar un nuevo negocio para poder vivir, pues estaban quebrados. Alguien los sugirió hacer delantales de cuero, se pusieron a investigar y crearon tres modelos. Con estas muestras, en 2018 asistieron a una feria de diseño. Ninguno de los dos pensó que iba a causar furor, vendieron en un fin de semana US$ 8.000. En 2021 facturaron US$ 133.000.

Pero la historia se remonta 25 años atrás, cuando la pareja se conoció en la universidad, ella estudiaba diseño gráfico y él arquitectura. Salieron un tiempo y luego cada uno tomó su rumbo, hasta que se reencontraron hace seis años. Empezaron a salir y están juntos desde hace cinco años. 

Cada uno llegó con su paquete. Susana había adoptado a Chester, un mestizo color chocolate, un año antes y Javier venía con Joaquín Sebastián, un bulldog inglés que lo tenía desde los dos meses de nacido.

Paralelamente nació “X delante, indumentaria cool”, ropa para cocina, siendo los delantales el producto estrella, además chaquetas, camisas y pantalones. 

Empezaron en negativo, pues había una deuda que pagar. Durante su primer año lograron vender US$36.000, pero no vieron nada de ganancia porque tenían que cumplir con las cuotas del banco, también debían contratar operarios, hoy cuentan con ocho empleados.

Cuatro años después, cuentan con 40 diferentes modelos de delantales e indumentaria, e incluso, si el cliente lo pide, confeccionan modelos únicos y exclusivos. Un delantal 100 % cuero llega a costar US$75. Suman más de 30 clientes grandes, que les piden cada tres o cuatro meses nuevas prendas. Rohn se encarga de llevar las cuentas en orden y Bolaños de los diseños, como buen creativo siempre está soñando.

“El encuentro de los dos perros fue un poco dramático, los dos eran muy mimados. Un día quedamos con Susana en llevarlos al parque para que se conocieran, actuaron con indiferencia, no se pararon bola, pensamos que lo conseguimos, pero de repente se armó la pelea. No sabíamos cómo separarles, hasta que le grité al gordo ¡Joaquín! y ahí le soltó y se alejó. Dijimos 'esta parte está complicada', era un drama. Empezaron a tolerarse, pero de vez en cuando se les cruzaban los cables y eran tremendas broncas, a veces terminábamos en el hospital”, cuenta Javier.

Susana añade, “quería botar la toalla, pensé que no iba a funcionar, hasta yo terminé herida intentando separarles. Fueron seis meses de pesadilla. De un momento a otro empezaron a tranquilizarse, creo que entendieron que no les quedaba otra, no son amigos, aprendieron a tolerarse. Hubo una época en la que se aliaron contra otros perros del barrio, Chester buscaba la pelea y Joaquín salía a defenderle. Si por ellos fuera, estamos seguros de que no vivirían juntos”.

Foto: Pavel Calahorrano

Chapter Chester

“Tenía siete años cuando llegó a mi vida, ahora tiene 15. Le habían abandonado varias veces, el nombre le puso su anterior dueña, desde que le vi me robó el corazón. Al principio era un poco loco, súper juguetón, le encantaba ir de paseo en carro, pero no sé por qué, cuando parábamos en el semáforo, se lanzaba por la ventana y a mí me tocaba salir atrás, por suerte se le pasó rápido. Siempre fue educado, nunca se ensució dentro de casa, es agradecido, noble y leal, a veces es un poco malgenio. Si algo le encanta, se da vuelta frente a nosotros y salta como una cabra. Cuando llego a la casa y no quiere que salga sin él, me esconde la cartera o la billetera, solo le falta hablar".

Chapter Joaquín Sebastián 

“A Joaquín Sebastián lo conocí cuando tenía mes y medio. A mí siempre me gustaron los perros grandes, pero cuando me casé con mi expareja vivíamos en un departamento. Tener un perro de ese tamaño era imposible, mi primo me sugirió un bulldog porque era un perro grande hecho bonsái (risas).

"La mascota de una amiga tuvo cachorros, fui a verlos, eran como diez, pero él se acercó y me lamió la mano, ese momento supe que íbamos a ser inseparables. Son 14 años de estar juntos, me acompaña a todo lado, le encanta relacionarse con otros animales, incluso con gallinas. Es un personaje, para mí es el mejor de todos. Es cariñoso, fiel, es esa compañía que no puedo dejar de pensar en tener a mi lado. 

"No sé qué pasará el día que ya no esté conmigo, la vejez le ha pegado duro, camina muy poco y tiene dolencias en sus patas. Lo voy a cuidar y mimar hasta el último día de su vida, porque lo que he recibido de él es único”. 

Chapter Babau

“Como nos encantan los animales, somos cercanos a las casas de acogida, hemos rescatado muchos perros para darles en adopción. Un día lluvioso íbamos en el carro por la avenida González Suárez y vimos un perro blanco mojado, paramos y lo llevamos con nosotros. La idea era buscarle casa, pero Javier se opuso de una.

“Cada vez que dábamos un perro en adopción, se me rompía el corazón, yo [Javier] me encariño muy fácil. Este a la semana me ganó y dije se queda en la casa y no hay negociación posible.

"Lo difícil era ahora integrarlo a la familia. Chester le ignoraba, pero a Joaquín no le hizo ninguna gracia porque Babau, 'hecho el chistoso', por llamar su atención le mordió el cachete. Entonces terminamos en la veterinaria. Ahora son mejores amigos, Babau le ama al gordo, siempre está pendiente cuando vamos al parque, le espera o va detrás como cuidándole las espaldas.

“Son nuestra terapia anti estrés, nos cortan la rutina y nos llenan de energía. Son bien empáticos con nosotros, no se separan ni cuando vamos al banco, caminan a nuestro lado sin correa, nos esperan en la puerta sentados hasta que salgamos, para cruzar la calle, esperan nuestra voz. Son nuestros hijos, pero principalmente son los jefes de X-delante, ellos son los primeros en recibir a los clientes”. (I)