Una de las frases más repetidas y más fáciles de pronunciar es "de toda crisis nace una oportunidad". Esto es verdad para algunos, aunque no para todos. No cualquiera está en posición de ver la oportunidad ni tiene los medios materiales o morales para aprovecharla. Gol gana (Next goal wins), de Taika Waititi, tiene mucho de esto.
Acerca de las derrotas
La historia de esta película comienza con lo que parece ser una crisis eterna, representada en un episodio insólito. La selección de fútbol de Samoa Americana pierde por 31 goles a 0 contra Australia en un partido del año 2001. El episodio se ve en un montaje de filmaciones del partido durante el que se acumulan los goles que reciben y sufren, a tal punto de que el episodio parecería ficticio. Sin embargo fue real. La selección estaba en tan malas condiciones de entrenamiento y organización que fue capaz de llegar a un extremo como ese.
La crisis era, para ellos, un estado permanente y casi normal. Un bochorno cotidiano.
Tiempo después, en Estados Unidos, al entrenador Thomas Rongen (Michael Fassbender), le estalla una crisis en la cara cuando es expulsado de la Federación Americana de Fútbol. La escena en el que el comité le plantea la situación está muy bien resuelta, en tono de comedia visual. Tras explicarle su expulsión, le enumeran como burlones las cinco etapas del duelo que él mismo atraviesa entre gritos, expresiones y lamentos en cuestión de dos minutos hasta que acepta que está derrotado.
Su bochorno es algo nuevo en su vida y le estalla en la cara.

Sin embargo, hay un lugar para él en el cuadro de Samoa Americana. Una oportunidad que no parece tal, porque al inicio se ve como un castigo. Aunque como se trata de una película, hay un arco narrativo a recorrer de modo que la historia tratará de cómo él se choca con ese desafío, los jugadores se chocan con él y entre todos logran encontrar un camino para superarse.
Nadie lo pensaba al comienzo, cuando lo que todos los personajes veían solamente crisis, fracaso y drama. Pero hay luz por delante, y es por ello que existe esta película. Que, por cierto, es una comedia basada en una historia verdadera.
Sobre las remontadas
El director, actor y guionista Taika Waititi es un gran comediante. Se hizo conocer con la genial What we do in the shadows, que tiene su propia serie de televisión. La película funcionaba como una suerte de falso documental protagonizado por vampiros y hombres lobo. Su genialidad radicaba en que apelaba a los varios estereotipos de ambos monstruos y los ridiculizaba con conocimiento, sin burlarse.
De modo similar, se ocupó de dirigir una de las mejores películas de Marvel, Thor: Ragnarok. En el medio, escribió, dirigió y coprotagonizó Jo Jo Rabbit, una comedia negra y muy bien pensada, sobre un niño que tiene a Hitler (encarnado por el mismo Waititi) como amigo imaginario. Si hay algo que Waititi sabe es cómo tomar temas delicados o respetados y crear humor sobre ellos (no en vano Jo Jo Rabbit ganó el Óscar a mejor guion adaptado y recibió 4 nominaciones más a esos galardones).

Aquí lo hace con los maoríes, un pueblo al que pertenece parcialmente. Toma una historia que tradicionalmente podría haber caído en el lugar común de lo que se conoce como el arquetipo del salvador blanco (películas como Lawrence de Arabia, El último samurai y cualquier historia de Tarzán son ejemplos de esto). De hecho, se trata de un estadounidense rubio que llega para solucionar los problemas de los maoríes.
Waititi no esquiva el tema ni lo disimula para cuidar cualquier ofensa a la corrección política. Después de todo, la historia real ocurrió más o menos así, pero sin comedia. Sin embargo, sabe hacerlo a su manera, a consciencia, sin mostrar al protagonista blanco como una figura que está por encima, sino tratando a todos sus personajes por igual. Cada uno tiene sus defectos y virtudes, además de innumerables torpezas y problemas de carácter. En su momento, Gol gana pasó desapercibida en los cines (como Jo Jo Rabbit), pero tiene otra sobrevida gracias a la disponibilidad del streaming (se puede ver en Disney +).
