No hay mayor coleccionista ni admirador de Napoleón Bonaparte que Pierre-Jean Chalençon. Es, sin duda, quien más piezas reúne sobre el emperador: más de mil. Su colección, que juntó durante cuarenta años, creció tanto que, según se comenta, ya no puede mantenerla entera.
Por eso, más de cien de sus objetos napoleónicos más valiosos saldrán a subasta en Sotheby's París el 24 de junio. Entre ellos hay muebles imperiales, piezas de plata, porcelana, esculturas, pinturas de antiguos maestros, manuscritos y dibujos. Estos objetos permiten recorrer de manera bastante completa la vida del emperador: desde su infancia y su carrera militar, pasando por la coronación en Notre Dame y su vida familiar, hasta la caída del imperio y el exilio en la isla de Santa Elena.
Todavía no se publicó el catálogo. Pero, según el material que ya difundió Sotheby's, la joya de la venta será el bicornio de Napoleón. Es quizá el símbolo más reconocido de su rol como líder militar. Mientras que los oficiales usaban el bicornio de frente, él lo llevaba con las alas paralelas a los hombros en pleno combate. Se espera que alcance entre 500.000 y 800.000 euros (US$ 571.167 y US$ 913.867).
En una entrevista por correo electrónico, Chalençon contestó de forma breve y directa preguntas sobre su vínculo personal con Napoleón, los motivos que lo llevaron a reunir semejante colección, cómo seleccionó cada pieza y qué valor histórico, cultural y público le asigna al conjunto.
Anthony DeMarco: ¿Qué fue lo que despertó tu fascinación por Napoleón Bonaparte?
Pierre-Jean Chalençon: Desde niño, me impresionó el extraordinario destino de Napoleón. Es el símbolo de la ascensión por méritos, del genio militar y político, y, sobre todo, demostró una voluntad férrea. Es una figura mítica, a la vez humana y sobrehumana, un hombre hecho a sí mismo.
AD: ¿Recordás el primer objeto napoleónico que coleccionaste? ¿Qué te atrajo de él?
PJC: Sí, absolutamente. Era una carta de Napoleón escrita cuando aún estaba en la escuela militar. De hecho, es la primera carta escrita a mano por él que se conoce. Adquirir esta carta me hizo comprender que los objetos históricos tienen alma.
AD: ¿Cómo cambió con el tiempo tu relación con el legado de Napoleón a través del coleccionismo?
PJC: Creció y se profundizó a medida que mi colección se expandía. Cuantos más objetos reunía, más me ayudaban a comprender al hombre detrás del ícono. Napoleón no fue solo un conquistador; fue un reformador y un maestro constructor. Mi colección refleja la extraordinariamente polifacética persona que fue.
AD: ¿Podés contar cómo llegaste a formar una colección tan importante? ¿Fue cuestión de pasión, estrategia o casualidad?
PJC: La pasión es la fuerza motriz, pero también requiere disciplina, una inmensa curiosidad, networking y, a veces, sí, un poco de suerte. Es un esfuerzo de toda la vida, llevado a cabo con una obsesión casi sagrada.
AD: ¿Cuál de las piezas que salen a subasta en Sotheby's tiene un valor más personal para vos y por qué?
PJC: Es una decisión difícil. Me gusta mucho su sello de oro, que fue robado de su carruaje en Waterloo. Es extraordinario haber encontrado esta pieza única, que tanto apreciaba. Este fue el único sello que utilizó para ratificar los documentos más importantes del Imperio. El testamento también es una pieza interesante. Es quizás uno de los manuscritos más importantes de la historia de Francia. Un hombre que se enfrenta a su destino.
Anthony DeMarco: ¿Hay algún mito sobre Napoleón que creas que tu colección ayuda a desmentir o aclarar?
Pierre-Jean Chalençon: Sí, definitivamente, como la idea de que era un tirano frío. Sus cartas, sus pertenencias, muestran una sensibilidad, una generosidad, a veces una fragilidad que contradicen este cliché.
AD: Tu colección se exhibió en varios países. ¿Cómo fue la respuesta en cada lugar? ¿Distintas culturas interpretan a Napoleón de forma diferente?
PJC: Los anglosajones están fascinados por el aspecto romántico de su periodo de exilio. Los asiáticos lo ven como un genio militar y estratégico. Los franceses, por su parte, oscilan entre la admiración y la ambivalencia. Los estadounidenses reconocen en él al hombre que partió de la nada y conquistó Europa en una década. Napoleón sigue siendo infinitamente fascinante.
AD: ¿Qué rol tienen los coleccionistas privados en la preservación de la historia, sobre todo cuando se trata de figuras como Napoleón?
PJC: Somos custodios de partes de la historia que el Estado no siempre puede preservar, y las compartimos. Es una misión, casi un deber.
Anthony DeMarco: ¿Qué te llevó a tomar la decisión de subastar ahora estos tesoros?
Pierre-Jean Chalençon: Ha llegado el momento. Debemos aprender a transmitir estas colecciones. Estos objetos deben seguir vivos; inspirar, y quiero que otros puedan continuar este legado.
AD: ¿Te resultó difícil desprenderte de alguna de estas piezas? ¿Cómo lo manejás emocionalmente como coleccionista?
PJC: La historia avanza, pero Napoleón es eterno.
AD: ¿Qué esperás que los futuros coleccionistas o instituciones encuentren en estos objetos?
PJC: No son solo reliquias, sino fragmentos de un destino que cambió la historia de la humanidad y de un hombre que todavía hoy es quizás la figura histórica más famosa del mundo.
Nota publicada en Forbes US.