Cuando Lisi Fracchia se inscribió en su primer curso de gemas en el Instituto Gemológico Español de Madrid, no sabía nada sobre gemología. Profesora de formación, se había mudado a España desde su Argentina natal en 2005. En ese momento, una amiga le sugirió que tomara clases en el instituto. Su hija tenía apenas unos meses y ella ya estaba embarazada de su segundo hijo.
"Fui porque me permitieron llevar a mi hija", me contó Lisi Fracchia durante una entrevista. "Gateaba todo el tiempo durante las clases", recuerda. Como el instituto le dio esa posibilidad, supo que iba a poder continuar después del nacimiento de su segundo hijo.
De profesora a gemóloga y diseñadora de joyas de lujo
Pero ese entorno familiar fue solo el comienzo. "Siempre les digo a todos que es fundamental tener un buen profesor", dijo Fracchia. "Porque fue él quien me enseñó el amor por las perlas y las piedras preciosas, y quien me introdujo a mi pasión y a mi profesión actual", continuó.
La primera colección de Fracchia, compuesta por 60 collares, se agotó en apenas 20 minutos durante la paella de 2006 del International Newcomers Club, el club que recibe a personas extranjeras que se radican en Madrid y al que ella se sumó al llegar.

"Me dije: 'Bueno, creo que a la gente le gusta, así que tengo que seguir estudiando'", me contó Fracchia. Siguió con más cursos en el instituto y, más tarde, cuando tuvo que mudarse a Brasil durante algunos años, estudió con André Leite. Para pagar la formación y las primeras piezas que diseñó allí, tradujo un libro del portugués al español para su instructor, quien le pagó con piedras preciosas. "Vendí las piedras preciosas. Compré metal. Diseñé mis piezas y las vendí", relató Fracchia. "Así empecé", remató.
Construyendo una marca global de joyería de lujo
Su gran oportunidad apareció cuando regresó a Madrid. "El mismo día que llegué, mis compañeros me hablaron de un concurso en IberJoya. Al principio les dije: 'No, ya estoy mayor. Esto es solo para jóvenes", repasa. Pero la convencieron. Se inscribió diez minutos antes del cierre de la convocatoria y ganó el premio de 2014.

Como ganadora, obtuvo el derecho a un stand en IFEMA Madrid, una de las instituciones feriales más importantes de España, durante la feria IberJoya. Sin embargo, Fracchia prácticamente no tenía nada para mostrar. "No tenía tarjetas de visita ni muchas piezas, así que les pedí a mis amigos que me prestaran las que les había hecho para esta exposición", cuenta.
Con el lanzamiento de su marca, Fracchia no dejó de estudiar. Cuando le pregunté cuánto tiempo tardaría en convertirse en gemóloga, se rió. "Si te lo digo, nadie va a querer estudiar porque sigo estudiando", respondió. Según lo que aprendió de sus maestros, está convencida de que todo joyero debe ser un experto en gemas y que todo experto en gemas debe ser joyero. "Les digo a los diseñadores: 'Imagínense, diseñan esto y quieren trabajar con la piedra. Si no saben la dureza de la piedra, ¿cómo se lo dicen al engastador? Porque si no se lo dicen, la va a romper'", remarca.
"Lisi es una de las diseñadoras de joyas más creativas y exitosas de España", me comentó por correo electrónico Benjamín Calvo, presidente del Instituto Gemológico Español. "Puedo decir con orgullo que ha introducido en el mercado un mineral español, la esfalrita, que antes no se consideraba un material gemológico debido a su baja dureza y a su dificultad para tallarlo y pulirlo", agregó.
Los aros de esfalrita diseñados por Fracchia fueron los que la Reina de España usó durante su visita oficial a Estados Unidos en 2018. "Soy profesora de Mineralogía en la Escuela de Minas de Madrid desde hace cuarenta años, y me complace mucho ver este maravilloso mineral español en los aros de nuestra reina", afirmó Calvo.
Pero no fue la primera vez que la reina Letizia llevó una de sus joyas. "Una amiga me llamó y me dijo: 'Mirá, la reina Letizia está luciendo tus aros en la inauguración de una fábrica en Toledo'", me contó Fracchia. Cuando le pregunté cómo la reina conoció sus diseños, no lo sabía. Desde entonces, la reina los eligió en varias ocasiones. Sin embargo, no es la única reina europea que mostró interés por sus piezas. La reina Máxima de los Países Bajos también parece tener algunas de sus creaciones. "Llevó la pulsera argentina en su visita a Estados Unidos", me dijo Fracchia. "Así que los medios comentaban que lo que estas dos reinas tienen en común es que ambas llevaron mis piezas en sus visitas a Estados Unidos", añadió.

Las joyas de Fracchia también aparecieron en alfombras rojas, como los Premios Óscar y los Goya. Desde que ganó IberJoya en 2014, sus diseños fueron reconocidos en concursos de distintos países. Fracchia es embajadora de Marca País Argentina en España desde 2022, y recientemente la invitaron a representar a las ferias MadridJoya, Momad y Bisutex. "Tengo reinas luciendo mis diseños y todos estos premios", me dijo Fracchia. "Me da escalofríos. Siento que lo he logrado", deslizó.
Diseñando, asesorando y ampliando su alcance
A pesar de todo lo que consiguió, Fracchia no se detiene. Viaja constantemente: asiste a ferias de gemas, da charlas, presenta sus colecciones y participa como jurado en concursos. Integra la junta directiva del Instituto Gemológico Español de Madrid y en los últimos años trabajó junto a la institución para abrir un laboratorio gemológico en Argentina y para que los cursos del instituto estén disponibles para estudiantes argentinos.
También colabora con jóvenes diseñadores de joyas de Latinoamérica y Sudamérica que quieren llevar sus creaciones a la Unión Europea. "Cuando fui en agosto pasado a Colombia, Bolivia y Paraguay, me sorprendió el nivel de conocimiento de estos jóvenes", me dijo Fracchia. "Tenían muchas ganas de emprender su propio negocio y necesitaban ayuda, y me gustaría ayudarlos a mostrar su trabajo en Europa", remarcó.
Con tantos proyectos en marcha, le pregunté a Fracchia cuándo encuentra tiempo para diseñar y trabajar en sus nuevas colecciones. "Tengo una libreta con un lápiz junto a la cama", me contó. "Y estas semanas fueron muy agitadas, pero sabía que tenía que diseñar. Así que me despertaba a las tres de la mañana y a las cuatro me volvía a dormir", completó.
Su mayor fuente de inspiración son las piedras preciosas. "Es la piedra preciosa la que me dice qué hacer con ella", explicó. Por eso, lo que más disfruta es elegirlas en ferias internacionales. Cuando nos sentamos a charlar en noviembre, me dijo que ya había estado en 17 países. "Esto es lo que más me gusta: elegir estas piedras", contó Fracchia. "Y lleva tiempo. A veces estaba ahí cinco horas y solo había elegido diez", reveló.
Fracchia también trabaja con diseñadores de ropa, que se acercan a ella para crear piezas que acompañen sus colecciones. Algunos le mandan fotos de las telas que van a usar; otros, bocetos de vestidos. "Me dicen que es muy fácil trabajar conmigo", contó, "porque me envían los vestidos y en un minuto, simplemente sé cuáles son las mejores opciones".

Maison Mesa, diseñador con quien colabora desde hace cinco años, coincide. "Trabajar con Lisi siempre es fácil; ella es abierta y siempre está dispuesta a adoptar nuevas ideas, incluso las muy modernas y contemporáneas", escribió Mesa en un mensaje de WhatsApp. "Su forma de trabajar con Maison Mesa es muy abierta y colaborativa: Lisi te ayuda a crecer y te enriquece tanto personal como profesionalmente", sostuvo.
Juntos participaron en la Semana de la Moda de Madrid y en desfiles en San José, Costa Rica, y Dubái, Emiratos Árabes Unidos.

A pesar de llevar relativamente poco tiempo en el mundo de las gemas, Fracchia construyó una carrera que hoy tiene alcance internacional. Su colección más reciente, Mi lugar en el mundo, celebra la idea de pertenencia a través de mapas detallados que reflejan los lugares que las personas sienten como propios. "La idea de la colección nació de este afecto, este sentimiento profundo que cada persona tiene por su país o un lugar en el mundo donde cree que pertenece", explicó Fracchia durante la presentación en la residencia del embajador de Argentina en España.
Para ella, ese vínculo emocional es el hilo que une todo lo que diseña. "Hago esto porque es una pasión. Me encanta hacerlo", me dijo. Esa pasión se refleja en cada una de sus piezas.
*Con información de Forbes US.